FÚTBOL | JAVI GARRIDO

Los problemas de las estrellas por la fama y vivir ajenas a la realidad: "Pueden llegar a sentir que están por encima del resto"

Javi Garrido cuenta en esta segunda entrega su experiencia en el Manchester City y lo que supone convivir en un vestuario lleno de grandes figuras.

Javi Garrido, en su época como futbolista del Manchester City, jugando un derbi contra el United. /EFE
Javi Garrido, en su época como futbolista del Manchester City, jugando un derbi contra el United. EFE
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Después de consumarse el descenso de la Real Sociedad tras una temporada para el olvido, Javi Garrido, como muchos otros futbolistas de ese plantel (Kovacevic, López Rekarte, Diego Rivas, Díaz de Cerio…), hizo las maletas para afrontar una nueva aventura lejos de casa. El Manchester City pagó 2,2 millones de euros por hacerse con los servicios del lateral izquierdo. Un año después de su llegada a Manchester, tuvo lugar el desembarco del jeque Mansud Bid Zayed y todo su séquito para cambiar la fisonomía de un club que hoy en día es uno de los más grandes de Europa. "Ya se notaba que querían hacer algo grande", recuerda el ex de la Real Sociedad.

Garrido pasó de estar en un vestuario muy familiar como el de la Real Sociedad a uno que comenzaba a estar plagado de estrellas mundiales como Robinho, Tévez o Yaya Touré. En esta segunda parte de la entrevista, el irundarra cuenta cómo era compartir caseta con esos futbolistas y ser protagonista, de primera mano, de algunas extravagancias de algunos de sus compañeros. "Yo no estaba acostumbrado a nada de eso", reconoce el exfutbolista, que entabló una muy buena relación con el ex crack del Real Madrid, Robinho.

¿Cómo era?

Robinho, en general los sudamericanos, son gente que se rodea mucho con latinos, argentinos... Es alguien que siempre tenía personas conocidas en casa. Venía del Real Madrid y sí que notábamos que esa presión la sentía. En cuanto a calidad, uno de los mejores jugadores con los que yo he podido disfrutar en un vestuario, pero al final también te das cuenta de que un jugador solo no puede. Todo el mundo esperaba muchísimo de él, pero también necesitaba tener más gente su alrededor para poder dar ese salto de calidad. Con el paso del tiempo, los jugadores llegaron y los que estábamos también aportamos nuestro granito de arena. 'Este jugador nos va a solucionar todo', se pensaba la gente, pero no. Al final es un deporte de equipo y un jugador solo, por mucha calidad que tenga, es difícil que te pueda solucionar, en algún momento sí, pero … Eso él lo fue sufriendo, pero en el grupo supimos cómo rodearle y entender que él, muchas veces, las labores defensivas no las iba a hacer para poder estar un poco fresco a la hora de coger, dar el último pase o regatear en el último tercio.

Garrido se refiere a Robihno y a todo lo que rodea a los jugadores con esa fama. Relevo

No te voy a preguntar si te sorprende todo lo que le ha pasado con posterioridad, pero, ¿se le veía que podía pasarle algo así? Cuando se rompe la burbuja en la que viven, ¿es difícil abstraerse de todo lo que rodea la figura de una estrella mundial?

Eso sí que lo veía. Muchas veces tenía esa sensación de que a mí no me iban a pasar ciertas cosas … Muchas veces nos creemos que podemos hacer ciertas cosas porque somos quien somos y que bueno, nos van a respetar. Sin meterme en el caso exactamente de Robinho, pero el jugador sí que puede llegar a sentirse como que está un poco como por encima del resto y eso es por la repercusión que se nos da. Pero es nuestra labor la de decir: 'Esto no es la vida real' Y eso te lo da la perspectiva del tiempo cuando sales de ahí, cuando ya dejas de ser famoso, cuando dejas de ganar mucho dinero, cuando te pueden ir mal las cosas de la vida… Yo no quiero decir que toda la gente que nos ha rodeado durante nuestra etapa lo ha hecho por interés, pero si es verdad que, cuando das ese paso al lado, te sientes un poquito más solo, sin tanta floritura, sin tanta miel. Y eso, depende de qué jugadores y a qué nivel han estado, lo notarán más. Jugadores que hemos estado bien, que se nos ha reconocido, pues también lo hemos podido llegar a sentir. Y yo desde luego, hablando a nivel personal, sí que un poco te das cuenta de que una vez que sale ese personaje, que se desbloquea, tienes los mismos problemas que el resto del mundo.

"Robinho era alguien que siempre tenía personas conocidas en casa. Venía del Real Madrid y sí que notábamos que esa presión la sentía. En cuanto a calidad, uno de los mejores jugadores con los que yo he podido disfrutar en un vestuario"

Javi Garrido

El primer entrenador que tuvo a su llegada a Manchester fue una leyenda como el recientemente fallecido Sven Goran Eriksson..

Sí y la verdad que tengo un recuerdo fantástico. Mi recuerdo de Manchester, yo siempre lo comento, que quizás sea porque fue mi primera experiencia fuera y la recuerdo muy gratamente porque me lo hicieron todo muy fácil. Era un club que estaba muy bien organizado. Aparte de mi incorporación, se hicieron como ocho o nueve fichajes más. Thaksin Shinawatra, exprimer ministro tailandés, se hizo cargo de la entidad. Y durante ese primer año que estuvimos con él, no solo se ficharon jugadores, sino que ya se intentaba hacer ciertas cosas. Toda la parte del departamento médico, la infraestructura a nivel de entrenamientos, de la ciudad deportiva, gimnasio y tal, se fue mejorando. Y luego es que nos trataban muy bien. La oportunidad de jugar en la Premier también fue algo fantástico. La atmósfera, los campos, todo... Yo tengo un recuerdo muy grato.

¿Cömo era Eriksson?

Era un hombre que gestionaba muy bien lo que es al jugador, entendía muy bien la psicología. Él delegaba mucho en los dos o tres entrenadores que él tenía para llevar la sesión de entrenamiento, pero cualquier problema que él pudiese ver que tú tenías o que pasabas algún bache, directamente te cogía, te hablaba y te explicaba. Te lo hacía muy fácil, era muy cercano con el jugador. Eso sí que lo recuerdo de él. Y luego el primer año nos fue muy bien. Empezamos muy bien, lo que pasa que luego la temporada se nos hizo larga y terminamos novenos.

Después del sueco llegó un mito en el fútbol británico como Mark Hughes y tras él, Roberto Mancini…

Hughes era como más distante, no tenía esa cercanía. Se notaba que era una persona reservada, pero muy competitiva. También delegaba en sus dos ayudantes sobre cómo marchaba el funcionamiento de los entrenamientos, pero sí que le gustaba ganar, sí que se le notaba rápidamente cuando no estaba satisfecho con algo, de la misma manera que Mancini. Éste ya le daba más importancia al tema táctico como buen italiano y era riguroso, le gustaba llevar bastante las tareas del entrenamiento y no era muy distante, tan distante como Mark Hughes, pero sí que te dejaba las cosas claras. Las cosas tenían que ser como a él le gustaban, si no él lo demostraba en alguna charla o en sesiones de vídeo, que hacíamos mucho. Con Mark Huhges, en mi segundo año, ya estaba los jeques y ahí ya empezaron a venir gente de peso, los resultados iban acompañando y se notaba que algo diferente había.

Garrido cuenta cómo era el vestuario del City. Relevo

¿Se notaba en ya entonces que se estaba cocinando algo grande?

Sí, se notaba. En una de esas charlas en mi segundo año, que ya estaba el Jeque, vino Khaldoon Al Mubarak, la mano derecha del jeque Mansour Bin Zayed y él nos lo dejó muy claro que el City iban a hacer todo lo posible por estar ahí arriba, que todas las facilidades para que el jugador entrenara, iban a estar. Estaba ya pendiente el crear una ciudad deportiva que es la que actualmente tienen ahora mismo y ahí, una vez que traes jugadores de mucho peso, el tema de seguridad, se sobredimensionó todo muchísimo. Muchos más preparadores físicos, muchas más facilidades, nutricionistas, diferentes cocineros. Yo venía de un sitio donde ya había una estructura potente, pero con ellos era todo facilidad al jugador para que el jugador pudiera desarrollar todo y dejar a lado todos los problemas que pudiese tener en cuanto a cualquier tontería que tuviese, siempre había alguien en el que poder llamar, te facilita muchísimo la labor. Y eso al final lo agradeces, porque solo te tienes que dedicar exclusivamente al mundo del fútbol y bueno los resultados fueron cayendo.

"Robinho, Tévez o Yaya Touré eran jugadores que venían cobrando muchísimo dinero y se podían permitir cualquier tipo de extravagancia, que las tenían, pero no dejaban de ser personas normales"

Javi Garrido

Para alguien que venía de un equipo como la Real Sociedad, en el que sí había estrellas, pero la mayoría era gente de casa, ¿te fue difícil adaptarte a un vestuario con tanta estrella?

Al principio, sobre todo cuando llegan. Los ves desde la distancia, pero luego en el día a día ellos, al final somos personas y nos relacionamos de la misma manera. Y los medios de comunicación lo que hacen es magnificar todo, pero luego cuando estás con ellos tienen sus incertidumbres, tienen sus curiosidades y al final no son... Sí que vienen un poco con la responsabilidad de tener que demostrar, pero cuando ya van pasando las semanas, los meses, vas conociendo... Al final los ves como muy cercanos, como muy... Pero yo entiendo que desde fuera todo se magnificara todo. Claro que te sorprenden muchas cosas porque aquí en la Real Sociedad estábamos acostumbrados a cierto nivel, estaban Darko Kovácevic, Valery Karpin, pero cuando te vienen ya figuras como Robinho, Tévez o Yaya Touré... Son jugadores que te vienen cobrando muchísimo dinero, que se pueden permitir cualquier tipo de extravagancia, que las tenían, diferentes coches, bueno, pero es que eso es normal, ¿no? Porque eso te lo da el poder económico, pero luego, cuando te paras a pensar, ahí en el aspecto personal no dejan de ser personas normales. Personas que han tenido ciertas cualidades para llegar ahí, que se les ve mucho por la tele, pero al final ellos también sufren, padecen, tienen incertidumbre, tienen curiosidad... El contacto te hace ver que no hay tanta diferencia entre unos y otros.

Javi Garrido cuenta una anécdota vivida junto a Carlos Tévez. Relevo

Cuéntame alguna extravagancia…

Me acuerdo una vez que veníamos de Londres y teníamos tres días libres. Llegamos al área privada del aeropuerto, donde aterrizaban los jets. El piloto lleva nuestro avión al lugar donde tenía que ir y al lado había otro jet igual de grande que el nuestro. No le hicimos mucho caso, empezamos a bajar y justo en la sala de espera había como 16 personas. Se baja Carlos Tévez, nos despedimos, y se queda con ellos. Eran sus amigos que iban a coger el jet privado a Roma, que iban a pasar allí los tres días y luego volvían. Al ver esas cosas sí pensabas que el poder económico del dinero es un poco lo que te da para poder disfrutar de esas cosas o tener ciertas libertades. Eso sí que me chocó un poco.