RACISMO EN EL FÚTBOL

Un código QR, una habitación que graba todo, una denuncia... Así se detecta (y sanciona) a un racista en un estadio: "Les pillas siempre"

La Policía cogerá hoy las grabaciones del derbi asturiano para poder sancionar a la aficionada que insultó a Haissem Hassan.

Captura del momento en el que la aficionada del Sporting de Gijón increpa al jugador del Oviedo./Movistar LaLiga
Captura del momento en el que la aficionada del Sporting de Gijón increpa al jugador del Oviedo. Movistar LaLiga
Sergio Fernández

Sergio Fernández

La primera reacción cuando se dan a conocer vídeos con aficionados gritando insultos racistas a los jugadores de fútbol español es de evidente indignación. En pleno 2024 se trata de una realidad que no debería existir y que en gran parte de Europa ya es historia. En España sigue sucediendo. La segunda reacción, un poco más en frío, tiene un puntito más optimista: a la gente que sigue tirando de racismo para desfogarse en un campo de fútbol les pillan. Y les sancionan. Siempre. Este fin de semana hay dos incidentes así, en Elda y en Gijón, y en ambos la Policía ha actuado y no va a tardar en tomar medidas.

Hace no mucho tiempo incidentes así es que no eran ni noticia: pasaba tanto y de forma tan incontrolable que parecía imposible de atajar. Ahora sí es noticia, y de primera plana: una persona gritando desde la grada como una energúmena, con el insulto y el racismo como primer argumento para ¿apoyar? a su equipo. Se ve su cara, termina identificada y, en cuanto se curse una denuncia por presunto delito de odio... terminará sancionada.

Eso que antes podía pasar desapercibido y "perderse" entre el jaleo propio de una grada... ahora no. Y cada vez menos. Hay 13 intervenciones de este tipo la temporada pasada, según datos de LaLiga, entre un total de 16 millones de espectadores. ¿Hay racismo? Sí. ¿Hay una evidente mejora en cuanto a su incidencia en el mundo del fútbol? Pues también. Dentro de los estadios se graba todo, cada butaca. Es muy complicado no encontrar a alguien cuando se consigue detectar una actitud racista.

¿Cómo es el protocolo para detectar a un racista en un estadio? Porque, por cierto, esa es la primera verdad que hay que aceptar: si para faltar a alguien o para desahogar tu enfado lo primero que sale es un insulto racista... lo siento por descubrirte una verdad dolorosa pero eres racista.

Yendo al caso concreto de El Molinón del pasado sábado: era un derbi asturiano y había no uno, sino dos directores de partido de LaLiga. Ninguno de ellos escuchó el grito ni lo reflejó en su informe. Evidentemente es imposible escuchar todo lo que ocurre en un estadio. El árbitro tampoco. Fue un aficionado del Real Oviedo el que subió el vídeo a las redes sociales y en el que resulta evidente que esa aficionada en cuestión insulta a Haissem Hassan. Parece que de forma racista. En cuanto esa publicación cogió el más mínimo vuelo (antes incluso de los 500 likes) fue detectada por el departamento de Seguridad de LaLiga, que se puso en contacto con el Sporting de Gijón. Ya se había activado el protocolo. En paralelo, los departamentos de comunicación de ambas instituciones hicieron pública la situación de forma coordinada: el club buscaba a esta aficionada y LaLiga aplicaría la normativa en estos casos.

En el seno del Sporting no había el menor problema: enseguida tenían perfectamente identificada a esta persona pero para que el protocolo fuera efectivo tenían que hacer las cosas bien. La única autoridad real en estos casos la tiene el coordinador policial que revisa las imágenes de los partidos.

UCO, la habitación que lo graba todo

En todos los estadios de fútbol profesional hay una dependencia donde se registran todas las grabaciones de las cámaras internas de cada estadio. Todo se ve. Y de forma muy evidente. Se llama la unidad de control organizativo, UCO, la "habitación" que siempre está custodiada por la Policía, junto con el director de seguridad del club y las autoridades sanitarias. Todo se coordina desde ahí. En el caso de El Molinón fue muy sencillo. Al viralizarse el vídeo del aficionado del Oviedo enseguida se siguió el rastro: "Es en la zona norte del estadio". La Policía ubica la zona en la que se sentaba y, ahí, saca la imagen de la persona en un tanto elevadísimo de los casos. A partir de ahí se investiga. "Siempre se les pilla", explican fuentes involucradas en el proceso a Relevo. "Puedes ir hacia atrás y llegar al plano de cuando entra esta persona, del torno. Enseguida ahí se puede ver el QR de la entrada y, con él, el nombre y los datos de la aficionada", añaden.

Con su cara y el nombre la Policía propone para sanción administrativa que suele incluir la prohibición de entrada al estadio durante un tiempo. Y mientras, al mismo tiempo, LaLiga denuncia por vía penal en delitos de odio. Ya no sale gratis. El club, por su parte, colabora en todo momento con el proceso y puede tomar sus propias decisiones cuando tiene las herramientas legales necesarias para sancionar.

Hoy entra la Policía en la UCO

Esos archivos de vídeo, por un tema de protección de datos, no se pueden sacar de esa habitación: tiene que ir la Policía con un técnico y revisarlo todo. A partir de ahí se culmina la investigación que llegará a Antiviolencia y muy previsiblemente tendrá las dos vías explicadas: administrativa y penal. El Sporting podrá zanjar este asunto muy deprisa aunque la sanción real y efectiva vaya a tener que ir un poco más despacio.

Antiviolencia nunca sanciona: propone para sanción. Después, esa propuesta llega a las Delegaciones de Gobierno de cada ciudad y son ellas las que ejecutan. Pueden ser hasta 60.000 euros y prohibición de entrada a los estadios hasta 10 años.

Pero hay, además, otras formas: "Hay un código QR delante de todos los asientos de los espectadores en el fútbol profesional. Tú puedes usarlo y denunciar si a tu alrededor están ocurriendo algunos cánticos de este tipo. También la propia televisión, que muchas veces enseña la grada, consigue ver estas actitudes. Ellos lo enseñan y es ahí donde nosotros podemos detectar y activar el protocolo", explica otra fuente.

Peritajes labiales encargados

Para que las sanciones no caigan en saco roto, tanto la Policía como LaLiga intentan llegar al momento de la denuncia con las mayores pruebas posibles. En el caso de Gijón, ya han encargado dos peritajes labiales para demostrar que el insulto es exactamente el que parece. Esperan a tener el informe para denunciar, junto con las imágenes que la Policía custodiará.

Es una mala noticia, desde luego, que sigan ocurriendo este tipo de incidentes. Es buena, sin embargo, que cada vez sean menos y que siempre, siempre, los responsables terminen afrontando las consecuencias de sus actos.