La actitud de Soto Grado con Araujo y el Barça es un preludio del nuevo fútbol y del rincón de pensar
La RFEF desveló las conversaciones del árbitro de campo con los jugadores, con un comportamiento que recuerda las normas que está probando IFAB.

Los audios de Soto Grado durante el Clásico entre Real Madrid y Barcelona publicados por la Federación van mucho más allá de la famosa acción de Lamine Yamal y su gol fantasma. En él se puede apreciar cómo un árbitro de primer nivel afronta un partido de esta magnitud y su comportamiento y relación con los futbolistas.
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🏆 Al igual que tras la final de la #CopaDelRey, acercamos las conversaciones sucedidas durante el partido.
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Concretamente, una acción de la primera mitad se ha convertido en un preludio del fútbol que está por venir. Soto Grado adoptó una postura similar a la de las pruebas que IFAB (organismo que rige las normas del juego) está introduciendo en el fútbol y que el próximo año votarán si incluirlas en las normas, seguir probándolas o descartarlas por completo. El deporte va mucho más allá de la polémica tarjeta azul y no deja de evolucionar, aunque sea con matices.
La conversación en cuestión arranca tras el penalti de Cubarsí sobre Lucas Vázquez. Una decisión que no agradó a los futbolistas blaugranas, que fueron a protestar en masa a Soto Grado mientras el VAR confirmaba al colegiado que su determinación había sido la adecuada. Entre tanto, el colegiado gritó: "Tú solo, tú solo".
Se refería a Ronald Araujo, con el que quedó emparejado mientras Sánchez Martínez y sus ayudantes volvían a ver la acción repetida. Entonces, Frenkie de Jong se aproxima a quejarse y Soto Grado replica a voz de grito: "Tú allí". El neerlandés insiste y entonces llega la réplica: "No, no, no, he dicho solo él".
Ante la cercanía de otros futbolistas a la escena, Soto Grado insiste: "No quiero a nadie aquí". Dicho y hecho, todos respetan su petición. Cuando el VAR ya dictamina su decisión, entonces ya sí el árbitro se muestra más cercano con Cancelo y le explica que "es muy claro". ¿Pero es frecuente que un colegiado tome la determinación de solo hablar con un futbolista?
Como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo. Y cada árbitro puede proceder como él considere respecto al comportamiento que los jugadores deben adoptar sobre el césped. ¿Y si el fútbol se transforma hacia la obligatoriedad de una serie de pautas para cada protagonista? Pues en ello están. IFAB, de hecho, está probando dos normas similares a la determinación de Soto Grado durante el Real Madrid-Barcelona.
Hacia un fútbol donde el capitán sea el único que pueda hablar con el árbitro
Ronald Araujo no era el capitán del Barcelona en el partido ante el Real Madrid, pero Soto Grado sí le eligió en la acción del penalti para ser su único interlocutor. Puede ser cuestión de gustos, por ser el que primero se acercó o porque el portador del brazalete era Marc-André Ter Stegen. En ese caso, se podría permitir una flexibilidad, ya que un guardameta no va a traspasar la línea del centro del campo para dialogar con el colegiado.
En definitiva, en la jugada de Lucas Vázquez y Cubarsí solo Araujo se pudo acercar y el colegiado expulsó de la escena a todo aquel que se trataba de aproximar. ¿Pero cómo están funcionando los ensayos del acceso exclusivo para el capitán alrededor del árbitro? En primer lugar, cabe matizar que esta prueba no se está aplicando en España, lo que implica que si Soto Grado actuó así fue por iniciativa propia y no con una reglamentación que le avale. Lo dicho: cada maestrillo con su librillo.

IFAB, en su información preliminar, alude a la necesidad de implantar unos códigos de respeto: "La creación de una zona exclusiva pondrá de relieve la responsabilidad que tiene el capitán de exhortar a sus compañeros a que se comporten como es debido". Aun así, hay miles de matices a considerar o ¿acaso se puede sacar amarilla a todo aquel que le dirija la palabra? ¡Imposible!
El protocolo, publicado por la IFAB, marca que es el árbitro el que en cada acción tiene que decidir si pueden hablar los jugadores con él o solo el capitán. Deja a su libre elección esta capacidad, aunque expone: "Probablemente lo usará sobre todo tras adoptar decisiones trascendentales y para impedir enfrentamientos". Aunque el espíritu de la norma es fundamental: "Puede ponerlo en marcha en cualquier momento".
Lo marcará haciendo sonar el silbato y con un gesto. Entonces, se desplazará a una zona del campo a la que solo podrá seguirle el capitán. Una zona de unos cuatro metros de radio. ¿Y qué ocurre si alguien lo vulnera? Cartulina amarilla al canto. Llega el momento de las dudas: ¿y si de repente se le acerca todo el equipo por ser una acción muy polémica, se van todos con amarilla? No.
El árbitro solo sacará amarilla al que esté más nervioso o el que primero se aproxime. Salvando casos, claro, como que varios muestren una actitud beligerante o casos similares. En el caso en cuestión, Soto Grado pudo sacar amarilla primero a Frenkie de Jong y luego incluso a Lewandowski. Cada norma, claro, está marcada por el sentido común: el neerlandés rápidamente se echó para atrás y el colegiado le advirtió. Con la nueva norma o sin ella, el árbitro puede respirar antes de sancionar. Aunque si se instaura la prueba, el centrocampista acabaría con cartulina.
Si solo se saca amarilla a uno, ¿de qué sirve?
La organización de las Reglas del Juego establece que el árbitro debe informar a las autoridades (LaLiga, UEFA...) de todas aquellas veces que los jugadores se hayan saltado la zona de los capitanes. Tras ello, se impondrán las sanciones pertinentes. Y lo ya expuesto: si un futbolista hace caso omiso puede ser castigado por cuestionar sus decisiones del mismo modo.
Por cierto, el capitán tampoco tiene barra libre ni puede excederse en sus protestas. Si lo hace, castigo, como siempre ha ocurrido. Y otro detalle muy llamativo para terminar: tras acabar de hablar con los capitanes, el árbitro puede hasta dejar un tiempo para que estos le expliquen a sus compañeros lo que ha sucedido. ¿Imagináis un fútbol donde Araujo reúna a todos los jugadores del Barça, en mitad del Clásico, en un corrillo? Está más cerca de suceder.
Hacia un fútbol... ¡con rincón de pensar!
"El mal comportamiento de los participantes desemboca en una confrontación de proporciones considerables que pone en peligro la seguridad de estos y de los árbitros". Este Clásico no tuvo momentos con una tensión tal, pero sí, por ejemplo, el Inter-Milan, que acabó con tres expulsados. Una monumental tangana se cerró con dos rojas y, a posteriori, otra agresión cerró el encuentro. Por ello, IFAB ha decidido probar... ¡el rincón de pensar!
La tangana del derbi de Milán.#LaCasadelFútbol #SerieA pic.twitter.com/dY2W3O92nH
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Cuando el árbitro considere que la situación se desborda o que las protestas son especialmente masivas tiene potestad para mandar a todos los jugadores a su respectiva área, de donde no podrán salir. Esto, además, se llevará a rajatabla. Quien se salga de la zona verá la tarjeta amarilla.
¿Y cómo se resuelve? El colegiado citará a los dos capitanes, a los dos entrenadores y a las personas que él considere para reunirse con él en el centro del campo y analizar con ellos la situación. Por supuesto, esta situación es drástica y solo se aplicará si realmente pasa algo fuera de tono. IFAB también recoge la posibilidad de que se dé en situaciones de clima muy adverso.
Una vez concluya el período de calma, los capitanes y entrenadores deben compartir con el resto las ideas que el árbitro les haya transmitido. Solo podrá haber dos pausas de calma por partido y si son muy largas, incluso se puede decretar un tiempo para calentar.
A modo de ejemplo, durante el Real Madrid-Barcelona no hubo una sola acción que pudiera detonar esto, por muchos pequeños rifirrafes que hubiera o protestas. La tangana final del Milan-Inter, por el contrario, sí que pudo ser motivo suficiente para que el colegiado mandara a los responsables a reflexionar al área hasta que se tranquilizasen los ánimos.