Cinco ultras del Anderlecht detenidos por lanzar cristales y asientos en Anoeta: "Siento vergüenza, una pena enorme"
Los radicales belgas han lanzado objetos y cristales a una de las gradas del estadio, donde había niños.
Otro partido europeo en el Reale Arena que llega marcado por los incidentes provocados por los ultras del equipo visitante. El más notorio ocurrió el año pasado en Champions League, más concretamente en el partido contra el Benfica. Los radicales del club portugués lanzaron varias bengalas al terreno de juego y fueron sancionados por ello.
Esta vez han sido los ultras del Anderlecht los protagonistas de otro incidente lamentable. Como se ha podido ver en la retransmisión de Movistar, el colegiado del partido ha parado momentáneamente el encuentro después de que la mitad de una localidad del estadio cayese al césped desde la grada alta donde están situados todos los aficionados del club belga.
Coosemans, portero del Anderlecht, fue captado por la cámara con el respaldo de un asiento que su propia afición había arrancado del estadio para posteriormente lanzarlo grada abajo. El incidente ha sido anotado por el colegiado y, después de un par de minutos, ha vuelto a retomar el juego.
VERGUENZA @rscanderlecht @RealSociedad NI PANTALLAS NI LECHES, QUE VAYA LA ERTZAINA
— Ainhoa (@aville23) October 3, 2024
HAN TIRADO SILLAS A LA GRANDA DE ABAJO pic.twitter.com/GjX9fAxZGe
Estos aficionados ultras han roto el cristal que separa su sector del resto de los aficionados de la Real Sociedad. Durante toda esta temporada, esa zona del estadio tenía también una red para evitar el lanzamiento de objetos, pero en este partido dicha red no estaba en su localización habitual.
Después de romper los cristales, los ultras belgas han lanzado los propios trozos contra la afición txuriurdin que tenían justamente debajo, además de varios asientos, después de haberlos arrancado de su sitio. La reacción de todo el estadio ha sido clara: una sonora pitada, mientras los más cercanos a las localidades de la afición del Anderlecht señalaban a los instigadores del incidente.
Además, las personas situadas en las localidades de debajo de los ultras han tenido que correr a resguardarse por la caída de estos objetos (cristales incluidos). En ese mismo sitio había decenas de niños que han sido trasladados a un lugar techado. Después de todo este incidente, la Ertzaintza ha cargado en la grada contra los radicales belgas y ya han detenido a dos de los instigadores.
Con el partido ya finalizado se acercaron a la grada afectada Ander Barrenetxea, Álvaro Odriozola y Mikel Oyarzabal. Allí los jugadores de la Real se interesaron por el estado de los aficionados, regalaron sus camisetas y aplaudieron al público.
"Solo podemos rechazar este comportamiento y pedir disculpas a la afición de la Real. Son ocho las personas arrestadas y ahora estamos pendientes de la investigación para tomar las medidas necesarias", explicó el jefe de prensa del Anderlecht en rueda de prensa. Según la información del club donostiarra, son cinco las personas detenidas: tres por desorden, una por atentados a agentes y la última por resistencia grave. Hay más identificados.
A esta declaración se sumó la de Mikel Oyarzabal, capitán de la Real Sociedad: "La gente se tiene que marchar del campo porque cuatro imbéciles lanzan cosas". Imanol Alguacil tardó en presentarse en la sala de prensa, quizás debido a los trámites que estaba llevando al club. "Por parte de la Real hemos pedido reunión con la UEFA", dijo.
"Denunciar los hechos, espero que ningún aficionado haya sufrido lesiones importantes. Denunciar los hechos acontecidos, es una pena y lo hemos vivido aquí. Esto es algo a nivel social y tenemos un tema muy serio. No sé de qué manera, pero hay que cortarlo. Todo esto no ha ayudado, pero no hay excusas", añadió el técnico de la Real Sociedad.
"Me ha llegado algo (sobre parar el partido), pero no sabía lo que había sucedido. No soy nadie para parar el partido sin saber qué ha ocurrido. Entiendo que si corrían peligro nuestros aficionados se debería haber parado el partido", completó.
Al terminar el partido, varios jugadores del Anderlecht se acercaron a la grada donde estaba la afición belga para aplaudir a los desplazados, gesto que Imanol no entiende. "Lo que está mal hecho, está mal hecho. Lo que no se puede hacer es aplaudir. Si lo hicieran mis jugadores, para nada estaría de acuerdo con ellos", dijo.
"Soy consciente que hoy mucha gente no ha venido a ver el partido por miedo. Estábamos avisados. No sé quién, pero esto lo tienen que cortar. No sé si es el no vender entradas o qué pasa. Hoy ha pasado en un partido de fútbol, pero entiendo que esto es algo a nivel social. Siento vergüenza, una pena enorme. No sé como, pero esto se tiene que cortar", terminó Imanol.