ATHLETIC CLUB

Adama Boiro da la razón a Mikel González y tapa el gran agujero de Lezama: del 'clausulazo' a ganar al Madrid en menos de un año

El lateral formado en Osasuna se estrenó como goleador ante el Elfsborg y cumplió con nota secando a Valverde y Brahim en San Mamés.

Adama y Guruzeta celebran en el choque jugado ante el Elfsborg./AFP
Adama y Guruzeta celebran en el choque jugado ante el Elfsborg. AFP
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Ernesto Valverde sorprendió a todos con su alineación ante el Real Madrid. Pese a la importancia del choque y el ambiente de día grande que se respiraba en Bilbao, el Txingurri apostó por un once con varios secundarios. Y le respondieron con nota. Los Gorosabel, Yeray, Jauregizar, Berenguer o Adama Boiro brillaron ante los blancos, en la que es la mejor noticia para un Athletic Club que quiere ir a por todo. El entrenador, cuentan desde el club, está convencido de que debe rotar mucho y tener a todos sus futbolistas preparados en una temporada en la que compiten en cuatro competiciones y en la que no quieren dejarse nada por el camino. En ese escenario, la irrupción de Adama Boiro se celebra doblemente. Por el presente y, sobre todo, por el futuro.

Encontrar un sustituto de Yuri Berchiche se convirtió en una obsesión desde que Mikel Balenziaga empezó a menguar hace unos años y en esa banda izquierda no asomaba ninguna promesa en Lezama. Imanol García de Albéniz lo intentó el curso pasado, pero el 'comodín' Lekue le acabó superando ampliamente y en la entidad entendieron que hacían falta soluciones. Había que fichar. Había que apostar. Y lo hicieron con ambición y riesgo, fijándose en un Adama Boiro que brillaba en Osasuna Promesas desde hacía unas temporadas, jugando incluso de extremo, pero que no acaba de dar el paso a un primer equipo en el que Manu Sánchez, Juan Cruz y Mojica cerraban puertas. Jagoba Arrasate le probaba, pero no acabó de encontrarle hueco.

En pleno mes de enero 2024, y durante un descanso de un duelo copero ante el Barça, las dos entidades anunciaron la operación. Dos millones de euros por un joven de 21 años sin experiencia en la élite. Esa fue la cantidad que negociaron el club rojiblanco y el navarro, la misma que figuraba como precio de salida en el contrato de un Adama al que no le importó bajar de Primera RFEF, donde competía con el filial rojillo, a Segunda RFEF con el Bilbao Athletic. La promesa del club era probarle en pretemporada en el primer equipo y dejar en manos de Ernesto Valverde su apuesta para convertirse en competencia de Yuri.

Y el Txingurri no dudó. Le gustó lo que vio en pretemporada, mientras sus compañeros alucinaban con el despliegue físico del lateral. Con detalles por pulir, insistían, pero con unas condiciones para el fútbol moderno que impresionaban. Eso, precisamente, fue lo que convenció a la dirección deportiva que lidera Mikel González. Punto importante este, ya que en la nueva política rojiblanca están convencidos de que el apartado físico toma una relevancia trascendental hoy en día y, aún más, en el proyecto de un equipo que apuesta por un fútbol de ritmos altos, de mucho despliegue y en el que los defensores deben asumir unos riesgos para los que la velocidad y ser ganador en los duelos es más importante que la finura técnica.

Para muestra, los últimos canteranos que se han asentado en el primer equipo: Mikel Jauregizar y Unai Gómez no fueron nunca perlas de Lezama. Al menos no eran los jugadores que conviven en su formación con continuos focos y, en ambos casos, despuntaron en el filial tras trayectorias poco ortodoxas. Su físico y su hambre fueron mucho más determinantes. Al igual que un Adama que el club entendió que era un portento al que podían terminar de pulir para que cumpla a la perfección en el molde de Yuri Berchiche. Potente, rápido, fuerte y con zancada para aparecer por sorpresa. No se confundían.

Su irrupción se ha dado en menos de un año, pasando de Segunda RFEF a ganar como titular al Madrid en diez meses, pero la clave, en su opinión, ha sido cocinar a fuego lento su mejoría. "El no ir demasiado al ataque es más bien por precaución mía. Valverde confía en mí y sabe que puedo dar mucho más, sobre todo en ataque, pero debo ser duro en defensa y ahí es donde tengo más precaución en mi juego", dijo ante los medios tras sus primeros partidos.

Cuando tomó confianza, empezó a soltarse. En Valladolid cumplió con buena nota y, tras el último parón internacional, ha llegado su semana fantástica anotando y asistiendo en su debut continental ante el Elfsborg y cumpliendo ante todo un Real Madrid. Ya nadie duda de que es la primera opción cuando no está Yuri -Lekue apenas ha jugado ahí esta temporada- e incluso que puede competirle en el medio plazo la titularidad. Una apuesta arriesgada que por el momento está saliendo a la perfección.

El enésimo jugador de Felix Tainta

El Athletic Club venció este miércoles al Real Madrid con seis de los once titulares siendo jugadores que representa Gidot, la empresa de Felix Tainta. El agente, en boca de todos este pasado verano por el caso Nico Williams, sigue ganando terreno en la plantilla rojiblanca, ya que Adama Boiro también forma parte de su cartera. Gorosabel, Yeray, los hermanos Williams y Oihan Sancet completaban la nómina de la última alineación, a los que hay que sumar a Nico Serrano y Javier Martón, que no jugaron.

Nico Williams y Adama Boiro, enfrentados en su formación. RELEVO
Nico Williams y Adama Boiro, enfrentados en su formación. RELEVO

En el caso de Boiro, que llegó a Pamplona con cuatro años, es un elemento aún más importante. Tainta, como con los hermanos Williams, lideró el crecimiento profesional y personal del joven nacido en Dakar. De hecho, Nico y Adama son del mismo año (2002) y coincidieron en su formación jugando en el San Jorge de Pamplona, antes de convertirse en rivales. Llegaron a enfrentarse siendo niños en los meses que el menor de los Williams defendió la camiseta de Osasuna y el lateral defendía al Ardoi. Desde entonces, los hermanos se convirtieron en dos ejemplos que Adama siempre quiso imitar. "Iñaki es mi referente desde niño", reconoció, desvelando que su sueño era poder llegar a Bilbao y compartir equipo con ellos. Lo ha conseguido.