Alerta ultra de nuevo en el Reale Arena: "Tengo miedo y me voy a quedar en casa"
Donostia volverá a blindarse por la presencia masiva de aficionados radicales del Ajax.
"Hoy voy a ir solo a Anoeta. Amaya y Aingeru se van a quedar en casa. A mi hijo le da pánico el tema de los ultras. Irán el domingo contra el Betis, pero hoy se quedan en casa. No me atrevo ni a llevar a mi sobrino, que suele venir con nosotros". Son palabras de Joseba Novoa, el marido de Amaya, la aficionada de la Real que en los prolegómenos del partido entre la Real Sociedad y el PSG de la pasada edición de la Champions League recibió en la cabeza el impacto de un proyectil disparado por la Ertzaina y que, con posterioridad, fue pateada en el suelo. El de Amaya y Aingeru no es el único caso de aficionados de la Real que hoy se quedarán en casa. El motivo es de sobra conocido: la presencia en Donostia de un elevado número de ultras con motivo de la disputa del encuentro entre el conjunto blanquiazul y el Ajax de Amsterdam.
"Yo siento miedo y prefiero quedarme en casa". Marian Olazabal también lo tiene claro. Esta socia de la grada Aitor Zabaleta ha decidido ausentarse del encuentro de hoy y quedarse en casa viendo el partido por televisión. Sí acudirán, por el contrario, María y su amiga Amaia, que volverán a sentarse en la grada familiar, como ocurrió en la visita del Anderlecht. Vivieron en primera persona todo lo acontecido. Sintieron miedo e indignación a partes iguales, aunque, eso sí, no se movieron de su asiento. Es hora de echar la vista atrás y ambas seguidoras de la Real hablan alto y claro. "Me sentí bastante humillada porque vi que no se hizo nada para parar lo que estaba ocurriendo. Hasta que no terminó el primer tiempo no se hizo nada. La Ertzaina tampoco actuó como se debía de haber actuado porque estaban viendo lo que estaba pasando y nadie subió para pararles. Me sentí humillada en el sentido de que no se hizo nada para pararlo. Estábamos ahí abajo y los de arriba seguían rompiendo asientos, tirándolos. No se paró el partido. Me sentí que me estaban tomando el pelo", afirma María que, de cara al partido de hoy, espera que las autoridades hayan tomado nota y no se repita episodios como los acontecidos frente al Anderlecht. "Visto lo que ocurrió en el otro partido, espero que tomen medidas y y no ocurra lo mismo porque ya saben que puede pasar esto. Espero que estén más preparados y que no vuelva a ocurrir lo mismo", desea.
"Recuerdo ese partido con una sensación de impotencia, ya que empezó y, al poco tiempo, comenzaron a lanzar trozos de asientos, cristales, todo lo que pillaban y ahí sí, empezamos a sentir miedo porque había muchos niños"
Aficionada de la Real SociedadAmaia se expresa en los mismos términos que su amiga. "Recuerdo ese partido con una sensación de impotencia, ya que empezó y, al poco tiempo, comenzaron a lanzar trozos de asientos, cristales, todo lo que pillaban y ahí sí, empezamos a sentir miedo porque había muchos niños", recuerda con indignación. "Empezaron a llorar, a correr, todo el mundo gritando. Fue una sensación de sentir mucha impotencia", confirma esta aficionada de la Real, que no entiende el proceder del personal de seguridad allí presente. "Estábamos solas, literal, y nadie hacía nada. Pararon el partido medio segundo que no sirvió para nada. A los de seguridad les pedimos ayuda y no hacían absolutamente nada, solo que nos calmáramos, que tuviéramos piedad y no fue hasta la segunda parte, que entró la Ertzaina, cuando la situación se calmó un poco, Fue una sensación de sentirnos humillados y solos", proclama.
En la mente de los aficionados de la Real todavía están muy presentes las imágenes de los actos vandálicos protagonizados por los seguidores más radicales del Anderlecht que provocaron destrozos incluso dentro del Reale Arena, causando escenas de pánico entre los seguidores de la Real apostados en esa zona del campo. Los ultras del equipo belga rompieron el cristal de la pantalla de seguridad y lanzaron todo tipo de objetos, asientos incluidos, a los seguidores del equipo blanquiazul que se encontraba debajo
Estos graves incidentes ocurrieron cerca de la media hora de encuentro, coincidiendo también con el 1-1 de los belgas, y se alargaron durante varios minutos. De hecho, el colegiado se vio obligado a parar el partido por unos minutos, aunque, finalmente, se reanudó ante la indignación del respetable. Los seguidores radicales del Anderlecht, unos 300 situados en torno a un perímetro de seguridad, destrozaron una de las pantallas de metacrilato para lanzar objetos, en su mayoría, butacas que arrancaron de su sitio. La afición txuri urdin situada en la grada inferior se vio obligada a abandonar sus localidades.
"Me parece vergonzoso que dejen andar a estos salvajes por toda la ciudad y que su presencia puede acarrear graves consecuencias. Y ya en el campo tengo miedo a que vuelvan a hacer de las suyas como sucedió en la visita del Anderlecht. Ojlalá que hoy no suceda nada, los tengan controlados y si la lían, de vuelta al avión y a sus casas", pide Marian Olazabal, para quien "es triste que muchos niños con sus aitas no puedan hoy ir a la grada familiar por culpa de estos energúmenos", lamenta.
"Me parece vergonzoso que dejen andar a estos salvajes por la ciudad. Es triste que muchos niños con sus aitas no puedan hoy ir a la grada familiar por culpa de estos energúmenos"
Socia de la Real Sociedad..
Los primeros ultras del Ajax ya están en Donostia
Donostia y, más concretamente, el barrio de Amata volverá a blindarse para recibir la visita de unos 2.000 aficionados del Ajax, algunos de los cuales ya han llegado a la capital guipuzcoana y ya se están dejando notar, para presenciar el partido de Europa League. Hay que recordar que la Real Sociedad, aunque en un principio se negó a enviar entradas al club neerlandés para evitar incidentes del pasado, finalmente, obligada por la UEFA, envió 1.925 entradas. Las autoridades prevén que cerca de cien sean ultras, de los que un buen número no tendrían localidades. Estos últimos se tratan de los hinchas más radicales del equipo neerlandés y son considerados peligrosos y de los que más pendientes estará la Ertzaintza.
En este sentido, Eneko Goia, alcalde de Donostia, se mostró contundente hace escasas fechas. "Lo quiero poner en el foco, porque parece que la responsabilidad no es de nadie, pero no, aquí hay gente que se comporta mal, aficionados del Ajax y alguno de aquí, también", señaló el primer edil donostiarra, que insistió en que él hubiera preferido "no vender entradas a una afición cuyo comportamiento es conocido en otros eventos de estas características. Como bien sabéis, no ha sido posible, así que nos toca gestionarlo de la mejor manera posible".
"Hubiera preferido no vender entradas a una afición cuyo comportamiento es conocido en otros eventos de estas características. Como bien sabéis, no ha sido posible, así que nos toca gestionarlo de la mejor manera posible"
Alcalde de DonostiaEl alcalde anunció, entre otras cosas, que las medidas se dejarán notar a partir de las 18.00 horas en el entorno de Amara-Berri, por lo que ha recomendado "moverse en transporte público en la medida de lo posible". En este sentido, el tráfico se podrá ver interrumpido puntualmente a lo largo de paseo del Urumea, en la Avenida de Madrid (desde Pío XII), paseo de Errondo (desde plaza Portutxo) y paseo de Zorroaga (entre Toribio Alzaga y plaza Aita Donostia).
La Policía Vasca y la Policía Municipal llevan tiempo organizando el dispositivo de seguridad para este duelo con el fin de tratar de que no tengan lugar incidentes como los de otras ocasiones. El despliegue, en cualquier caso, será similar al del llevado a cabo en anteriores encuentros europeos como el del Anderlecht, el último, y el Paris Saint-Germain.
Desde el Kursaal a Anoeta a partir de las 18.15 horas
Lo que sí cambia es el recorrido que realizará la hinchada neerlandesa hasta el estadio. El punto de encuentro se trasladó en esta ocasión de Alderdi Eder al Kursaal, desde donde partirán hacia Anoeta a las 18.15 horas custodiados por la Ertzaintza. Los seguidores del Ajax irán, por tanto, junto al río Urumea hasta llegar a las inmediaciones del estadio acotadas para que puedan entrar sin que se entremezclen con los aficionados realistas y evitar los incidentes del pasado.