COPA DEL REY | LOGROÑÉS - GIRONA

La RFEF no tiene aprobado el cambio por conmoción y el Logroñés lo paga... ¡en su portería!

Pol Arnau, hijo del mítico Francesc Arnau, se tuvo que poner bajo los palos porque su equipo ya no tenía cambios.

La lesión del portero del Logroñés./
La lesión del portero del Logroñés.
Jonás Pérez
Daniel Domínguez

Jonás Pérez y Daniel Domínguez

Este es el fútbol que nos hemos buscado y tenemos que actuar en consecuencia. En la primera mitad de la prórroga del Logroñés-Girona, el guardameta Kike Royo quedó en el suelo conmocionado tras un choque con Stuani y tuvo que ser sustituido. O más bien no, porque el equipo local ya había realizado los seis cambios. Por tanto, un jugador de campo, en este caso Pol Arnau, asumió la portería y el modesto se quedó con diez futbolistas sobre el terreno de juego. Desde luego, el partido parecía estar visto para sentencia, no solo por la experiencia del improvisado guardameta o la superioridad numérica, sino también porque resulta imposible ganar una tanda de penaltis con un jugador de campo bajo los palos. O eso parecía... De forma increíble, Pol Arnau detuvo un lanzamiento y su Logroñés logró el pase.

Quizás ahora os preguntéis por qué no se realizó el cambio por conmoción. La jugada sí que daba para ello, fue un choque, Stuani de forma involuntaria impactó con la cabeza de Kike Royo. Los jugadores vieron el golpe y rápidamente llamaron a las asistencias. La Cruz Roja entró lo más rápido posible, atendió al jugador y se lo llevó en camilla con un collarín. Era absolutamente impensable que continuara y De Burgos Bengoetxea confirmó que no se podía realizar una sustitución extra, tal y como sí ocurre en LaLiga.

Para entender todo este asunto cabe matizar cómo se aprobó el cambio por conmoción cerebral. IFAB autorizó la norma para que todas aquellas competiciones que lo deseen lo añadan a su reglamento. Es decir, no obliga, solo permite. LaLiga, tanto en Primera como en Segunda División, así lo introdujo. De este modo, si los médicos autorizan que un jugador ha sufrido un golpe que le pone en peligro puede ser sustituido sin contar como ventana ni como parte de los cinco cambios. En este caso, seis, porque hubo prórroga.

Sin embargo, no se dio y el motivo no es más que la Federación ha decidido no introducir en sus competiciones oficiales el cambio extra en estos supuestos, sin que haya una explicación del organismo sobre este asunto. El Logroñés ya está acostumbrado a esto, ya que en su día a día no puede hacerlo. Claro, si en Copa no está permitido, tampoco en Segunda Federación. Incluso puede que el tema dejase más perplejo al Girona.

Aunque más perplejo debería quedarse el fútbol español en general: ¿cómo es posible que una normativa que se utiliza para preservar la salud de los jugadores, que no requiere de un esfuerzo extra ni de una inversión económica y que favorece la igualdad en el fútbol no se aplique?

Poca solución había y nada podía hacer al respecto De Burgos Bengoetxea. Simplemente, el Logroñés tuvo que tirar de oficio y puso bajo los palos a Pol Arnau. Y como esta historia aún podía ser algo más rocambolesca, toca desvelar un nuevo capítulo de lo más curioso. El futbolista que cogió los guantes es el hijo del mítico guardameta Francesc Arnau, que hizo carrera en Málaga o Barcelona, entre otros. Su padre perdió la vida en 2020 y qué mejor homenaje que haberle recordado desde la portería en uno de los partidos más importantes de su vida.