El ruido alrededor del alegato de Vinicius es tan solo la punta de un iceberg: "He visto un cambio en los españoles"
Las palabras del jugador desatan la polémica en los medios y las gradas, pero las personas que sufren racismo agradecen una lucha a la que ha dado un gran altavoz.
El último informe anual del observatorio del racismo y la xenofobia en España estableció que en 2023 el 4,5% de los contenidos racistas vertidos en las redes sociales tenían que ver con el deporte. Sin embargo, el documento también añade que en los meses de mayo y junio se desbocó a un 15% ¿Qué había pasado? Vinicius había recibido insultos racistas en Mestalla y el ruido se disparó.
Las frases de Vinicius son, para la mayoría, todo lo que importa en este tema, pero para los colectivos y personas que luchan contra la xenofobia todo ese ruido merece la pena. La aparición del brasileño es, para ellos, una manera nueva y muy potente de hacerse oír. "Ha sido muy positivo que salga al debate público y que se hable del tema. Cuando habla él hace ver todas esas discriminaciones que ocurren en otros ámbitos y que normalmente se quedan en el silencio. Solo llama la atención cuando lo explica alguien así de famoso", explica una portavoz de la Fundación La Merced Migraciones, una entidad dedicada a la asimilación de inmigrantes en España.
"En un país como España, en el que apenas se abren temas de conversación sobre el racismo con una perspectiva de transformar la sociedad para bien, creo que cualquier declaración de este tipo es absolutamente bienvenida. Venimos de un verano en el que las conversaciones sobre el racismo han sido frecuentes, pero desde el lugar que no nos gusta, desde el lugar de criminalización a las personas inmigrantes. Decir que de aquí a 2030 hay que espabilar, poner un poco las pilas a la sociedad española, en mi opinión es algo positivo", relata Moha Gerehou, periodista, activista y autor del libro 'Qué hace un negro como tú en un sitio como este'.
Dolores Galindo coordina los Dragones de Lavapiés, un equipo de fútbol del barrio madrileño que se compone en sus distintas categorías de chicos y chicas provenientes de centros de acogida o que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. La opción que tomó Vinicius de alzar la voz sobre el racismo también se les presentó a ellos antes.
"Decidimos que los niños, los jugadores, debían de hablar también. Fue una decisión complicada, porque era complicado que los chicos hablasen. Hay que proteger a los chicos, pero cuando hay insultos racistas no les protegen nadie. Por eso decidimos que contasen lo que les pasa, cómo se sienten, su frustración... Lo que comprobamos es que las familias también estaban a favor y cuando empezaron a publicarse cosas estaban muy contentos de haberlo hecho", explica.
Hablar tiene consecuencias también. Como recoge el análisis sobre el odio en las redes sociales, el ruido aumenta, pero quienes sufren ese odio lo ven como un mal necesario. "Es positivo. Desde la declaración de Vinicius el año pasado, cuando la cosa se estaba pasando, he visto un cambio en los españoles. Es la verdad. En la calle, la manera de hablar, la gente comienza a cambiar su significación del racismo. Y creo que el problema aquí es que la gente no entiende del todo el significado real del racismo. Piensan que si un negro, una persona racializada, puede acceder a un lugar o jugar por el Real de Madrid ya está bien, no hay racismo. Pero no es así, el racismo es estructural, no a nivel personal", cuenta Ballet Djedje, costamarfileño de nacionalidad inglesa y doctorando en el departamento de Antropología de la Universidad Autónoma de Madrid.
Los gestos del día a día
Galindo, que es blanca, lleva años coordinando a los Dragones de Lavapiés, por eso mismo entiende bien todo lo que cuenta Djedje. "A veces nosotros no somos capaces de diagnosticar estas cosas, no nos damos cuenta. Por ejemplo, el equipo un año se cruzó con un árbitro muy racista, y yo al principio pensaba que no veía bien, pero los que estaban allí decían que no era eso, que era racista. Para mí era difícil de creer, pero después analizamos los resultados y tuvimos algunas otras pruebas, que no suelen ser fáciles de conseguir y supimos que en su caso había un racismo extremo. En esas cosas te das cuenta de que por tu experiencia vivida no eres capaz de detectarlo tan rápido, solo al cabo de los años te da cuenta de la motivación de algunas cosas", explica. Es un comentario que repiten unos y otros, solo es capaz de entender la profundidad y extensión del racismo aquellos que lo sufren personalmente.
Galindo recuerda que muchas veces repetir una y otra vez un tema puede dar una sensación complicada para los demás, pero que que como ocurre en el día a día hay que denunciarlo también con esa frecuencia: "Hay racismo en el partido, pero luego también vas a una tienda y lo ves, o por la calle. Parece una obsesión, una auténtica locura, pero no es verdad, es que esa locura existe".
Djedje pone las palabras de Galindo en su experiencia concreta. Muchos ejemplos encadenados en el día a día. "Yo antes del Brexit tenía un pasaporte europeo, pero cuando llegaba a la terminal la policía me paraba siempre. Sin embargo, veías como a personas con pasaporte de Australia o Estados Unidos no les decían nada, porque son blancos, y eso que yo debería tener más derecho de entrada en el país. En ocasiones vas a restaurantes a comer y lo primero que te dicen al entrar es '¿qué quieres?' como si no pudieses solo ser un cliente que va a comer. Hay gente que te llama negro, sin casi conocerte 'ey negro', yo tengo un nombre, eso es una manera de expresar el poder de los blancos, quitarte el nombre. Aunque luego te digan 'pero si es solo una palabra", enumera.
Hay ocasiones en las que no son solo pequeños gestos o palabras. En la Fundación La Merced Migraciones explican que, entre sus múltiples esfuerzos por la integración, muchas veces se encuentran con la necesidad de acompañar a los inmigrantes para que puedan alquilar un piso cuando ya tienen recursos suficientes para permitírselo. Djedje también comparte esta experiencia, cuando quiere cambiar de piso necesita tirar de amigos para que su color no sea una barrera insalvable en esa situación.
El doctorando vuelve a Vinicius, porque él es uno de los que más claramente alza la voz: "A la gente no le gusta ese chico. A veces te dicen que por qué no le pasa a Rodrygo o a Rudiger. Ellos también notan el racismo, pero no quieren hablar de eso porque no tienen la energía para hablar de ello. Por eso en Vinicius todos nosotros vemos una persona que está dedicada a trabajar por el cambio y es maravilloso. Cuando dice que los jugadores tienen que salir del campo si hay cánticos racistas es muy bueno. Nosotros llevamos hablando de eso años, es la única manera de cambiar las cosas".
Gerehou recuerda que es muy habitual señalar a los que hablan. "No es exclusivo del racismo. Esto, por ejemplo, en temas de machismo lo hemos visto también ese discurso de que si la han violado es porque llevaba minifalda. Culpar a la víctima de la discriminación es muy habitual. La gran diferencia entre Vinicius y otros jugadores es que Vinicius es activamente antirracista y denuncia el racismo que vive en el campo y fuera de él. Y eso hace que haya gente que trate de justificar su racismo porque dicen que hace muchos regates o que es un provocador", explica el divulgador.
Culpar a la víctima
La reacción negativa a las palabras de Vinicius existe, pero Gerehou explica que no es nada muy sorprendente: "Siempre que se denuncia el racismo hay una reacción contra ello, como estamos viendo ahora mismo en este debate abierto a raíz del caso de Vinicius. La sociedad no está acostumbrada y no quiere ni oír hablar de una revisión, de aceptar que en España existe el racismo y de que es un problema que está muy silenciado, que va bajo el radar, del que no hay apenas datos porque no se recogen. Eso hace que cuando hay declaraciones de este tipo, además de una persona tan conocida con ese altavoz, pues la revisión sea mayúscula. Siempre hay los que tratan de decir que en España no es racista y luego, por supuesto, los que abogan porque gente como Vinicius se dedique solo a jugar a fútbol y ya, que no tenga opiniones políticas y sociales".
Hay un punto de liberación en la actitud reivindicativa de Vinicius, algo que Dolores Galindo ha visto otras veces. "Cuando le ponen palabras, alivia un montón. Alivia así otros ven que no es una cosa que se hayan inventado, es que es algo que está ahí y que las personas que lo sufren. No es exageración, las lágrimas no son inventadas. Todo eso les pasa de verdad. Y por muy buen jugador, por muchos millones que tengas, por mucho éxito social que puedas tener en algunos aspectos, que te insulten te hace daño. Y que te insulten con un insulto racista hace mucho daño porque no insultan solamente a ti, insultan a toda tu historia y a la historia de tus antepasados. Eso da mucha rabia, genera mucha frustración y también genera situaciones de violencia", explica.
Los insultos racistas tienen una tipificación agravada dentro de la legalidad en el deporte español. Es por esto porque no son circunstanciales, sino que atacan en el fondo a la dignidad de la persona. Por supuesto, quedan todavía pasos por dar.
"Creo que los propios jugadores negros, sobre todo, pueden unirse, alzar la voz, que cuando haya un caso de racismo no tenga que denunciar solo a un jugador y que no solo denuncien lo que les pasa a ellos, sino también a otros. De hecho, recurdo cuando hubo un fin de semana, hace no mucho, a finales de la temporada pasada, en el que hubo como tres casos de racismo en el mismo fin de semana y Vinicius puso algunos mensajes como diciendo, 'oye, fijaros un poco que no soy solo yo, sino que esto ocurre, y además ocurren mucho"
Este fin de semana, ni siquiera jugaré. Pero tuvimos tres casos despreciables de racismo en España solo este sábado.
— Vini Jr. (@vinijr) March 30, 2024
Todo mi apoyo a Acuña @AcunaMarcos17 y al entrenador Quique Flores, del @SevillaFC . A Sarr y al @RMajadahonda que su valentía inspire a los demás. Los racistas…
En este artículo se ha hablado ya del ruido, que existe, pero nadie de los consultados, citados y no citados, gente que vive en contacto con realidades en la que el racismo está presentísimo, hace ningún reproche al jugador del Real Madrid. Más bien al contrario, le piden que siga así, que toda esa lucha les ayuda.
"Me alegro de que alguien tenga el valor, que también hace falta, para decirlo, para expresarlo y también para hacer cosas. Porque Vinicius no solamente lo dice, sino que además tiene proyectos serios en Brasil", relata Dolores Galindo.
"Entidades como nosotros, que somos una cosita ínfima, vemos que personas que tienen mucha relevancia, como el propio Vinicius, tienen un impacto superior, nos sirve de trampolín para manifestar lo que pasa en otros contextos, en otros lugares donde la gente sufre discriminación", aseguran en La Merced.
"En España no había una persona famosa, o por lo menos no tan famosa como Vinicius, que hablase de este tema. Fue la primera vez y para nosotros fue una victoria. Por fin hay alguien hablando de esto. Creo que lo está haciendo muy bien, y tiene un equipo a su alrededor que le está aconsejando bien", cierra Djedje.
¿Se le puede pedir algo más? Ballat Djedje bromea: "Que gane el Balón de Oro, esa sería una gran victoria".