BARCELONA

El adiós de Piqué es un salvavidas financiero para el Barcelona

Sin su ficha ni la de Griezmann, ya son unos 80 millones menos en el objetivo de reducir en 200 su masa salarial. Y, además, fichar.

Gerard Piqué y Joan Laporta, jugador y presidente del Barcelona. /EFE
Gerard Piqué y Joan Laporta, jugador y presidente del Barcelona. EFE
Sergio Fernández

Sergio Fernández

El estado de shock en el que dejó el adiós de Piqué a la afición del Barcelona contrasta con otra realidad, mucho más prosaica, que se han encontrado en la planta noble de Can Barça. Piqué se marcha, ok. Una leyenda indiscutible del club pero, en la práctica, el quinto central en la rotación de Xavi durante esta temporada, con el que las cosas no están yendo demasiado bien dentro del vestuario. Y, además, el que más cobra de todos ellos. Con diferencia.

Una vez asentado el golpe inicial, está la digestión de la parte emotiva de la despedida de un jugador que ha ganado: ocho ligas, siete Copas del Rey, tres Champions, tres Supercopas de Europa, tres Mundialitos (además de otra Champions con el United, una Eurocopa y un Mundial...).

Pero, no nos engañemos, justo después la sensación en la directiva del Barcelona (al menos en los que tienen que cuadrar las cuentas) es de alivio. El salario del jugador dejará de "pesar" en las cuentas del club la temporada que viene (además de lo que se hayan ahorrado de esta).

Eso son no menos de 35 millones de euros de euros brutos. Uno de los contratos antiguos, que son los que han causado muchos de los problemas financieros del Barça. Y de los que contaban con librarse... pero en la temporada 2024-25. Va a ocurrir antes.

De 656 a unos 440 millones de masa salarial

Las cifras no entienden de sentimientos. La plantilla actual del Barcelona le cuesta al club 656 millones de euros. Y eso teniendo que avalar con su propio patrimonio tanto el presidente Joan Laporta como el tesorero Ferran Olivé, para poder inscribir a todos sus jugadores antes del final.

Han podido pagarlo, a duras penas, gracias a las palancas a las que recurrió el club vendiendo parte de su patrimonio para tener liquidez. Pero esa alegría momentánea se topa de bruces con la realidad de que en la temporada 2023-24 no van a poder tener tantos ingresos y, por lo tanto, su tope salarial va a bajar bastante. Si atendemos a lo que dijo sobre el tema el presidente de LaLiga Javier Tebas, quedará en alrededor de 440 millones de euros.

Eso significa que, sí o sí, tienen que deshacerse de al menos 200 millones de euros brutos en sueldos. Ya han conseguido quitarse 44 de Griezmann. Los de Piqué son, aproximadamente, otros 35 brutos. Ya "sólo" le quedarían 120 (brutos, ojo, es decir: 60 netos). Y, más o menos, ya cuentan con las posibles bajas de Busquets, Jordi Alba y... ¿De Jong? Eso serían, fácilmente, otros 45 millones brutos sin contar a De Jong. No nos equivocamos en mucho si decimos que eso deja el objetivo en "más que factible" (unos 35 millones brutos).

Una temporada especialmente difícil

Es que, además, al Barcelona se le estaban acumulando los problemas: eliminado en primera ronda de Champions (unos 25 millones de ingresos menos). Y tienen que cerrar su estadio por obras durante una temporada, que es una parte vital de sus ingresos en experiencia de partido, zonas comerciales, palcos VIP... Y el Museo del club (que supone otros 50 millones anuales), también tendrá que cerrar o trasladarse.

No acababan ahí las malas noticias. Vender el 25% de sus derechos de televisión a Sixth Street ha supuesto un alivio durante el pasado mercado, pero ahora viene el señor del mazo contando con (al menos) 40 millones de euros menos de ingresos por TV, que se los queda Sixth Street, que para eso los ha comprado.

¿Le quedan palancas? Pues sí. Ya lo advirtió Eduard Romeu, diciendo que era más que posible que tuvieran que tirar de una última palanca: vender BLM, la parte de merchandising del club. Esta nueva pérdida de patrimonio supondría, desde luego, más ingreso y sumaría millones al tope salarial del club. Es decir, "recortaría" por el otro extremo, el objetivo de reducir en 200 millones los salarios porque, en vez de 440 de tope, podrían llegar a rondar los 500.

Y ya lo tendrían hecho. Y podrían seguir construyendo un equipo con salarios más sensatos (Lewandowski cobra alrededor de 9 netos, 18 brutos, el que más de los recién llegados).

¿Una pena para el aficionado culé? Sí. ¿Un problema menos para una directiva que tenía una contrarreloj de ahorro por delante antes de la 2023-24? También. Indiscutible. Un contrato faraónico menos.