Admitida a trámite una demanda por los títulos de entrenador, la gran cruzada de Miguel Galán
La principal reclamación del opositor siempre ha sido conseguir que los alumnos de sus academias accedan a la licencia UEFA Pro, ahora ha llegado a los juzgados.
Hay algunas guerras en el fútbol español que al aficionado común le quedan un poco a desmano, pero por distintos motivos tienen cierta relevancia. Miguel Galán es presidente de CENAFE y, probablemente, el denunciante más activo y destacado en todos los procesos federativos del fútbol español. Su cara se ha hecho conocida por ir contra Villar, Rubiales y ahora Rocha. Ahora su presión legal tiene en duda todo el proceso electoral que debería arrancar este miércoles. Miguel Galán es clave en el momento actual, si la justicia le da la razón y se decide que el procedimiento no se ha llevado a cabo correctamente, se detendrá de nuevo el proceso y la posibilidad de una intervención de la FIFA será todavía mayor.
Ha llevado al borde de pánico a la federación y a sus distintos mandatarios, pero en realidad su gran guerra no es esa, sino algo mucho más de nicho, un problema con las licencias de los entrenadores. Los que salen de las academias privadas tienen muchos problemas para trasladar sus títulos a Europa y eso a él le enerva.
"Es el primer problema y el fundamental, si eso se soluciona querellator desaparece", explica Miguel Galán. El mote que le señala como el demandante en jefe del fútbol español solo depende, según su relato, de que le den la razón en una cuestión de fondo ¿tienen los entrenadores de las academias privadas los mismos derechos que los que salen de los cursos de la federación?
A modo de resumen, lo habitual en Europa es que las federaciones sean las únicas que expiden títulos de entrenador, pero en España existe una ley, el Real Decreto 320/2000, que regula la profesión de técnico de fútbol en el país. Es una instrucción reglada que permite a cualquiera que pase por una academia homologada sacar el título y poder ejercer.
"Eso fue hace 20 años, yo participé en la redacción y se decidió que había que meter la formación de entrenador de fútbol en el sistema educativo español, por eso ahora se llaman técnico deportivo de grado medio, lo niveles 1 y 2, y superior, el 3, son formación profesional", comenta Galán.
Este es el proceso para poder tener una escuela: "Te tiene que autorizar el Ministerio, y una vez que el Ministerio te autoriza y tienes un código de centro puedes empezar a dar los cursos. Cuando terminan los alumnos no le damos un título que ponga Miguel Galán, que podría ser sospechoso. No, arriba pone los nombres de Felipe VI y el ministro de Educación".
Estos títulos privados generaron cierta competencia entre la federación nacional y las territoriales, que eran las que tradicionalmente se encargaban de la expedición de estos títulos y las nuevas academias que, como CENAFE, la de Galán, se dedican a esto. En España no hay problema, porque el título es oficial y no hay mucho más que decir, pero el conflicto empieza cuando los entrenadores titulados por las academias intentan entrenar por Europa.
En el resto de países ponen problemas con las licencias que no son federativas, no les conceden automáticamente la categoría UEFA pro, que es la que corresponde a los entrenadores del último nivel y permite entrenar en cualquier equipo. Galán explica que esto es contrario al derecho europeo, pues por el Tratado de la Unión los títulos académicos otorgados por un país deberían ser válido en todos los países miembros.
"Cuando un entrenador de academia quiere entrenar en la federación de fútbol de Catar llama a la federación de fútbol de España y pregunta si el titulado es UEFA Pro para que le manden un transfer, en la Federación dice que no se ha formado con ellos y que no les dan el tránsfer", relata Galán.
Lo explica Pablo de Lucas, que se ha visto atrapado en esta trama burocrática: "Estoy en Rumanía y no me dejan sentarme en el banquillo, tengo que entrar en la grada, me tienen que poner un contrato como analista. Como no me dan el Pro aunque tenga el tercer nivel no me dejan sentarme en el banquillo. Si no al club lo sancionan y no le dan derecho a ascender. Constantemente problemas, cada vez se inventan una cosa. Estuve primero en Albania lo mismo, y en Rumanía muchísimos más problemas, aquí cada día me recuerdan que tengo que presentar la licencia".
La versión federativa
¿Es un problema de la UEFA? Según Galán, no: "En una denuncia que tuve yo en la Comisión Europea, se preguntó y la UEFA dijo que son funciones que tiene delegadas la federación de fútbol de España".
Galán dice que Villar intentó llegar a un acuerdo privado con él para que desistiese de sus demandas, pero que solo le ofrecía dar el transfer a los graduados en sus academias y que él, sindicalista, no podía aceptar un acuerdo que no incluyese a las otras escuelas de entrenadores. Con su sucesor no fue distinto. "Rubiales me engañó con Andreu Camps, me hizo una propuesta de una especie de exámenes que no aprobaba nadie, que costaban 1.500 euros", explica. Rocha, según cuenta, ni se ha sentado con él.
El examen de homologación existe, pero los que han pasado por él señalan que están hechos para que prácticamente nadie pueda pasarlos. "¿Sabes cuántas personas se han presentado al examen? Más de 1.000 personas. ¿Sabes cuántas han aprobado? siete", explica antes de contar que en la prueba de homologación, que en su opinión no tiene lugar, se preguntan cosas tan específicas como qué táctica desplegó Alemania en el Mundial de 1982.
Los entrenadores formados en academias son muchos, muchos más de los que salen cada año del curso federativo. Entre ellos, Jagoba Arrasate, quizá el caso más célebre de todos, aunque él sí tiene reconocimiento de UEFA. Ahora, 330 de ellos han cursado una demanda sobre este problema que ha sido admitida a trámite por el juzgado 33 de Madrid.
Mientras tanto, en la Federación explican que aceptar sin más los cursos crearía un grave problema en Europa. "En este tema Galán va a lo suyo. Él solo quiere la licencia UEFA pro automático y eso es imposible, sería cargarse todo el equilibrio de entrenadores en Europa", explica una fuente federativa. La explicación es que cada año solo salen 20 o 30 entrenadores del curso de la Federación y varios centenares desde los académicos. "No puede ser que Alemania, Inglaterra o Francia solo puedan hacer un máximo de 20 Pro al año y España de golpe ponga 3.000 al año en el mercado", cuentan.
Uno de los problemas tiene que ver con los exfutbolistas. "El federativo admite que los internacionales puedan sacarse el pro y Galán esto lo ha denunciado siempre", dicen en la federación que enumeran casos en los que ha habido conflicto: "La temporada pasada y esta el Madrid y el Barcelona femeninos tuvieron serios problemas en Champions. El entrenador del femenino del Madrid era académico y no le admitían en Champions", dicen las fuentes federativas, aunque Galán niega que haya habido ninguno lo que en su opinión es un contrasentido. Galán remarca que él no tiene nada contra los títulos federativos, que considera que ambos pueden convivir sin problema. Solo exige que los suyos tengan el mismo reconocimiento.
En la Federación ven que esta guerra es más profunda, entienden que hay un intento de dejar sin valor los títulos que ellos entregan. "En la nueva Ley consiguieron eliminar los federativos, pero logramos una enmienda en el último segundo para paliarlo. En las direcciones generales de deportes [autonómicas] hay al frente licenciados en INEF que odian a los federativos. En Castilla y León un federativo no puede entrenar, es todo una locura", explican
Galán defiende en público que es compatible que haya a la vez entrenadores federativos y académicos, en la Federación dicen que su discurso es distinto de puertas a dentro: "¿Ancelotti, Xavi, Valverde… deben dejar de entrenar porque no tienen el título del Estado español? Esto es lo que exige Galán y es una locura. Esto impediría que 19 entrenadores de Primera pudieran entrenar porque no son académicos", apostillan. Galán en todo caso niega que eso sea así, para él ambos títulos pueden coexistir.
Sigue la guerra y mientras Galán mantiene todas sus cuitas abiertas. Él es el primero que dice que este tema es su Vietnam: "Esto ya es una cosa de obsesión. Yo te digo que estoy obsesionado, tengo que controlarme de la ira, porque me sacan de mis casillas, es una injusticia total".