La lesión que salvó a Rosa Márquez: "Tal y como estoy hoy, me volvería a romper el cruzado"
La jugadora del Betis recordó en 'Quiero ser como' su grave lesión en la rodilla: "Aprendí mucho ese año".
"Nana, ¿va a ir bien?".
"Tranquila, chica. Si es que eres buenísima".
La conversación entre Rosa Márquez y Nana se repite en muchos partidos. La centrocampista, que visitó este miércoles 'Quiero ser Como' y repasó su carrera, lleva un gran lastre psicológico tras vivir un calvario con las lesiones en los últimos años. "Cada una tiene su proceso. Lo peor que llevo es el antes de saltar al campo. Hoy en día lo sigo pasando mal antes de los partidos. Todas las lesiones han sido en partidos, en situaciones que no podía controlar, y esto a mí me genera una tensión muy grande antes de empezar. Es algo que llevo conmigo. Tengo 'compañeras apoyo', como yo las llamo, como Nana", cuenta la '10' del Betis.
Es imposible no entender su miedo tras conocer las lesiones que le han acompañado estos dos últimos años. Desde una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda hasta una fractura en su brazo o de un dedo del pie, pasando por una ruptura de una vértebra y problemas de espalda después de un accidente en el gimnasio. La primera de estas últimas lesiones llegó a comienzos de la temporada 2021-22 en un partido ante el Barça. "No fue ni un giro. Fue en una frenada...", recuerda.
Lo que también se paró en seco fue su carrera. La lesión más temida y extendida en el fútbol femenino tocaba a su puerta con apenas 20 años y en plena transición de promesa a gran realidad. No obstante, lo que vino después fue un periodo de aprendizaje y gran crecimiento personal. "Hoy en día, tal y como me he recuperado y tengo la rodilla, me volvería a romper el cruzado", asegura convencida. No es una frase al azar. Es la seguridad de quien se ha parado a mirar la vida desde fuera. De quien ha aprendido a disfrutar de esas personas que están a tu lado en el día a día.
«Menos mal que te has roto el cruzado»
"Hay un limpiador, Manolo, que me dio la vida. Nos sentábamos él y yo y decíamos: 'ea, otro día aquí'. Palacios, el guarda... Son personas que lo dan todo por nosotras. Peti también se desvive. Un fisio y un readaptador, que fueron los que convivieron conmigo la lesión, son ahora amigos míos. Ves el día a día diferente. Vas a contratiempo del equipo, conoces a otras personas: el guarda, el limpiador, los niños que pasan a otras horas, el niño del Betis B que está igual o peor que tú... Es como que el tiempo va rápido y tú vas lenta. La gente pasa, los partidos y tú vas en tu camino. Y te das cuenta que la vida sigue. Que pensabas que eras imprescindible y no. No hay nadie imprescindible. Te das cuenta de muchas cosas", rememora.
Y se reafirma: "Lo que más descubrí fueron personas, que te acompañan en ese camino que es muy duro y feo, pero yo disfruté mucho. Todo esto es lo personal. Lo futbolístico acojona. Lo personal te hace crecer más grande y lo futbolístico dices... no juego más". En esta etapa hubo alguien que predijo todo lo que iba a venir después: Jesús Botello. "Me dijo que menos mal que me había roto el cruzado porque el camino que estaba cogiendo no era el más indicado. Él veía que tenía malas actitudes...", desvela Rosa Márquez.
La lesión que nunca se contó de Rosa Márquez
Sus palabras parecen pronunciadas por alguien de mayor edad. Las lesiones han sido una universidad para ella. Porque aquella rotura del cruzado no fue la única. En el séptimo mes de la lesión, justo antes de iniciar los entrenamientos en el campo, la mediocentro de Mairena del Aljarafe sufrió un accidente en el gimnasio al caerle encima de la espalda una barra que pesaba 80kg mientras hacía una sentadilla. Una lesión que nunca ha contado públicamente.
"Noté como un hachazo en la espalda. El readaptador me la quitó rápido, pero estuve ocho o nueve horas tumbada en urgencias. Recuerdo ir en camilla y que lo primero que me preguntaron fue: '¿Te sienten las piernas y los brazos? Me llevaron en ambulancia y llamé a mi madre llorando. Ese día salí andando, pero en la resonancia que me hizo el Betis y se dieron cuenta que me rompí una vértebra y todo el complejo ligamentoso que hay en una parte de la espalda se me desenganchó. Me tiré cuatro meses con corsé. El único momento que no tenía corsé era cuando estaba acostada y estuve haciendo cosas sin impacto. Aún así, fui a la boda de Mapi y a la feria... Me quedé finita, finita", bromea.
Volvió a jugar y a disfrutar de la pelota. Sin embargo, la peor lesión aún no había llegado. Fue en la temporada pasada. En la jornada 7 ante el Alhama. La centrocampista recibió un pelotazo en su brazo y se fracturó el tercio distal del radio derecho. "Fue la que más me dolió", apunta. Y desvela una anécdota que le ocurrió nada más lesionarse, en el campo.
Le lesión en la mano: «llegué a decir '¿donde está mi madre?'»
"Nadie se acercaba a mí. Sosa pasó corriendo y ni me miró y yo con la mano colgando... -se ríe-. De repente sentí una manita que me dijo: 'tranquila, Rosa'. Era Zaira Flores, a la que le agradezco mucho lo que hizo en ese momento. Ella dice que yo llegué a decir: '¿dónde está mi madre?", detalla entre risas al señalar también que justo era época de Halloween y que sus compañeras bromeaban con ella como si fuera un zombie por la mano.
Malos momentos en los que Rosa Márquez se dio cuenta de lo valioso que era tener una familia dentro del Betis. Lleva 12 años como verdiblanca y ha renovado hasta 2025. 12 años. Y pese a que mucha gente le insiste en que tiene que salir del club verdiblanco para seguir creciendo, ella mira para dentro y tiene ante sí algo incalculable. "Hay muchas cosas más allá de lo futbolístico". "Yo pienso en las de mi equipo y ellas lo han cambiado todo por hacer lo que hago yo sin cambiar nada. Y en el club de mi vida". Y amén. Como diría su gran valedora en sus inicios y ahora entrenadora del Betis, María Pry: "Rosa Márquez es Betis Féminas y Betis Féminas es Rosa Márquez".