¿Un España - Estados Unidos? Lo será, pero no lo parece
Ambas selecciones, en fase de "reconstrucción" y sin algunas de sus caras más reconocidas, se enfrentan en El Sadar (20:35h).
La primera vez que España y Estados Unidos se vieron las caras fue en Alicante, el 22 de enero de 2019. Ambas selecciones se preparaban para el Mundial de 2019. Un gol de Press acabó con las esperanzas españolas de sumar un buen resultado en su primer enfrentamiento ante las mejores del mundo. No fue la única vez que ambas selecciones se enfrentaron ese año: Rapinoe y compañía eliminaron a España en los octavos de final del Mundial de 2019.
La siguiente ocasión que se vieron las caras fue en 2020, antes de la pandemia, en la SheBelieves Cup. Ambos conjuntos repitieron el mismo resultado de su primer duelo: 1-0 a favor de las americanas. El de hoy (20:35h, El Sadar, Teledeporte) será el cuarto enfrentamiento entre ambas escuadras, pero cuesta encontrar alguna similitud con los anteriores.
Estados Unidos ya no da tanto miedo
Si comparamos la alineación de Estados Unidos en su último partido contra España, con respecto a la de su encuentro más reciente, el del pasado sábado ante Inglaterra, tan solo se repiten tres nombres: Naeher (la guardameta), Rose Lavelle y Megan Rapinoe. No estarán ni Julie Ertz, ni Crystal Dunn, ni Becky Sauerbrunn, ni Sam Mewis, ni Carli Lloyd, ni Press, ni Heath, ni Alex Morgan...
Ha llovido bastante desde aquel partido. A pesar de que el combinado norteamericano ha mantenido su primer puesto en el ranking FIFA y su condición de mejor selección del mundo (Estados Unidos siempre será Estados Unidos), su superioridad respecto al resto ya no es tan abrumadora y las selecciones europeas cada vez están más cerca.
El mejor ejemplo de ello es la derrota (2-1) del pasado sábado ante Inglaterra, actuales campeonas de Europa. Los JJ.OO. de Tokyo también dieron buena muestra de esta igualdad: las estadounidenses cayeron por 3-0 ante Suecia en su debut en el torneo y ganaron por penaltis a Países Bajos en los cuartos de final.
Estados Unidos se encuentra en una fase de transición, con una mezcla de jugadoras experimentadas (Rose Lavelle y Megan Rapinoe) y futbolistas que apenas cuentan con una internacionalidad (Sam Coffey o Aubrey Kingsbury), que esperan su debut (Savannah Demelo) o que son estrellas emergentes (Trinity Rodman).
«Más verticales y con más llegada»
El caso de España todavía es más significativo. Ninguna de las futbolistas del once inicial que se enfrentó por última vez a Estados Unidos formaba parte de la alineación que se midió a Suecia el pasado sábado. Es más, a excepción de Marta Cardona (titular en la SheBelieves Cup, ante Suecia saltó al campo desde el banquillo), ninguna jugadora está convocada.
Durante toda esta concentración, Jorge Vilda, el seleccionador español, ha hablado de un equipo "en construcción" y que poco a poco irá "cogiendo los automatismos". No es para menos, hasta 14 caras nueva respecto a la anterior convocatoria forman esta.
En la rueda de prensa previa al partido, Vilda se mostró más que satisfecho con el rendimiento de la Selección. Al ser preguntado por si esta España mantenía sus señas de identidad en el juego, dijo que ante Suecia el equipo había sido "más vertical" y tenía "más llegada". La 'nueva' España sumó un meritorio empate y dio una buena imagen ante Suecia en su 'primer' partido.
Ambiente enrarecido
Resulta prácticamente imposible obviar el ambiente que rodea a este partido. La sombra de 'Las 15' sobrevuela cualquier rueda de prensa y ayer Vilda volvió a aludir a ellas, aunque fuese de forma indirecta: "Ninguna de las 23 cambiaría ahora mismo el estar en esta concentración por estar en cualquier otro lado o en otra situación".
Por si fuera poco, varias futbolistas de Estados Unidos se han pronunciado a favor de 'Las 15' en todo este asunto. Entre ellas, Rapinoe, que volvió a dejar clara su postura: "Estoy al lado de las jugadoras. Es muy triste verlo, hay que luchar por lo que parece ser lo mínimo", dijo antes del partido.
Respecto al clima prepartido, desde la RFEF han asegurado que se ha habían emitido más de 10.000 entradas. El Sadar tiene capacidad para 23.576 personas. La promoción del partido, que no tuvo una presentación oficial hasta un día antes de la disputa del mismo, tampoco ayuda. Sea como fuere, y a pesar de todos los condicionantes ya explicados, un España - Estados Unidos siempre debería ser sinónimo de espectáculo y buen fútbol... en cualquiera de sus versiones.