Un tifo contra Messi muestra la otra cara del furor por el Inter Miami en Nueva York

La MLS sigue buscando su sentimiento de pertenencia. El fútbol, o soccer, lejos de ser el deporte rey en Estados Unidos cada vez acoge más fieles por el objetivo del campeonato de ser cada vez más atractivo. Por supuesto, una de las claves en este crecimiento exponencial es la llegada de Leo Messi y, en menor medida, de otros jugadores de renombre como Luis Suárez, Busquets o Jordi Alba. Todos juegan en el Inter Miami, si bien no solo en Florida sienten devoción por ellos. Una admiración que es natural, pero que rompe con alguna de las bases del fútbol que todos en algún momento hemos vivido.

La afición del New York City ha querido abordar el tema a su manera con un gran tifo en el encuentro que les enfrenta al Inter Miami en una nueva jornada de la MLS. El equipo de Messi, en las horas previas, volvió a ser recibido como si se tratase de estrellas del rock y la ciudad se llenó de camisetas rosas. Algo que queda espectacular en vídeos y fotografías, pero que choca con la presunta mayoría de aficionados locales que debería existir.

Ante ello, el tifo presenta a Leo Messi y una silueta de barbie, simulando un envase de la muñeca, junto al texto "100% plástico". Con la misma tipografía, añaden un "no seas de plástico", "Miami fan", "Messi se vende por separado" y un demoledor "apoya a tu equipo local". En resumidas cuentas, la hinchada defiende que los equipos merecen su apoyo independientemente de los jugadores que tengan en plantilla y lamenta que el gran reclamo de la competición continúe siendo un jugador por encima de sus dinámicas.

El deporte estadounidense y su peculiar sistema de traspasos lleva tiempo lidiando con estas inercias. No tanto bajo su propio suelo, aunque sí lejos de sus fronteras. ¿Cuántos aficionados a la NBA en España defienden al equipo de LeBron James o, en su día, de Pau Gasol? El protagonista, la estrella por encima del conjunto. ¿O quién disfruta de la NFL en su día por Brady y ahora por Mahomes? También ocurre allí, en menor medida, pero menos en franquicias tradicionales de estos grandes movimientos.

La liga de fútbol nunca ha gozado de tal caché. Ha habido varios atisbos de despunte, siempre frenados. Ahora, la competición entra en auge con la difusión a nivel mundial a través de Apple TV y la llegada de una gran estrella mundial. Un crecimiento cuyo objetivo es asentarse y lograr que el público local disfrute tanto del fútbol como de los deportes más mayoritarios.

Sin embargo, no lo ha terminado de conseguir, haya o no haya brotes verdes. Por ello, la afición del New York City manda un mensaje para remover conciencias. Sus formas pueden ser mejorables, pero el mensaje central es inequívoco: la competición estadounidense busca la creación de una cultura futbolística y, de momento, mandan más los nombres que la base...

Un buen ejemplo de ello fue el debut de Messi ante los New York Red Bulls. La media del precio de las entradas de la entidad era de 46 dólares y el día del estreno del argentino pasó a 502 dólares de promedio. Algo que rara vez ocurriría aquí. Los precios crecen cuando un equipo pequeño se enfrenta a Real Madrid o Barcelona, pero sigue habiendo una mayoría de abonados y los asientos restantes no presentan un incremento tan sustancial.