Envió un currículum a la RFEF y ahora dirigirá un Mundial: "Es lo más grande que hay"
José Lana será el seleccionador de la Sub-17 en el torneo de Indonesia. España debuta este viernes (13:00) contra Canadá con Marc Guiu como gran estrella.
El camino de José Lana (Mieres, 48 años) hasta convertirse en uno de los entrenadores mejor valorados en la RFEF ha sido, cuando menos, atípico. El seleccionador Sub-19 y Sub-18 dirigirá también a la Sub-17 en el Mundial de la categoría, que arranca este viernes (13:00, GOL) contra Canadá. Lana le debe mucho al país norteamericano: en 2019, cuando dirigía allí a varios equipos cadetes y juveniles, envió un currículum a la Federación para volver a trabajar en España. En Las Rozas gustó su perfil (puedes consultar aquí su historia completa) y poco a poco ha ido escalando en el organigrama. Con Marc Guiu como gran estrella, su equipo peleará en Indonesia por conseguir el único título masculino que falta en las vitrinas de la Ciudad del Fútbol.
¿Cómo está el equipo a sólo unas horas del debut? ¿Qué tal la adaptación a Indonesia?
Todo ha ido bien desde el principio. Desde la RFEF se hizo un esfuerzo para que el viaje fuese lo más cómodo posible, y logramos la mejor opción: viajar desde Madrid y tener una única parada en Catar de menos de dos horas. En Indonesia hemos notado un cambio muy grande, sobre todo por la diferencia horaria (siete horas más), por el calor y por la humedad. El miércoles pasado hicimos un primer entrenamiento introductorio, muy suave, y ya tuvimos problemas con varios jugadores que sufrían sensación de vómitos y de estar muy fatigados. Era lo normal, lo que esperábamos. A partir del jueves ya pudimos empezar a entrenarnos un poco mejor y a hacer sesiones completas.
A algunos les ha sorprendido que seas tú y no Hernán Pérez, el seleccionador Sub-17, el que dirija el Mundial. ¿Por qué se ha tomado esta decisión?
Es cierto que históricamente, por lo que me dicen, el seleccionador Sub-17 es el que se encarga del Mundial, pero para nosotros esta generación 2006 ya es Sub-18. Cuando me ofrecen renovar, me dicen que me voy a encargar de la Sub-19 y de la Sub-18. Y esta, en realidad, es nuestra Sub-18, aunque la FIFA la siga considerando Sub-17 hasta el 1 de enero. En la RFEF siempre ha hecho el Mundial el entrenador de la Sub-17, pero a mediados de julio me comunicaron que querían que me ocupase yo. Y para adelante.
¿Qué supone para ti, que empezaste tu carrera como entrenador en equipos modestos como el Caudal Deportivo o el Pájara-Playas, entrenar en un Mundial?
Es lo más grande que hay en el mundo del fútbol. En otros deportes quizá existan participaciones o títulos más importantes, pero aquí sabemos que un Mundial está por encima de cualquier otra cosa. Es un orgullo.
Este es el único título que falta en las vitrinas de la Ciudad del Fútbol. ¿Es un aliciente más para ganar?
Bueno… Nosotros trabajamos en base a la programación que tenemos y buscamos tres objetivos: encontrar jugadores que se adapten a nuestros perfiles individuales, prepararles para el futuro e intentar que el mayor número posible llegue a la Absoluta. Desde hace algunos años ya se está viendo que se están adelantando procesos. Esa es nuestra meta. A partir de ahí, intentaremos ganar siempre todos los partidos. Y ganar va a ser consecuencia de que hagamos muchas cosas bien y pocas mal. Nos centramos en eso, en corregir errores y en formar un equipo. Después, miraremos el resultado.
¿Esta ha sido la lista más difícil de hacer desde que llegaste a la RFEF?
Ha sido muy complicada, sí. Nosotros, desde hace un par de años, tenemos un departamento de captación que funciona de maravilla. Nuestra primera generación es la Sub-15, pero ya tienen chicos controlados desde Sub-11. Manejamos un volumen de jugadores muy grande, con más de 100.000 futbolistas vigilados en bloques de dos o tres edades que podrían venir a la Selección. Ni yo ni nadie los conocemos a todos, pero sí te garantizo que controlo a más de 3.000 jugadores nacidos en 2006 y 2007. A partir de ahí vamos haciendo nuestros campogramas y nuestros filtros hasta que llega una lista como esta, de 18 futbolistas de campo y tres porteros. Cada vez que haces una convocatoria echas a gente en falta. Es lo normal, pero no caben todos. Y tenemos que elegir.
Quizá las ausencias que más hayan sorprendido hayan sido las de Javi Fernández (Bayern), Alejandro Granados (Brujas) o Jorge Rajado (Atlético). ¿Hubo alguien que se quedase muy cerca de poder entrar?
Los tres. Y muchos más. Cuando empecé como seleccionador, esta fue la primera generación que cogí. Estuve con ellos en tres concentraciones y les tengo muchísimo cariño a todos. Son muy buenos futbolistas. El otro día estuvimos echando cuentas: hay cinco que para nosotros no son seleccionables, porque están lesionados o porque lo estuvieron durante mucho tiempo y no se encuentran al nivel, y aun así nos duele dejarles fuera. Se merecían estar aquí, pero no hay sitio para todos. También tenemos que valorar los momentos de rendimiento. Hay algunos chicos que son muy buenos, pero que ahora no están en un estado de forma óptimo. Y debemos tener en cuenta que en una lista de 18 no podemos doblar algunas posiciones. Hay jugadores que son especialistas de una sola demarcación, pero hay otros que que pueden jugar en varias, y por eso nos hemos decidido por ellos.
¿Cómo está Paulo Iago de su lesión de tobillo y qué puede aportar a esta Selección?
A Paulo lo conocemos todos muy bien. No voy a descubrir el jugador que es. Desde el primer momento estuvimos pendientes de su lesión, conocemos perfectamente lo que tiene. La comunicación ha sido prácticamente diaria entre nuestros servicios médicos y los del Real Madrid, al igual que entre nuestros readaptadores y preparadores físicos y los del club. El suyo es un problema articular, no es como cuando sufres una recaída de una lesión muscular, que no sabes lo que te puedes esperar. El diagnóstico que nos dieron es que iba a llegar recuperado a nivel clínico para poder trabajar con nosotros. Ha estado haciendo ejercicios de readaptación al margen del equipo, pero cada día se encuentra mejor. Llega bien al debut.
¿Y Marc Guiu? ¿Cómo se gestiona desde la Federación el trabajo con un chico al que le apuntan tantos focos?
Aquí tenemos tutores académicos y psicólogos que están pendientes de alguna necesidad individual, al margen del fútbol, que puedan tener los chavales, pero con Marc no hay que hacer nada. Yo le veo como siempre. Él no cambia. Cuando me hice cargo de la generación del 2006, siendo Sub-16, lo incluí siempre en la prelista en los dos últimos meses que estuve trabajando con ellos. Al final no lo llegué a convocar, porque no caben todos, pero ya se le intuía lo que está mostrando ahora. Es capaz de generarte un gol o una ocasión de la nada.
¿Estabas viendo en directo el partido contra el Athletic en el que marcó su primer gol con el Barça?
Sí, y me alegré muchísimo por él. Siempre estableces vínculos con los chicos a los que convocas, quieres que a todos les vaya bien, y Marc es un caso especial. Tiene una capacidad para encontrar el espacio, armar la pierna y girarse de máximo nivel. Ahora está en un buen momento, con la confianza especial que le proporciona todo lo que acaba de vivir.
Hay otros dos futbolistas de La Masia que están dando mucho de qué hablar: Pau Cubarsí, un fijo en tus listas, y Marc Bernal, que ha dado un paso hacia delante.
Pau, al igual que otros centrales de las generaciones 2006 y 2007, tiene cosas a nivel ofensivo que son de máximo nivel mundial. No tengo ninguna duda. En la parcela defensiva siempre fue muy bueno, pero ahora también está evolucionando en ese aspecto. Se entrena con el primer equipo del Barça, compite habitualmente en Primera Federación… y se encuentra con exigencias competitivas que le están haciendo crecer muy rápido. Estamos encantados con él. Marc siempre nos gustó mucho. Le trajimos el año pasado, en octubre, a una concentración en Madrid con la Sub-16. Es un chaval que te puede jugar de lo que queramos por dentro: de 10, de 8 y de 6. Todavía tiene que formarse, porque es muy alto, muy grande y debe ganar recursos a nivel condicional que le hagan utilizar mejor el cuerpo, pero tiene un muy buen nivel defensivo, es muy inteligente y a nivel ofensivo domina todo lo que tiene alrededor. Es capaz de jugar a un toque, siempre sabe en qué lado está solo el compañero, por dónde le viene a presionar el rival… y tiene gol con las dos piernas.
¿Comprendes el cabreo del Barça por haberos llevado a ocho futbolistas suyos, con las dificultades que eso genera para su filial y su Juvenil A?
Yo no soy consciente de que lo haya. La colaboración que tenemos con los clubes, y particularmente con el Barça, no puede ser mejor. No podemos estar más agradecidos. Puedo entender que exista, claro, y que haya gente que diga: 'Joder, son jugadores nuestros y van a estar fuera un mes y pico'. Lo comprendo, pero no conozco la manera de unificar el calendario para que estas cosas no pasen. Lo ideal para todos sería que nadie se viese perjudicado porque haya una convocatoria de la Selección.
Al Mundial también te has llevado a Igor Oyono, del Villarreal, uno de los pocos 2008 que habrá en el torneo. ¿Qué tipo de jugador es?
Es un niño. Acaba de cumplir 15 años, pero tiene un talento especial. Hay mucha gente que está equivocada con él. Piensan que sólo es un futbolista rápido y fuerte, que lo es; pero Igor entiende el fútbol de una manera en la que yo le auguro un futuro, si tiene suerte, increíble. Y se está soltando. Yo sé que le cuesta, que es dos años más pequeño que la mayoría, pero cada día está mejor. Le ves en los entrenamientos y dices: 'Este chaval es uno más de la 2006'. Es capaz de generar las mismas cosas que con su club en División de Honor Juvenil. Tengo muchas esperanzas puestas en él.
¿Cómo analizas a los tres rivales del grupo?
Nosotros sabemos lo que hacen hasta ahora, pero muchas veces nos pasa que conocemos muy bien a los rivales y después, cuando jugamos contra ellos, hacen cosas que no habían hecho nunca. Nos pasó con Ucrania en la Ronda Élite Sub-19 del año pasado. Como nos ocurre muy a menudo, nos centramos en lo nuestro y en intentar ser nosotros independientemente de lo que haga el contrario. Canadá es un equipo que juega 1-4-4-2, muy físico, muy fuerte y muy vertical. Hacen alguna cosa en salida de balón interesante que nos puede generar problemas. Son intensos, agresivos y dan pasos adelante en cuanto pueden saltar a presionar. Mali es prácticamente igual, quizá con mejores jugadores, con más talento, más fuertes y más rápidos, pero muy similares. Utilizan más un 1-4-2-3-1. Será un equipo muy difícil de batir por la diferencia física que existe a estas edades. Uzbekistán es un conjunto más táctico, no tan físico, y que está muy bien conjuntado.
Por último… ¿cómo se gestiona, con chicos tan jóvenes, estar más de un mes a miles de kilómetros de casa?
Estamos en contacto permanente con los jugadores, y yo les insisto mucho: es muy importante estar frescos y sentirse a gusto. No puedes estar en una concentración de un Mundial o un Europeo y estar pensando: 'A ver si se acaba ya y me voy para mi casa'. Esa no es la manera de afrontarlo. El tutor académico les cuida. Estos días les hemos sacado por la tarde a dar una vuelta, a la playa, a un centro comercial… Atendemos sus demandas y entendemos que son chavales muy jóvenes, que no todo puede ser fútbol.