El Athletic mete miedo a Europa ante un San Mamés rendido a sus ídolos
Los rojiblancos volvieron a vencer en Europa League, con exhibición de Nico y Adama, y siguen consolidando su candidatura al título.
"Que bote, que bote, que bote San Mamés". Los gritos en el minuto 55, tras el gol de Gorka Guruzeta, definen la noche rojiblanca porque solo en días grandes y en momentos señalados se escucha ese cántico con sabor añejo y que retumbaba en la vieja Catedral. Pero es que es imposible no emocionarse con este Athletic. Tras vencer el derbi con solvencia, los de Ernesto Valverde pasaron por encima del Elfsborg, que había competido a todos sus rivales en la competición, para sumar tres puntos más, clasificarse virtualmente y, sobre todo, asentarse como uno de los mejores equipos de esta competición que tanta ilusión ha despertado esta temporada en Bilbao.
[Así está la clasificación de la Europa League]
En el club se han tomado muy en serio la Europa League. Y, además, los resultados acompañan, con cuatro triunfos y un empate que permiten sumar 13 puntos para ser segundos de los 32 conjuntos europeos. El vestuario saben que tienen mimbres para soñar, aunque apenas lo digan públicamente, y Ernesto Valverde la tiene entre ceja y ceja, pese a que sus declaraciones siempre sean con foco hacia LaLiga.
No es una obsesión, pero al igual que la afición vive con especial emoción esta edición, en la que la final se disputa en San Mamés, en las entrañas del equipo la sensación es similar. Lo demuestran las alineaciones, incluido el regreso de Unai Simón y lo demuestran las celebraciones de cada gol. También el hambre con el que saltaron al campo, completamente diferente a cómo afrontar el choque ante la Real. Si en el derbi midieron los tiempos, ante los suecos regresó la apisonadora. Ese equipo que arrolla a sus rivales con su ritmo, les embotella y les acaba matando por insistencia.
Cuando Nico coge la moto...💨
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 28, 2024
Beñat Prados le pone la guinda a la jugada del pequeño de los Williams. #UEL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/D19QJMONUs
Si a eso se le suma un Nico Williams enchufado y un Oihan Sancet 'jugón', el cuadro vasco es prácticamente imparable. Ni siquiera es necesaria la mejor versión de Iñaki. Incluso, Valverde se puede permitir reservar a sus dos laterales titulares, dando entrada a Andoni Gorosabel y Adama Boiro. Especialmente reseñable el partido del lateral formado en Osasuna, que debuta en Europa y que fue una de las grandes estrellas del choque con su primer tanto como rojiblanco, además de una gran asistencia.
Encarrilado desde pronto
El choque se puso cuesta abajo desde muy pronto. Apenas se había llenado San Mamés, que tardó especialmente en recibir a su público, poco acostumbrado a este horario para las noches continentales. Mientras se sentaban los aficionados, Boiro cazó un balón en el área para anotar el primero y convertir un partido clave en un trámite. El gol dejó muy tocado al conjunto sueco, que apenas conseguía salir de su área ante la presión asfixiante de Beñat Prado -cómo ha mejorado en las últimas semanas- e Iñigo Ruiz de Galarreta. Robando alto, el Athletic se cansó de atacarles.
En duelos con tanto volumen ofensivo, Nico siempre aparece. Incluso ante una defensa de cinco. Hedlund y Holmen, carrilero y central derecho, fueron incapaces de detenerle y se limitaron a retroceder metros hasta quedar rendidos. Un centro del menor de los Williams lo remató con potencia Beñat Prados en el punto de penalti, recordando el tanto que marcó al Valencia. Sin altura, pero con fe. Un jugador que se ha ganado a pulso sus minutos y que es vital para el Txingurri.
El resto del partido fue un monólogo rojiblanco. Una veintena de remates a puerta, incontables centros laterales y una posesión superior al 70% evidencian el 'baño' del conjunto de Valverde. El técnico se permitió el lujo de guardar y dar descanso a sus estrellas en la segunda mitad, justo después de que Guruzeta anotase el tercero tras una acción personal de un Adama Boiro que recibió su primera gran ovación en San Mamés. Iñaki, Nico, Sancet y Galarreta, los cuatro pilares de este equipo, dejaron el campo pensando en Vallecas y, sobre todo, en el Real Madrid, que visitará Bilbao la próxima semana. Que se preparen Mbappé y compañía porque este Athletic se ha subido a la ola y lo está disfrutando como nunca.