MUNDIAL SUB-20

El chasco del Mundial sub-20 esconde el último truco de Jorge Vilda en Marruecos: tres despidos y "poder total"

El entrenador madrileño acaba de despedirse del torneo con un balance de seis goles en contra, ninguno a favor y tres derrotas.

Jorge Vilda, durante el partido que enfrentó a Marruecos y a España en el Mundial Sub-20. /Getty
Jorge Vilda, durante el partido que enfrentó a Marruecos y a España en el Mundial Sub-20. Getty
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Hace escasas horas, Jorge Vilda y sus pupilas se despedían del Mundial Sub-20 con un balance revelador: seis goles en contra, ninguno a favor y tres derrotas en tres encuentros. Además, España -plagada de suplentes- les pegaba la última cornada.

El chasco en Colombia añade otra mancha en su corta trayectoria en Marruecos. El combinado nacional absoluto ya se quedó fuera de los Juegos Olímpicos, el gran objetivo a su llegada. Sin embargo, y más allá del verde, el Mundial Sub-20 ha servido para desvelar la última jugada maestra de Jorge Vilda en Marruecos. El asunto tiene su miga porque cuando el entrenador madrileño aterrizó en la capital norteafricana asumió dos cargos: se convirtió en el seleccionador absoluto marroquí y en el director deportivo de su fútbol femenino, como en España. 

Pero, unos cuantos meses después, afrontaba el Mundial Sub-20 como entrenador de dicha plantilla. ¿Qué pasó? ¿Cómo Jorge Vilda -de nuevo- se ha convertido en dueño de todo el pastel? Tres despidos y un despacho lleno de medallas acompañan al relato.

Un despacho lleno de medallas

Según pudo saber Relevo, hay que remontarse hasta el comienzo de 2024. Hasta ese momento, Stéphane Nado había dirigido al equipo, al que había conseguido clasificar para el torneo por primera vez en su historia. Antony Rimasson, otro técnico francés, también formaba parte del éxito. Que ambos se mantuviesen al frente parecía lo más lógico teniendo en cuenta el hito alcanzado. Sin embargo, en una drástica decisión, la federación marroquí prescindió de sus servicios.

Antes de continuar con la historia, merece la pena destacar que, nada más llegar (el octubre pasado), la federación marroquí abrazó con entusiasmo a Jorge Vilda, al que le entregó las llaves de su fútbol femenino y convirtió en su mandamás. Marruecos había fichado al campeón del mundo -algo impensable en condiciones normales debido al camino que todavía le quedar por recorrer al balompié femenino marroquí- y a Jorge Vilda (previo contratazo) le servía para huir del ruido. Marruecos parecía el destino ideal donde refugiarse. Un win-win de manual.

Además, fuentes conocedoras de sus andanzas en Marruecos, desvelan que el exseleccionador nacional viajó a África con todas las medallas logradas en la RFEF. Guarda los metales en su despacho y los muestra cada vez que tiene ocasión, como muestra de su valía deportiva y escudo protector de su trayectoria. Por supuesto, el oro absoluto logrado en el pasado Mundial de Australia y Nueva Zelanda es la joya de la corona.

Varios despidos y un cuerpo técnico con mayoría española

El caso es que con la destitución de Stéphane Nado y Antony Rimasson, Dimitri Lipoff apareció en escena. El técnico francés -exentrenador del Nápoles y con experiencia en clubes como el PSG o el Olympique de Lyon- dirigía al combinado nacional sub-23. Tras la destitución de los dos entrenadores citados anteriormente, Jorge Vilda pensó en él como el sustituto en la sub-20, erigiéndole como su nuevo hombre de confianza. Duró poco.

A los pocos meses, Dimitri estaba firmando su finiquito y abandonando Marruecos junto a su familia rumbo al Al Ahly FC Women egipcio. Jorge Vilda y su cuerpo técnico en la absoluta se ponían al mando. Un staff con mayoría española. Desde sus asistentes pasando por el entrenador de porteros (Diego) o el preparador físico (Joaquín) y en el que figuran nombres como el de Miguel Ángel Sopuerta, con pasado en el fútbol femenino español (entrenó al Atleti), o el joven Saad Guermane, que probó fortuna en las categorías inferiores del Villarreal.

En apenas unas semanas, la federación marroquí prescindió de sus tres entrenadores en las categorías inferiores, confiándole el destino -ahora, también con presencia en el banquillo- de su fútbol a Jorge Vilda. Tan sólo unos meses después de su anuncio como seleccionador femenino de Marruecos, y a pesar del rendimiento deportivo, el madrileño posee "poder total", reconocen fuentes conocedoras de su situación.

Ahora, y tras sus dos últimos batacazos, el próximo desafío de Jorge Vilda y su cuerpo técnico es la Copa África, que se celebrará en Marruecos el año que viene. Además, después de no clasificarse para los Juegos Olímpicos, llegar en forma al torneo y desempeñar un buen papel es vital. Lo contrario, podría ser letal.