Se fue del Atlético, madura en Portugal y sueña con volver: "Para mí no es un adiós, quiero jugar la Champions"
Marco Moreno dejó el filial rojiblanco para vivir una nueva en el Farense de la Primera división portuguesa.
Dejar un club grande como el Atlético de Madrid no es fácil para nada, pero para Marco Moreno (20/02/2001, Las Palmas de Gran Canaria), tras cuatro temporadas en el filial y con 23 años, era tiempo de emigrar para buscar otra aventura. El futbolista eligió Portugal y el SC Farense, un equipo humilde pero con mucho margen de crecimiento.
Allí se ha convertido en uno de los referentes, jugando la gran mayoría de los minutos como central derecho junto al brasileño Lucas Áfrico. En su primera temporada en el fútbol profesional ha demostrado estar a la altura, a pesar de la diferencia entre una tercera categoría en España y una primera categoría en Portugal. Sus estadísticas están a la altura de otros grandes centrales del campeonato como António Silva del Benfica o Nehuén Pérez del Oporto, incluso en el apartado de duelos defensivos ganados o duelos aéreos también saca ventaja.
El futbolista saca un rato para hablar con Relevo desde Faro, al término de su entrenamiento y ya preparado para jugar en el día de hoy contra el Guimaraes en un partido clave porque el club está en zona de descenso (con un partido menos) aunque la diferencia del undécimo al último es de tan solo cuatro puntos, un suspiro.
¿Cómo estás viviendo esta nueva experiencia en Portugal?
Creo que al venir aquí a Portugal tomé la mejor decisión, estoy muy pero que muy contento. A mí, que soy un jugador al que le viene bien jugar mucho y muy seguido, tener pocos días de fiesta y jugar ahora en Navidad es muy bueno. Mis padres ya están aquí y yo prefiero jugar y tener pocos días libres, luego la rutina se me hace más complicada, yo lo llevo bien la verdad. De lo que yo venía, del Atlético, la preparación física es diferente. Quizá sí te meten un poco más de carga en algunos momentos pero es bastante similar. A lo mejor sin tantos medios son capaces de utilizar todo de manera eficiente. Hay mucho personal en el club y cada uno se ocupa de un apartado distinto.
¿Es muy grande el cambio de Primera RFEF a una Primera división? ¿Tenías dudas?
Siempre que vas a dar el salto, y en este caso de dos categorías, tienes ese punto de responsabilidad. Yo hice entrenamientos en pretemporada para llegar en plena forma aquí, sabía que me iba a encontrar otro tipo de jugador. Cuando llegué y vi el salto que había desde Primera RFEF a Primera división, intenté llevarlo de la mejor manera. El primer mes o mes y medio te tienes que ir adaptando a los entrenamientos pero en términos generales, muy bien.
¿Qué consejos te dieron al llegar?
Yo soy un chico bastante extrovertido, me gusta hablar con la gente del vestuario y conocerlos, soy bastante cercano. Ahora ya entiendo un poco más el portugués aunque al principio me costaba, pero los capitanes me estaban guiando. Yo tenía claro que tenía que ser el jugador que era en el Atlético, aunque obvio que tenía que mejorar. Pero en Primera no puedes tener despistes, hay gente que se juega mucho y el club también. Quería tener confianza en mí pero poco a poco había que subir la intensidad, me di cuenta lo que había que hacer para elevar el nivel, algo que he conseguido y sinceramente creo que lo estoy haciendo bien.
¿Cómo es pasar de luchar por los puestos de arriba a luchar por la permanencia?
A mí esto no me había pasado, se pelea por cada punto con lo máximo porque un empate es muy importante. Cada partido es una final pero de verdad, si ya antes yo era profesional, ahora más, porque los compañeros veteranos te lo inculcan. Al principio nos costó un poco más pero con el nuevo entrenador y sus rutinas el equipo está más unido y más enfocado. Se vive un ambiente de responsabilidad pero disfrutamos jugando al fútbol, me gusta sufrir jugando porque me lo paso bien, esa responsabilidad me gusta tenerla.
¿Qué delanteros te ha costado más defender esta temporada?
Hay dos o tres que son muy buenos. Yo siempre he admirado a Di María por lo que ha sido y verlo, tener que marcarlo y cómo se mueve, la verdad que tenía ganas de enfrentarme a él para ver lo bueno que era. Prefiero acordarme de esos recuerdos sin tener que pedir la camiseta, pero me acuerdo del momento del partido y de acciones puntuales. Y hay dos que son Gyökeres, que me enfrenté a él y es un delantero tipo Sorloth. Y Samu Omorodion, que jugó 15 minutos en la segunda parte pero se notó cuando entró que era un bicho. Para mí esos tres son otro nivel.
¿Qué tal tu relación con Lucas Cañizares?
Yo llegué primero de los españoles y entrenando en pretemporada, me escribe Lucas por Instagram. Yo nunca había quedado con él ni hablado con él, nos habíamos enfrentado. Me contó que tenía la propuesta del club pero que no sabía cómo era el club, yo le expliqué un poco todo para que tomara una decisión de venirse o no. Y un día, en el vestuario, me lo encuentro y le digo: 'Qué haces aquí tío'? Aquí somos cinco españoles, vivimos en el mismo edificio y quedamos bastante, es una relación de amigos muy buena.
¿Ha habido pique con el derbi?
Siempre desde la broma, comentamos cosas. Él estuvo muchas veces convocado con el primer equipo y yo también, comentamos las diferencias, cómo eran las pretemporadas de ellos y las nuestras, pero la verdad que muy bien.
¿Tu mejoría en la parte física la sientes en el campo a nivel futbolístico?
Es un poco todo. Tengo la suerte de poder permitirme entrenar por las tardes, tenemos facilidades, nos cocina un cocinero a todos y comemos bien. En el cómputo general todo esto te hace ser mejor. Además la confianza de la gente de aquí. Si juntas eso, que me siento bien físicamente y todo, se nota. Yo entreno el cuerpo y la mente, voy a un coach para, en los momentos malos, mejorar y en los momentos buenos, no creerme que soy más que nadie.
¿Cómo es eso del coach?
A ver, tener un enfoque positivo me hace estar a muy buen nivel. Y me siento cómodo y confiado al jugar un partido. Yo en el Atlético tenía la posibilidad de ir a un coach pero era reticente a hacer uso, las cosas malas me las guardaba para mí. Pero mi madre siempre ha ido y un día me dijo 'vas a ir, si no te gusta no vas más, pero vas a ir', pero como es mi madre y me conoce, me gustó. Es hablar con una persona que sabe, te ayuda mucho a ver cómo funciona tu cabeza, todo lo que me raya lo apunto y lo hablo con él, es parte del trabajo que se hace. A raíz de las primeras veces, siente que te quitas un peso de encima. Yo con el coach trabajo lo que pueda suceder durante un partido, si hay algo negativo lo trabajo y así lo implemento. Es como una visión para estar enfocado durante los 90 minutos.
¿Qué tal ves al Atleti B?
Veo todos los resúmenes. Punto número uno, el entrenador Fernando Torres, es normal que estén donde están. Yo les veo bien, yo creo que si siguen apretando, por qué no entrar en el playoff, yo hablo con Diego Bri y con Gomis sobre todo y ven el equipo ven, lo ven joven y con ganas de demostrar. Me alegro un montón porque se lo merecen.
¿Cuáles son tus objetivos?
Siempre me he imaginado siendo uno de los mejores centrales. Yo me veo, pienso y sé que algún día llegaré a ser uno de los mejores centrales del mundo. Teniendo eso claro, el proceso, es lo que me da esa energía y ese puntito extra, por eso quiero jugar todos los partidos al máximo para poder conseguir este año o el siguiente, mi objetivo. Por eso entreno al máximo nivel y juego al máximo, porque quiero llegar a ser eso, el mejor. Yo me veo defendiendo a los mejores, jugando Champions, en un gran club... es lo que me motiva para seguir al pie del cañón.
¿Y volver al Atlético de Madrid?
Yo siempre he dicho que el Atleti será mi casa. No era un adiós para mí, en algún futuro yo creo que volveré. A mí me gusta todo lo que rodea al Atlético de Madrid, los valores que tiene y lo que me dieron. Por qué no. Yo sé que voy a poder ser un futbolista top mundial y por qué no volver y estar en el primer equipo, es algo que tengo apuntado como uno de los muchos objetivos, si se da, genial. Y si no se puede, la vida sigue y será en otro equipo, pero por qué no. Madrid y el Atlético son mi casa, es el club que me ha dado todo.