FÚTBOL CATALÁN

Un homenaje a la altura de uno de los mitos del fútbol catalán: "Siempre decía que las alineaciones las hacía su mujer"

Reconocimiento a Jaume Creixell en el estadio del Sant Andreu.

Jaume Creixell, en su homenaje. /UE SANT ANDREU
Jaume Creixell, en su homenaje. UE SANT ANDREU
Marc Mosull

Marc Mosull

A cuatro días del Sant Andreu-Betis de Copa del Rey, el fútbol catalán rindió homenaje a uno de sus personajes más míticos, un Jaume Creixell (Barcelona, 1942) que militó como futbolista en el equipo verdiblanco y dirigió a los andreuencs durante su longeva carrera de más de 50 años como futbolista y técnico. "Es una institución en el club. Es el entrenador con más partidos en nuestra historia, 264", explica Joan Esteve, vicepresidente de la agrupación de jugadores del Sant Andreu y uno de los instigadores del tributo al Tigre Creixell, que antes de ocupar el banquillo de infinidad de equipos del fútbol regional catalán, fue un destacado portero que llegó a debutar en Primera División con el Elche.

"Ha sido una cosa muy gorda porque han venido muchos jugadores y de muy lejos. Desde Alicante, Andorra, Pamplona… es un día de mucha emoción para mí", comentó con alegría el homenajeado, un Jaume Creixell que entrenó a centenares de futbolistas, quizás miles, en los 39 años de actividad en los banquillos. Y una nutrida representación de ellos asistió al tributo con fines benéficos -se hizo una recogida solidaria de juguetes- que se le realizó en el Narcís Sala, la que es su casa.

Unos 300 espectadores también se acercaron al campo del Sant Andreu para disfrutar de la matinal sabatina de fútbol y de un triangular entre un equipo formado por periodistas -Creixell sigue colaborando con varios medios de comunicación y ahí todavía se ha hecho más popular por su visceralidad-, otro de exjugadores del Sant Andreu y una selección de futbolistas que fueron dirigidos por él.

En este último, había muchas caras conocidas, como el arquitecto del Girona, un Quique Cárcel que coincidió con Creixell a principios de siglo en l'Hospitalet cuando él era jugador. "Es muy querido en el fútbol catalán. Es una persona que tiene mucha gracia… Hay tantas historias para contar. Tenía mucho carácter pero dentro de la tensión de los partidos, siempre sabía ponerle un punto de humor. Siempre decía que las alineaciones las hacía su mujer o, a veces, te dibujaba 12 jugadores en el campo. Todo era un paripé suyo para lidiar con el nerviosismo".

El día que Creixell tiró billetes por los aires

"Sí, sí, es verdad. Venían con un papel y decía 'voy a dar la alineación, que la ha hecho mi mujer'. Claro, es que hay algunas anécdotas que no se pueden contar. Mira me acuerdo de que en un momento dado el club nos debía dos o tres meses y él lo reclamó a la directiva, y nos lo pagaron. Pero uno de los jugadores no fue a buscar el dinero. Y llegó Creixell cabreado al vestuario y dijo 'ya he ido yo a cobrar' y tiró todos los billetes por los aires, y el compañero empezó a recogerlo del suelo", revela entre risas Dani Casado, pupilo de Creixell en el Sant Andreu durante los 90.

"Estábamos ganando 0-1 en el campo del Yeclano y hubo follón con la grada y el árbitro. Y Creixell, a propósito, le hizo una herida con la uña a uno de nuestros jugadores... Y se fue al árbitro a decirle 'mira lo que le han hecho', para ver si suspendían el partido", cuenta con gracia Antonio Luna, ex del Sant Andreu.

En el acto también estuvieron presentes Raúl Longhi y Dani Solsona, uno de los mejores futbolistas de la historia del Espanyol, que colgó las botas en el Sant Andreu y a las órdenes de Creixell. Sobre el césped, el andorrano de récord Ildefons Lima fue la estrella con dos goles que celebró abrazando al veterano técnico barcelonés.

Durante la mañana se hizo un reconocimiento a la plantilla del Sant Andreu, dirigida por Creixell, que ascendió de Tercera a Segunda B en la temporada 89-90. Uno de los integrantes de aquel equipo fue el exjugador de Primera Carlos Purroy, que vino expresamente desde Pamplona con motivo del homenaje. En la comida posterior al triangular, celebrada en el restaurante Dopazo, donde Creixell firmó su primer contrato con el club, Purroy le entregó al exentrenador un Esker on, una figura de reconocimiento a su carrera que hizo el propio exfutbolista navarro, que tras colgar las botas se dedicó, con éxito, a la escultura. Pero esa es una historia que Relevo contará otro día.

Camiseta conmemorativa del homenaje a Creixell.  RELEVO
Camiseta conmemorativa del homenaje a Creixell. RELEVO

El fichaje del padre de Puado

"Es un motivador brutal. Nos motivaba a su manera, pero funcionaba. El que no corría lo tenía claro con él. Yo lo tuve de técnico en el Sant Andreu y fue él el que me trajo en el 93 de Salamanca a Barcelona... Y desde entonces me quedé aquí a vivir", el que lo dice es Francisco Javier Puado. Sí, el padre del delantero del Espanyol y héroe del último ascenso perico a Primera. Lo cual significa que si Puado nació en Barcelona y entró en la cantera blanquiazul es, en parte, gracias a Creixell. Horas después del acto a Creixell, por cierto, Francisco Javier estuvo viendo a su hijo en directo en el RCDE Stadium.

"Jugábamos en Andorra y apagó las luces del vestuario. Le dijo a Palomo 'dame el casco de la moto' y empezó 'bolita mágica, dime el resultado'... Y de repente lo prende y 'se ilumina, se ilumina' y el casco empieza a arder. Y le tuvo que pagar el casco a Palomo. Ah... ¡Y al final ganamos como había dicho!", cuenta con una carcajada el exandreuenc Óscar Rodón, el portero del equipo de exfutbolistas dirigidos por el Tigre Creixell, el protagonista de una matinal de recuerdos, risas y emociones en la que el fútbol catalán le rindió tributo a uno de sus personajes más icónicos y populares.