Un emoji viral explica por qué un "no se jugaban nada" ha cambiado la historia del Cacereño

El Cacereño vive este jueves uno de los días más importantes de su historia, al enfrentarse a partir de las siete de la tarde al Atlético de Madrid. Cada uno de sus futbolistas es consciente desde su condición de jugadores de Segunda Federación de que quizás jamás vuelvan a verse las caras con un equipo de esta magnitud. Parece que ha sido un regalo del destino, pero no ha resultado nada fácil. Nadie les ha regalado nada. De hecho, los clasificados para el torneo del KO desde cuarta categoría son aquellos que han rendido hasta el límite de sus fuerzas y han sellado una temporada brillante. Tanto es así que el conjunto de Cáceres quedó en sexta posición en liga y logró el billete de milagro, gracias a que quedó por delante suya el Getafe B. Cabe recordar que los filiales no pueden participar y a eso se aferró el club protagonista de estas líneas para obrar un milagro insospechado.

Para entender qué es lo que ocurrió hay que remontarse a la Jornada 33 de Segunda Federación. Es decir, cuando solo restaba un partido a todos los implicados. Aquella cita se cerró con el Numancia como líder con 60 puntos y la Gimnástica y el Sanse, segundo y tercero respectivamente con 58. El Cacereño vivía en la séptima plaza con 46 en su casillero. Ya tenía imposible quedar entre los cinco primeros, a siete del Atlético Paso. Pero la presencia del Getafe B les daba un clavo al que agarrarse. Se situaban a solo dos del Unión Adarve, sexto y por tanto último con derecho a disputar la Copa del Rey, un sueño para aquellos modestos que ven que tienen un enfrentamiento contra un Primera a escasos dos peldaños.

La última jornada no podía resultar más emocionante. El Adarve se enfrentaba al Sanse, que se jugaba el ascenso, aunque no dependía de sí mismo. Por su parte, el Cacereño se veía las caras con el Numancia, el gran favorito para subir de categoría y que además estaría en Primera RFEF con una victoria. Pocos apostaban porque aquel caos le daría esta oportunidad a los cacereños. Pero ocurrió. La magia del fútbol y de un torneo que siempre guarda una vida extra para aquellos que lo compiten con todo su entusiasmo.

El Adarve perdió contra el Sanse, que no logró subir. El Cacereño también lo tuvo complicado, pese a que se le puso todo de cara. A los 25 minutos, un gol de Iván Breñé les hizo creer. Pero la expulsión de Deco a la media hora ya les bajó el ánimo. O eso podía parecer. Increíble, pero cierto, el Numancia se vino abajo de forma incomprensible y pese a estar más de una hora en superioridad numérica acabó sucumbiendo y pasó del 1-0 abajo a caer 5-0. Dos resultados que le acabaron dando el ascenso a la Gimnástica y la sexta plaza copera al Cacereño. Quién les diría entonces que aquella hazaña les haría enfrentarse al Atlético de Madrid en uno de los partidos de su vida.

Sin embargo, no todos eran especialmente conscientes de todo lo que había en juego. Por supuesto sí desde dentro del vestuario, que afrontaron ese partido como si fuera una final. En sus mentes, claro, estaría aquella eliminatoria ante el Real Madrid de la edición 2022-23, que perdieron por solo un gol. Los blancos no lograron agitar el avispero hasta el minuto 69, cuando Rodrygo abrió la lata y anotó el único tanto del partido. Sabían que podía volver a ocurrir.

Precisamente un experto no sospechoso de equivocarse, cometió un error de bulto. MisterChip, posiblemente el mayor recopilador de datos del país y reconocido en todo el planeta, publicó un tuit adjuntando una captura de pantalla con lo que había ocurrido en el partido y añadió: "Ganando ascendían (se refiere al Numancia). El Cacereño no se jugaba nada. Han jugado una hora contra 10. 5-0. La Segunda RFEF. Y el fútbol".

Sí, por supuesto que el Cacereño se jugaba algo, tanto que ahora van a disputar un partido histórico para el club gracias a esa victoria. Aquel error de MisterChip tiene ahora una nota de la comunidad, tan de moda en X. Y decenas de comentarios de aficionados. Pero, sobre todo, tiene un aire de reivindicación. Deco, el expulsado aquel día, ha publicado un tuit con un emoji de la boca con una cremallera.

Hay motivos para levantar la mano. Su expulsión pudo costar muy cara, los suyos tiraron de orgullo y ahora todos celebran verse las caras con el Atlético de Madrid.