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La estrategia de Louzán en su semana clave para calmar a los clubes por el arbitraje... pero sin la mitad de los colegiados

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, ha convocado a clubes y Comité Técnico de Árbitros (CTA) a una reunión extraordinaria el próximo 6 de febrero.

Rafael Louzán, presidente de la RFEF, y Javier Tebas, presidente de LaLiga. /RFEF
Rafael Louzán, presidente de la RFEF, y Javier Tebas, presidente de LaLiga. RFEF
Xavi Espinosa
Natalia Torrente

Xavi Espinosa y Natalia Torrente

Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), sigue dando pasos de cara al futuro. El próximo 5 de febrero el Tribunal Supremo abordará su recurso contra su sentencia de siete años de inhabilitación por un delito de prevaricación y días después se conocerá si el alto tribunal considera sus alegaciones o decide mantener —o modificar— la condena que le impediría seguir liderando el fútbol español.

Hay que remontarse a 2011 cuando el gallego, al frente de la Diputación de Pontevedra, adjudicó a una empresa la subvención de 86.311 euros para la mejora del campo de fútbol de Moraña. En febrero de 2021, el Juzgado de lo Penal nº 3 de Pontevedra condenó a Louzán a dos años de cárcel y ocho de inhabilitación por los delitos de prevaricación y fraude. Sin embargo, un año después, la Audiencia Provincial de Pontevedra absolvió al expresidente de la Diputación de Pontevedra del delito de fraude por el que había sido condenado en febrero del 2021, pero confirmó la pena de siete años de inhabilitación para empleo o cargo público. Tras la ratificación del tribunal, a Louzán sólo le quedaba recurrir al Tribunal Supremo para no tener que abandonar, en su momento, la federación gallega.

La estrategia de Louzán pasa por plantear batalla aunque el Supremo no le diera la razón. Sabe que el Consejo Superior de Deportes (CSD) trataría de impedir su continuidad pero el gallego apelaría que, en tal supuesto, la inhabilitación sólo le imposibilita ocupar un cargo público y no el de la presidencia de la RFEF. Sin embargo, el Real Decreto que regula las Federaciones deportivas en España establece que son entidades asociativas privadas [...] que ejercen por delegación funciones públicas de carácter administrativo, y por tanto, actúan como agentes colaboradores de la Administración Pública. Habrá partido.

Mientras, en un intento de aparentar la máxima normalidad y de seguir tendiendo puentes con todos los agentes del fútbol tal y como defendió durante su campaña electoral, esa misma semana en la que el Supremo decidirá sobre su futuro más inmediato, Louzán ha convocado a clubes —con su presidente Javier Tebas, ahora vicepresidente también de la RFEF— y al Comité Técnico de Árbitros (CTA) para tratar de acercar posturas sobre las decisiones del arbitraje español en la presente temporada.

La primera novedad de la reunión convocada para el 6 de febrero será la presencia no sólo del jefe de los árbitros, Luis Medina Cantalejo, sino también de los colegiados en activo. Será una cita inédita en el fútbol español ya que lo más parecido a este encuentro son las reuniones que los colegiados mantienen con los equipos para explicar los cambios en el reglamento a modo de formación. Sin embargo, Louzán es consciente del descontento que hay entre los clubes de Primera y Segunda división sobre las decisiones arbitrales y le pareció el momento perfecto para desviar el tema sobre su futuro en manos del Supremo.

Tampoco es baladí que esa semana se disputen los cuartos de final de la Copa del Rey, por lo que los cuatro colegiados designados para dirigir los encuentros no podrán asistir a la convocatoria del presidente de la RFEF con los clubes, a los que se ha dirigido por carta. No estarán tampoco Hernández Hernández, Sánchez Martínez, Gil Manzano y Del Cerro Grande —a los que se podrían unir también Soto Grado y Martínez Munuera— porque están convocados por UEFA para participar en los cursos de invierno previstos también para esos días. Por tanto, de los 20 colegiados de la plantilla arbitral, sólo 10 estarán disponibles para escuchar las quejas y reclamaciones de los clubes, descontentos con la aplicación del reglamento, especialmente con el fuera de juego semiautomático (SAOT) y el VAR.

El fuera de juego semiautomático y el VAR, en el punto de mira

La introducción del fuera de juego semiautomático, sin apenas formación para los colegiados antes del comienzo de la temporada, y el uso adecuado del VAR, donde se siguen las directrices de la cúpula arbitral, han generado mucha controversia a lo largo de las 20 jornadas disputadas de la temporada actual. Aunque la tecnología se presentó como un avance significativo y una ayuda para los colegiados en las decisiones sobre el fuera de juego, los árbitros no tuvieron oportunidad de aprender a usarla y practicar con ella antes del inicio de LaLiga, por lo que durante las primeras jornadas de la competición se vieron las costuras.

Uno de los errores más clamorosos no tardó en llegar. En la primera jornada de competición, en el partido que enfrentaba al Celta con el Alavés, Alejandro Quintero González anuló un gol a Iago Aspas porque la herramienta del fuera de juego semiautomático detectó de forma errónea al defensor. Una jornada después, en el encuentro entre el FC Barcelona y el Athletic, el gol que anotó Robert Lewandowski que ponía el 2-1 definitivo en el marcador procedía de un posible fuera de juego en la banda. A la hora de valorar la jugada con la nueva herramienta de fuera de juego semiautomático, el sistema falló, no detectó correctamente el pie del defensor y se tuvo que hacer el proceso de forma manual, prácticamente con la misma imprecisión que la temporada anterior.

Atlético de Madrid y RCD Espanyol se enfrentaban en la tercera jornada y el fuera de juego semiautomático volvió a ser protagonista. Jugada de carambola dentro del área. Tras un disparo repelido de Koke, Riquelme recibió en el segundo palo y la empujó al fondo de la portería. Sin embargo, el VAR avisó al colegiado de que había posición antirreglamentaria tras más de dos minutos de revisión y cuando la imagen mostrada en la transmisión no mostraba el pie del defensor porque lo tapaba el del delantero. Puro acto de fe.

La cuarta jornada de la competición fue una fecha negra en el calendario arbitral. García Verdura anulaba un gol de Conechny al Alavés en el partido frente a Las Palmas tras más de tres minutos y medio de revisión por parte del VAR, que aplicaba la herramienta del fuera de juego. En esa misma fecha, en el partido que disputaban Sevilla y Girona, David López remataba de cabeza, en una posición adelantada, desde el centro del área sin encontrar portería. El balón impactó en la mano de Isaac Romero y el colegiado, Sánchez Martínez, tras ser asistido por el VAR, concedió el penalti sin señalar el fuera de juego previo. Valencia y Villarreal también se vieron las caras. En el gol de Hugo Duro que adelantaba al conjunto che, Gil Manzano sumó el tanto al marcador tras más de dos minutos de revisión del posible fuera de juego cuando en la imagen se veía claramente que el pie del defensor lo habilitaba.

Aunque el fuera de juego semiautomático siguió complicando la vida de los colegiados sobre el campo y desde las salas de videoarbitraje durante las siguientes jornadas, fue en la decimotercera fecha del calendario, en el encuentro entre la Real Sociedad y el FC Barcelona, cuando un gol de Robert Lewandowski quedó anulado por fuera de juego a pesar de que las imágenes que ofrecía la transmisión mostraban una posición muy ajustada que impedía considerar si el polaco estaba realmente en posición antirreglamentaria.

Estos y otros errores pusieron en evidencia las limitaciones de la nueva herramienta que, a pesar de ser de vanguardia según señalaba la RFEF, no ha logrado evitar el debate en torno a su efectividad para detectar con mayor precisión las posiciones de fuera de juego en el fútbol, incomodando a jugadores, clubes y a los propios colegiados, que no tuvieron formación alguna ni ocasión para practicar con ella de cara al inicio de LaLiga.

Razón de más para que el nuevo presidente de la RFEF, Rafa Louzán, considere necesaria una reunión entre clubes y colegiados para entender el uso de la herramienta y llegar a un consenso en la aplicación del reglamento, fundamentalmente cuando indica que el VAR debe de participar en la decisión del árbitro. Eso sí, una reunión que dará que hablar y que se ha programado justo en la semana clave en la que Rafael Louzán conocerá si puede seguir al frente del fútbol español.