UD BARBASTRO 0 - FC BARCELONA 4

Los detalles invisibles de Flick y el discurso de Araujo mitigan el desprestigio del Barça por Olmo: "Estamos preocupados"

El entrenador, un 'gentleman' en Barbastro, confía en la inscripción de sus jugadores, mientras que el capitán refleja el sentir del vestuario.

Hansi Flick, durante el transcurso del encuentro ante el Barbastro en la Copa del Rey. /EFE
Hansi Flick, durante el transcurso del encuentro ante el Barbastro en la Copa del Rey. EFE
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Fue solo un sector, un grupo de aficionados jóvenes, primero, en los aledaños del Municipal de Barbastro. "Dónde está Dani Olmo, Dani Olmo dónde está", cantaban con sorna. Un canto tímido, pero que luego se propagó a una parte de la grada y reflejó el desprestigio del FC Barcelona por el esperpento navideño con las inscripciones del internacional español y de Pau Víctor, que ya han contado con dos "noés" de LaLiga, uno de la RFEF y ahora está en manos del Consejo Superior de Deportes (CSD) antes de acudir a los tribunales como el último recurso. Un club que lleva años conviviendo al filo en lo económico, con inscripciones en el último segundo y proyectos fallidos como Barça Studios. Que ha recuperado la norma del 1:1, pero sigue envuelto en un caso bochornoso. Dentro de ese clima, ahora mismo el primer equipo es un contraste importante. Primero, por los detalles de su entrenador, Hansi Flick.

El entrenador regala esfuerzos. En el hotel de concentración del equipo en Monzón, a 15 minutos de Barbastro, se dio un hartón de firmar autógrafos, igual que en el Municipal, siempre enganchado a la valla que limita con la grada para firmarle a los hinchas que lo pedían. "Nos hemos centrado mucho, nos focalizamos en este partido, no sufrimos. Somos profesionales, jugamos y estuvimos muy bien", dijo después, de forma escueta, en la sala de prensa. Era un Flick preocupado por el sentir del vestuario con una situación tan inesperada como decepcionante. "Están chocados (se entienden que en shock)", dijo después el capitán, Ronald Araújo, quien explicó el sentir de la plantilla ante un caso que les "preocupa".

"Todos quieren jugar, pero espero que se resuelva. Nosotros sabemos lo mismo que ellos saben, esperamos que se resuelva porque son dos grandes jugadores. Estamos preocupados porque son dos jugadores importantes, pero desde el club dicen que van a resolverlo y esperamos que lo hagan", se mostró reiterativo, pero no rehuyó las preguntas y salió a dar la cara en la zona mixta de Barbastro. El capitán, arengado por Flick, protagonizó otro detalle invisible, pero que levantó los aplausos de una parte de la grada del estadio Municipal.

Cuando expiraba el partido y los jugadores desfilaban hacia el túnel de vestuario, Flick los llamó para que volvieran al centro del campo y aplaudieran a los 5.400 aficionados que habían vivido un partido único y que se habían comportado con deportividad contra su equipo. Araujo hizo de enlace y todos ellos regresaron de nuevo. "Ronald vuelve de una enorme baja, pero estamos en contacto en el segundo tiempo por si podía jugar, si podía estar 90 minutos o no. Pero podemos ver que es un líder, un capitán, también en el vestuario, es bueno tenerlo", argumentó el técnico alemán, que también explicó que "tengo la confianza de que el club lo conseguirá. Dani es un gran jugador y he hablado con él y quiere jugar para el Barça, los necesitamos a él y a Pau. Tenemos que esperar".

No es la primera vez que Flick cautiva con su forma de ser. El técnico, que desde el primer momento mostró su manera de ser y su carácter detallista, se ganó al vestuario desde el comienzo, cuido los jóvenes valores e intenta mostrarse tan intransigente con las normas -Jules Koundé no jugó en Vitoria por llegar unos minutos tarde- como cariñoso con sus famosos abrazos a los jugadores después de los cambios o de que acaban los partidos. "Desde que arranqué, muy bien. El técnico implementa su fútbol y el equipo lo entiende: su intensidad, la línea alta, pero estoy muy contento", comentó el propio Araujo, focalizándose más en lo futbolístico.

La plantilla tuerce el gesto y hay en juego varias renovaciones

Ahora mismo, en juego no solo están las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, y todo lo que ello conllevaría a nivel deportivo y económico, sino también la credibilidad de la junta directiva ante una plantilla en la que hay otros jugadores con contratos especiales como Íñigo Martínez, quien ya pasó por momentos parecidos -y en verano hubo un enfado cuando se hablaba de la compra de Nico Williams mientras él solo podía estar inscrito un año-, o aquellos que están en proceso de renovación, como el propio Araujo -"estamos hablando de ello con el club, esperemos que se pueda resolver. Estamos hablando, a ver cómo sigue"-, o Pedri o Gavi.

Desde que explotó el problema, el discurso de Flick ha sido claro y sincero, sin esquivar el asunto y desmarcándose en este caso de Joan Laporta, al decir que "nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo y ellos deben hacer el suyo". Con Raphinha con problemas musculares -aunque no revisten teóricamente gravedad-, Lamine Yamal a las puertas de la recuperación para la Supercopa, pero sin el ritmo de competición tras tres semanas parado, las bajas de Dani Olmo y Pau Víctor cobran más importancia. Y en la plantilla sienten que todo se ha complicado demasia

do y no están excesivamente contentos.