ATLÉTICO

Un Atlético B con bajas, refuerzos y viejos conocidos para Fernando Torres

Con la salvación casi consumada, la plantilla del filial rojiblanco se va organizando de cara a la próxima temporada.

Torres durante el homenaje recibido en el Metropolitano. /
Torres durante el homenaje recibido en el Metropolitano.
Marcos Durán

Marcos Durán

Todavía es pronto para hacer balance y tener certezas de quién va a continuar en el filial, de quién se va a ir y de quién puede llegar. Porque si no hay un giro de 180 grados, Fernando Torres va a ser el entrenador, como hemos contado, y el club tendrá que tener en cuenta muchos factores para crear un equipo que se vuelva a mantener en la categoría de bronce del fútbol español.

La temporada del Atlético B es buena tirando a muy buena. Nunca ocupó puestos de descenso, siempre en media tabla, en una liga muy complicada, compitiendo contra equipos de mucho nombre como Córdoba o Málaga. Y claro, con un equipo muy joven, porque al ser un filial, la juventud es obligada. En ese equipo joven hay varios futbolistas más 'veteranos' que cumplen un papel muy importante y de los ocho jugadores con más minutos, cuatro tienen 23 años o más (Mariano Gómez, Ndiaye, Marco Moreno y Sergio Guerrero).

Es esta columna vertebral la que, con casi toda seguridad, no siga en el filial. Mariano Gómez, Ndiaye y Sergio Guerrero finalizan contrato en junio mientras que Marco Moreno lo hace en 2025 pero tiene pie y medio fuera del equipo ya que hay muchos interesados en sus servicios.

De los otros cuatro futbolistas con más minutos, Aitor Gismera y Alejandro Iturbe seguramente continúen en el filial, dos piezas importantes que se han ganado el lugar y el poder seguir creciendo en Primera RFEF, mientras que Pablo Pérez también tendrá lugar y la gran incógnita es qué pasará con Diego Bri, uno de los más desequilibrantes del equipo que gusta a varios conjuntos del fútbol profesional y puede tener una oportunidad fuera del club rojiblanco. Otro jugador importante para el filial, Nabil, tiene contrato firmado hasta 2025.

Destacados que se quedarán... o no

Después tenemos a otros futbolistas que han hecho una muy buena temporada y que tienen su lugar asegurado en el segundo equipo rojiblanco, pero no se descarta una posible salida a un equipo de más categoría. Estamos hablando de Adrián Niño, como publicó Relevo, y también Salim El Jebari. Este segundo tiene contrato hasta 2025 pero también hemos contado que en el club quieren renovarlo.

Por otro lado está Javier Boñar, que con 18 años ha jugado muchos encuentros y ha crecido bastante, también Nabil y Alex Calatrava, jugadores que no han sido titulares del todo pero que han tenido peso en el equipo. En el caso del extremo derecho, tiene contrato hasta 2025 y quizá salga, ya que deja de ser Sub-23.

Firmar experiencia

Una de las cosas que no se descartan en el club es que si hay muchas salidas también haya entradas de jugadores con más experiencia en la categoría que complementen a los futbolistas que ya están inmersos en el día a día del club. La Primera RFEF es una categoría muy complicada, con equipos experimentados y hacen falta jugadores para contrarrestar esto. Un claro ejemplo fue la llegada de Mariano Gómez para apuntalar la zaga del filial.

Del Juvenil al B... o al C

Una vez se confirme el paso de Fernando Torres del juvenil al Atlético de Madrid B, habrá que comenzar a gestionar la plantilla. Y hay muchos jugadores que finalizan ciclo en el juvenil. En el club tendrán que decidir si dan el paso (grande) a Primera RFEF, se les busca una cesión o si finalmente sale el segundo filial rojiblanco en Tercera RFEF, como hemos contado aquí, pasar a ese equipo.

Con Torres podrían subir varios jugadores al filial. Esquivel era uno de ellos, pero la lesión sufrida lo deja fuera de juego unos meses. Otros como Gerónimo Spina, Darío Frey, Rayane Belaid, Alonso, Monserrate o Janneh (goleador del equipo en liga) también podrían tener un lugar, aunque todo depende de cómo se muevan los lugares en el equipo inmediatamente seguidor. Pero esto todavía no está en la cabeza de la gente del club, que quiere que los futbolistas se centren en la Copa de Campeones, el título que le falta a Fernando Torres en su primera etapa como entrenador.