Las lágrimas de Lamine Yamal, el abrazo de Laporta y un mensaje de perdón
El canterano fue el mejor futbolista del Barça, pero se marchó triste por no haber podido sumar más goles.
Lamine está creciendo a marchas forzadas. A pesar de que el cuerpo técnico quería ir poco a poco con él para respetar su fase de crecimiento como futbolista, Yamal ha tirado la puerta abajo. El fin de semana en Sevilla y el miércoles en Bilbao, el canterano se rebeló como lo que es: uno de los mejores jugadores del Barcelona y el más desequilibrante de la plantilla. Estuvo y se sintió por encima del partido.
Cuando fue sustituido se le instaló en la cabeza la imagen de la jugada en que pudo haber marcado el 2-3. Encaró hacia la portería del Athletic, regateó a Julen Agirrezabala y con la diestra mandó el balón ligeramente por encima del larguero. Pero Lamine es mentalmente tan fuerte que, mientras duró en el campo, no dejó entrever ningún atisbo de dudas. Siguió liderando al Barça en campo contrario.
Joan Laporta bajó al vestuario al final del partido para animar a sus jugadores, según contó el Què t'hi jugues. Se mostró cercano a los más jóvenes. Lamine, Cubarsí y Héctor Fort representaron el orgullo del barcelonismo. También Marc Guiu, que entró en el tramo final de encuentro. Su gran partido y su actitud llegaron hasta a retratar a futbolistas más veteranos que no dieron un paso al frente. Lamine, de hecho, abandonó San Mamés entre lágrimas.
Un perdón cargado de responsabilidad
"Lo dejamos todo y no se dio. Perdón, culers, por los errores. A seguir trabajando, no conozco otro camino", publicó en una historia de Instagram sobre una foto en blanco y negro. Que Lamine, un niño de 16 años, sienta esta responsabilidad es fruto de varios problemas estructurales que van desde la construcción de la plantilla hasta la cantidad de lesiones musculares. Aun así, el canterano se sobrepone a todo.
Xavi reconoció al final del partido que había visto a Lamine "desanimado" por la ocasión que erró. "Pero la ha generado él", destacó. Pase lo que pase a final de temporada, nadie le podrá quitar al entrenador el mérito y la valentía de haber sido él quien rompió la crisálida de la joya blaugrana.
El técnico se mostró orgulloso de los canteranos y los números lo respaldan. El Barça tiró chuto siete veces. Cinco de los intentos llegaron por parte de los adolescentes: tres de Lamine y dos de Marc Guiu, por dos también de Lewandowski. Lamine tiró del carro de un Barça herido en San Mamés. Yamal ya es capaz de ser determinante en escenarios de élite como el Benito Villamarín -donde, juntó a Ferran, fue el mejor- o Bilbao. También marcó en Arabia Saudí. Su potencial no tiene techo. Todo el mundo en el club lo sabe.