El ganador colateral de la sentencia de la Superliga: la asociación 'Robin Hood' en la que está Osasuna

Siempre que llueve, escampa. Eso pensarán en la UEC (Union of European Clubs), la asociación que nació en abril con la vocación de albergar a todos los clubes de la Europa futbolística con independencia de su tamaño, tras la sentencia de este jueves de la Superliga. Ellos se oponen frontalmente al proyecto liderado por Florentino Pérez, pero, paradójicamente, se podrían ver beneficiados como asociación por la sentencia.

Hasta este año sólo existía en el Viejo Continente una asociación de clubes, la ECA (European Club Association), creada en 2008 y presidida en la actualidad por Nasser-Al Khelaïfi, con un enfoque más bien elitista. La sentencia de la Superliga podría diezmar a la asociación comandada por el máximo mandatario del PSG y beneficiar a la UEC, la asociación del 'otro fútbol'.

Según adelantó Relevo, la ECA, molesta por el nacimiento de la UEC en primavera en Bruselas, comenzó a prohibir a sus clubes formar parte de otra asociación. Ahí radica el problema. ¿Hasta qué punto puede la ECA hacer eso? La sentencia de la Superliga, que reconoce un abuso de "posición dominante" por parte de la UEFA y de la FIFA, podría extrapolarse a la ECA, según comentan fuentes europeas.

Las dos asociaciones de clubes continentales, ECA y UEC, están en contra de la Superliga y ayer emitieron sendos comunicados para defender el modelo actual de la UEFA ante el proyecto disidente. Sin embargo, la ECA sufrió una doble derrota y la UEC una victoria muy amarga. La sentencia de Luxemburgo es un toque de atención ante una UEFA que, según las fuentes consultadas, no podrá hacer oídos sordos con la UEC ni cerrar filas sólo con la ECA.

La exclusividad que exige la ECA a sus asociados ha motivado que pocos clubes pertenecientes a la UEC hayan salido del armario. De entre los 150 que la componen hoy en día, sólo se conocen un puñado de nombres. Entre los más activos, el Union Saint-Gillois belga, el Lokomotiva de Zagreb, el campeón letón RFS, el israelí Maccabi Netanya y Osasuna, único representante español que así lo reconoce. Los navarros tienen en la figura de su director general, Fran Canal, a uno de las personas más respetadas en la UEC.

En el lanzamiento del proyecto de la UEC, en el que estuvieron presentes el griego Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea, y Javier Tebas, presidente de LaLiga, había más representantes del fútbol patrio. José María del Nido Carrasco, del Sevilla FC, era el más reconocible, pero no el único. También se dieron cita aquel 24 de abril en el Hotel Renaissance de la capital de Europa dirigentes del Betis, Valencia, Levante y Espanyol.

El día del bautizo de la UEC, por parte de los ingleses, acudieron el Aston Villa, el Brighton y el Crystal Palace, en toda una declaración de intenciones de un país que está muy próximo a la asociación incipiente. No en vano, Steve Parish, mandamás del Crystal Palace, ha sido ponente en sus eventos. El 8 de diciembre esa sintonía se plasmaba con la incorporación a la UEC de 30 clubes ingleses tras un acuerdo con Fair Game, grupo británico que promueve una nueva gobernanza en el fútbol. Pero sólo cuatro clubes salían del armario en la nota oficial de prensa: Lincoln City, Bristol Rovers, AFC Wimbledon y Bury FC.

La UEC no tiene ningún problema con esa cohabitación de asociaciones y pretende dar voz a todos los clubes, escapando de un modelo elitista. Un club, un voto. La UEC tiene la visión a largo plazo de igualar fuerzas con la ECA en el proceso de toma de decisiones en el seno de la UEFA. Por su parte, la ECA presenta un modelo de castas dividido en tres estratos: miembros ordinarios (Atlético de Madrid, Real Sociedad, Betis, Sevilla y Villarreal, entre los españoles); miembros asociados (Getafe, Levante y Valencia) y miembros de network (Athletic Club, Girona, Celta y Espanyol).

De los 456 clubes que componen la ECA, hay 140 calificados como 'ordinarios', los que compiten regularmente en competiciones europeas de la UEFA. Son los que votan en todos los asuntos de la Asamblea General y pueden presentarse a los órganos de la ECA. Los 168 que conforman el cuerpo de 'miembros asociados' tienen derecho a elegir a los miembros de la Asamblea y de los diferentes órganos, pero no intervienen en el resto de decisiones. En la última categoría, nacida en 2022 y llamada 'network members', están presentes 208 clubes en calidad de oyentes.

La ECA ha tenido como dos últimos presidentes a Andrea Agnelli (que dimitió tras descubrir Aleksander Ceferin que estaba metido de lleno en la Superliga) y Nasser Al-Khelaïfi. Las voces más críticas dicen que el presidente de la UEFA y el del PSG cuecen algunos temas de la ECA en pareja, sin necesidad de buscar consensos. Ceferin y Al-Khelaïfi están muy unidos tras la gran decepción personal del cabeza de la UEFA con Agnelli. No en vano, el esloveno es el padrino de la hija del italiano y jamás se pudo imaginar la traición entre bambalinas del expresidente de la Juventus.

Al-Khelaïfi es uno de los grandes perdedores en el tablero de la política futbolística tras conocerse la sentencia de este jueves. Él es un dique de contención contra la Superliga y rema al lado de Aleksander Ceferin. Su figura fue muy importante para abortar el primer intento separatista del grupo liderado por Florentino Pérez en abril de 2021. Pero además, el actual cabeza de la ECA (en el cargo desde abril 2021 y reelegido hasta 2027) podría ver cómo la asociación de clubes que preside pierde adeptos, poco a poco, en detrimento de la asociación 'Robin Hood'. Esa que quiere dar voz al pueblo y que tiene en Osasuna a su más fiel aliado español.