Pato Abbondanzieri y la decisión que pudo evitar el gol maradoniano de Messi al Getafe: "Puedo decir que Lionel no me hizo goles"

Leo Messi tiene una cuenta de goles infinita y los ha metido de todos los colores. Sin embargo, hay uno que ha quedado en la retina de los aficionados como uno de los mejores de astro argentino. Fue el 18 de abril de 2007. El Barcelona recibía al Getafe en el encuentro de ida de las semifinales de Copa del Rey. Ese día el 10 azulgrana se disfrazó de su ídolo Maradona.

Todo empezó en el minuto 29, cuando Leo recibió un pase corto de Xavi en su propio campo. Agarró el cuero, se giró y superó a dos oponentes con dos espectaculares caños consecutivos antes de embarcarse en una larga galopada hacia la portería del Getafe. Por el camino, su obra de arte incluyó un regate a dos defensores más y al portero antes de plantar el balón en el fondo de la red.

Un gol que pasó a los anales de la competición… y que pudo haber sido muy diferente, según ha confesado el Pato Abbondanzieri en una entrevista concedida a La Nación. Además de repasar su nueva vida como 'agricultor', su pasado como ayudante de Martín Palermo y su actual relación de amor-odio con 'su' Boca Juniors, el arquero argentino que militó dos temporadas en las filas del Getafe repasa lo ocurrido aquella noche del mes de abril y lo que pudo pasar.

"Yo en la Copa del Rey nunca jugaba porque por tradición, en ese torneo ataja el suplente. Pero el día que íbamos a jugar contra Barcelona, nuestro técnico, Bernd Schuster, me pone como titular", recuerda el portero . El suplente, que era un español, tenía una cara… Y ya en el vestuario, Schuster me dice: 'Discúlpame Pato, me equivoqué, va a jugar Fulano'. El suplente. Y es el famoso partido en el que Messi nos hace el gol desde la mitad de cancha, el 4-1 en el que se pasó a todos en 2007. Todos me preguntan si me lo hizo a mí, pero no".

Abbondanzieri, que esa temporada ganó el Zamora recuerda además que durante los dos años que estuvo defendiendo la meta del conjunto azulón el astro azulgrana, con el que también coincidió en la selección argentina: "Después lo enfrenté por la Liga, a él y a Ronaldinho, y salimos 0-0. Lionel no iba mucho a Getafe, me parece que no le gustaba ir a esa cancha... Es más, en la revancha de ese 4-1, nosotros de locales les ganamos 4-0 y Lionel no fue. Yo puedo decir que Lionel no me hizo goles, es más, podría decir que ese gol maradoniano, si yo estaba en el arco, no me lo hacía… ja, ja, ja. No, mentira, a mí también me lo hubiese hecho".

El guardameta, campeón en cuatro ocasiones de la Copa Libertadores con Boca, asegura que ve a Messi llegando al Mundial de 2026: "Con él es fácil: tiene que estar siempre contento, y ahí va a sacar lo mejor. A él dale la pelota y basta. Los compañeros ya saben cuándo está enojado, por eso no le hace falta gritar. Nunca lo vas a ver sacado en una cancha. ¿Si llega al próximo Mundial? Para mí, sí. Se lo ve muy bien y se está preparando, se va midiendo. Está feliz, y me parece que no tiene límites cuando está feliz".

El Pato no sólo compartió vestuario con Messi. También lo hizo con Maradona, aunque si hay un compañero al que se rinde es a Juan Román Riquelme, aunque ahora no esté muy de acuerdo con su gestión de Boca: "a Messi lo agarré de chiquito, ya era un genio, claro, pero no lo pude disfrutar tanto. Y estuve con Maradona también en 1997, claro, y era fabuloso verlo de cerca en el día a día de los entrenamientos… Pero Román me hizo vivir cosas impresionantes, tiene que ver con los momentos de plenitud con los que te toca ser compañero de alguien. Su visión de juego era increíble, por eso lo imaginaba más cerca de la cancha que de la gestión. ¿Y cómo lo veo? Una gestión se mide por resultados, mucho más en una institución como Boca. Y lamentablemente no está consiguiendo esas cosas que un presidente siempre quiere. Román ha tenido decisiones correctas, y otras que no".