Europa da un sopapo al Athletic y convierte San Mamés en una pesadilla
Una polémica decisión del árbitro acabó con cualquier sueño del conjunto rojiblanco y puso en bandeja la final al United.

El fútbol es así de injusto. No importa lo que le hayas dado y regalado en los últimos meses, que puede castigarte de la forma más cruel cuando menos lo esperas. Desde hoy lo sabe bien el Athletic y San Mamés. Porque el conjunto bilbaíno ha cuajado una Europa League casi perfecta, ha llegado hasta semifinales mientras caminaba con paso firme en LaLiga rumbo a la Champions, pero en el día más importante recibió un tortazo. El más duro. Una goleada del Manchester United con una acción polémica que se recordará durante décadas en Bilbao, pero que le deja con pie y medio fuera de su final. La de San Mamés. Solo un milagro en Old Trafford podría remediarlo, pero parece difícil. Y menos en estas circunstancias.... Que le pregunten a la Real Sociedad.
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Bilbao volvía a estar preparado para la batalla. Como todas las grandes noches continentales. Como todas las veces en las que el Athletic cita a su gente. Pozas volvía a ser un callejón rojiblanco en el que era difícil caminar. Porque lo que se jugaba en San Mamés eran unas semifinales de la Europa League. Ante el Manchester United. Lo que nadie sabía, o al menos no quería creer, era que el rival, un gigante de Europa que deambula moribundo en la Premier y necesita la Europa League para volver a la Champions League, volvería a sonreír como lo hizo hace un tiempo ante la Real. A base de penaltis. A base de polémicas.
Intentemos analizar el partido sin hablar del colegiado. Ya adelanto que va a ser casi imposible. Mencionemos, al menos, que el Athletic saltó al césped como las grandes noches. Mordiendo, con su gente llevando en volandas a los suyos y metiendo al conjunto inglés en su campo. Atemorizados. Incapaces de dar dos pases seguidos mientras Galarreta y Jauregizar mandaban en el centro del campo. Maroan Sannadi seguía siendo el mismo Elefante Africano que enamoró en Primera Federación, comiéndose a Lindelof y Maguire en una primera media hora en la que los de Ernesto Valverde lo bordaron.
Pero ya saben. Cuando perdonas ante un gigante como el Manchester United, lo pagas. Y muy caro. Iñaki Williams pudo enloquecer a San Mamés con un remate franco dentro del área, pero su cabezazo se marchó ligeramente elevado. Rugía como nunca la Catedral, antes de que una gran jugada entre Jauregizar y el propio Iñaki acabese en un remate en el área pequeña que despejó como pudo Lindelof. Se olía el gol. Se olía una gran noche. Pero todo cambiaría para convertirse en la peor pesadilla que se recuerda en este estadio. Una de las noches más duras. Dolorosa. Harán falta muchos años para sanar estar herida. Porque este grupo no se merecía este sopapo.
Maguire inventa, prolonga Ugarte, ejecuta Casemiro.
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El tanto del Manchester United. #UEL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/V0ialqbXu3
El primer tortazo fue fútbol. Y de eso uno se repone. El golpe fue de un Casemiro que lleva impregnado en sus genes esos momentos especiales para ser protagonista cuando su equipo no hace nada y parece medio muerto. El exmadridista apareció en el segundo palo para helar los ánimos de Bilbao con un cabezazo. Y desde ese mismo instante el partido enloqueció hacia unos términos extradeportivos y que convirtieron la Catedral en una olla a presión contra un hombre: Espen Eskas. Un colegiado noruego que nadie conocía pero que nunca se olvidará en esta ciudad.
El partido cambiaría en una acción en la que Ugarte roba la posesión a Galarreta con una falta muy protestada en el estadio rojiblanco, antes de llegar a Garnacho, que controló con la mano de forma accidental. El centro se paseó por el área sin que nadie protestase, ni siquiera los jugadores del cuadro inglés. Pero el VAR avisó de un posible penalti, ante el desconcierto de San Mamés. Nadie entendía nada. Suficiente para que Espen Eskas considerase que había que pitar penalti y expulsar a Dani Vivian a los 35 minutos. Matar la eliminatoria, en definitiva.
😱 El VAR llamó al arbitro para revisar el agarrón de Vivian... ¡y señaló penalti y roja en contra del @AthleticClub!#TodoPasaEnTuBar pic.twitter.com/NH8BuXN3uM
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Porque Bruno Fernandes, como hizo ante la Real Sociedad, no tuvo piedad. Es infalible desde el punto de penalti y no faltó a su cita con el gol. Engañó a Julen Agirrezabala y destrozó cualquier sueño rojiblanco. Desde ese momento, nada importó en el estadio bilbaíno. Fue una constante guerra interna entre la ira y la rabia. En el césped y en la grada. Cualquier decisión del colegiado era protestada. Por primera vez en el nuevo San Mamés se vieron pañuelos blancos pidiendo que alguien sacase al colegiado noruego de esta fiesta del fútbol.
Al segundo bofetazo le llegó un tercero sin reacción. Ni siquiera los cambios de Ernesto Valverde, que con los dos goles encajados prefirió intentar sobrevivir cambiando a Berenguer por Paredes, pudo evitarlo. El Athletic estaba herido de muerte y el Manchester disfrutaba de un guion que nadie hubiese esperado. Cómo hacerlo si en los dos últimos años solo han ganado este escenario y en la liga española el Real Madrid y el Atlético de Madrid.
El 0-3 era un castigo durísimo con lo que ha hecho este grupo, regresando a unas semifinales de Europa League 13 años después para ilusionar a toda una ciudad solo un año después de convertirles en campeones de Copa. A este grupo se le pueden discutir pocas cosas. Y, desde luego, este partido no será una de ellas. Porque hay cosas que son incontrolables. La afición les demostró su cariño con uno de los cánticos que mejor representan el orgullo y agradecimiento que tienen hacia ellos: 'Este es el famoso Athletic, el famoso Athletic Club; y estos son los campeones, aupa Athletic Txapeldun'.
Orgullo rojiblanco
La segunda parte era un compromiso difícil de jugar, pero los de Ernesto Valverde entendieron que debían buscar la heroica. Era casi imposible, pero no merecía la pena pensar en no recibir goles y sí en soñar con una mínima esperanza para Old Trafford. Se lanzaron al ataque descuidando su área y pudo llegar un castigo aún mayor, pero también levantaron de sus asientos a los 50.000 aficionados rojiblancos que les apoyaban desde la grada.
Incluso, la afición se tomó a broma cualquier decisión del colegiado. Se celebró como un gol cuando Espen Eskas mostró una amarilla a Mount en el minuto 77. La primera del partido para los ingleses. Cuando se la mostró a Garnacho por perder tiempo en un cambio cerca del final ya no hubo tanta ironía. Resistió el Athletic con los tres goles, un castigo durísimo que deja la eliminatoria prácticamente vista para sentencia salvo que medie un milagro en Old Trafford. Así es el futbol. Así es Europa. Cuando más ilusión había, llegó la bofetada más gorda que se recuerda en Bilbao. Un día para olvidar, pero la despedida de la gente a sus jugadores estará para siempre en el corazón de cada uno de estos futbolistas. Imposible de olvidar, como la bofetada recibida.
Ficha técnica
- Athletic : Agirrezabala, De Marcos (Gorosabel, min. 42), Vivian, Yeray, Yuri, Galarreta (Prados, min. 46), Jauregizar, Iñaki Williams (Djaló, min. 87), Berenguer (Paredes, min. 42), Nico Williams (Unai Gómez, min. 79) y Sannadi.
- Manchester United : Onana, Mazraoui (Shaw, min. 74), Yoro, Maguire (De Ligt, min. 65), Lindelof, Dorgu (Diallo, min. 84), Ugarte (Mount, min. 65), Casemiro, Bruno Fernandes, Garnacho (Mainoo, min. 84) y Hojlund.
- Goles : 0-1: min. 30, Casemiro. 0-2: min. 37, Bruno Fernandes, de penalti. 0-3: min. 45, Bruno Fernandes.
- Árbitro : Espen Eskas (Noruega). Amarillas a Yuri, Unai Simón, Yeray, Mount, Garnacho y Yoro. Roja directa a Vivian en el minuto 35.
- Incidencias : Partido de ida de semifinales de la Europa League disputado en San Mamés.