ATHLETIC - OSASUNA

Aimar Oroz llega a San Mamés tras su primer culebrón, convertido en la llave de Vicente Moreno y orgullo rojillo

El centrocampista navarro, tras renovar su contrato pese al interés del Athletic, está viviendo un curso de confirmación como estandarte de un Osasuna que sueña con repetir machada.

Aimar Oroz, durante el último partido liguero ante el Atlético de Madrid./AFP
Aimar Oroz, durante el último partido liguero ante el Atlético de Madrid. AFP
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Aimar Oroz volverá mañana a San Mamés. La primera vez después de haber vivido su primer verano intenso, con el Athletic Club apostando fuerte por él y con mucha tensión entre ambos clubes. Un verano que empezó tras una temporada gris pero que terminó en París con la medalla de oro olímpica. Entre una situación y otra se convirtió en objetivo para Girona y el propio conjunto bilbaíno, que buscaron su fichaje intensamente ante la negativa de la directiva rojilla a desprenderse del que han convertido en el estandarte del proyecto. Más aún con su renovación y, por supuesto, con sus primeros meses de la temporada volviendo a ser el mejor Aimar. Así llega a Bilbao la perla navarra.

Vuelve a ser el mediapunta elegante y diferencial que demostró ser con Jagoba Arrasate en su primera temporada en la élite. Un diamante que sigue puliendo Vicente Moreno en este inicio del nuevo proyecto rojillo. Queda poco de aquel 'palillo' que maravillaba a todos en la cantera y que renunció a una oferta del Real Madrid. Su humildad y timidez siguen ahí, eso difícilmente cambiará. "Trátale con mimo", solían recomendar antes de sentarse junto a él para entrevistarle, aunque estuviésemos hablando de uno de los líderes futbolísticos de un Osasuna que estaba a pocas semanas de jugar una final de Copa del Rey. Ese año, en el que el cuadro rojillo de Jagoba Arrasate rozó la gloria en La Cartuja tras conquistar San Mamés, se convirtió en el jugador revelación de la temporada.

Aquel verano previo, Arrasate se convenció de que Aimar estaba para ser importante. Y lo fue desde el primer día, asumiendo un penalti decisivo en la jornada inaugural ante el Sevilla. El camino de promesa a líder se consumió rápido, mezclando el juego de un equipo que tenía a Budimir como gran artillero, Abde como agitador y Aimar como mago entre líneas para juntar el resto de piezas. En Bilbao se acuerdan bien de ellos. Pero, sin embargo, fue la salida del marroquí -estaba cedido por el Barça y acabó firmando por el Betis pese al interés rojillo por repetir cesión- la que lo cambió todo y 'apagó' el fútbol del joven de Arazuri.

Tanto Jagoba Arrasate, Vicente Moreno y Braulio tienen claro que para conseguir el mejor nivel de Aimar Oroz es clave juntarle con extremos como era Abde o hoy personifica Bryan Zaragoza

Así lo argumentaban desde dentro entonces. Y es importante recordarlo para entender la actualidad. Consideraban que la falta de un extremo como el africano, que fijaba rivales y llevaba al técnico contrario a juntar efectivos en esa banda izquierda, dificultaba el fútbol de Aimar. Sin espacios, se evaporó parte de su juego en una temporada complicada en la que solo celebró dos goles y una asistencia en 26 encuentros de titular. Unos meses después ha recuperado su mejor nivel con Moreno, que ha confiado en él como titular en todos los encuentros ligueros, salvo en el último duelo ante el Atlético, pensando en la cita de este jueves en San Mamés.

Cuentan que no es casualidad que esta mejora haya llegado con el fichaje de Bryan Zaragoza y que sin el andaluz por lesión, no haya podido brillar tanto. "Si tienes extremos que te abran el campo y te fijan, él va a encontrar espacios por detrás de los mediocentros", reconocen desde el club. Braulio sabía bien de la importancia de rodearle de la mejor forma y desde el primer momento se entendió a la perfección con el jugador cedido por el Bayern, recordando a esa dupla que formaba junto a Abde. Además, se le insiste al joven navarro que pise área, convencidos de que tiene potencial para ser mucho más diferencial en la zona en la que se deciden los partidos.

Por el momento, ha celebrado un gol, aunque el mérito de los tantos ante el Leganés y el segundo frente al Celta también son suyos, ya que fue quien finalizó las jugadas. De hecho, el navarro comenzó el curso participando en la mayoría de goles y llega mucho más al área contraria, como demostró precisamente ante el Athletic, aunque Simón le privó del gol. "En directo impacta porque parece que no es fuerte, pero es muy difícil de derribar, aguanta muy bien el balón y tiene instinto cerca del área", comenta una persona cercana a la plantilla.

En el nuevo contrato de Aimar Oroz, hasta 2029, figura una cláusula de 30 millones que el Athletic no se plantea abonar

Celebra Osasuna y, por supuesto, toda su afición. Más aún tras haberle blindado con un nuevo contrato hasta 2029 y con una cláusula de 30 millones. Un precio que el Athletic no se plantea pagar, aunque el interés por el mediapunta siga vigente. En el club rojillo creen que es un precio que podría llegar a pagar algún club en el futuro porque le consideran un talento único, pero defiende que este precio significaría doblar el traspaso más elevado de la historia rojilla, que siguen siendo los 13 que pagó el Atlético de Madrid por Raúl García. Por el momento, sigue creciendo con la Selección Española en el horizonte y con un año que promete en el Sadar.

Volver a asaltar San Mamés

En la mente de Aimar Oroz, Vicente Moreno y toda la afición rojilla está en estos días los recuerdos de 2023. Cuando resistieron en un San Mamés lleno para llevar el duelo a la prórroga, antes de tocar el cielo con el gol de Pablo Ibáñez. Días después, Aimar bromeaba en Tajonar con la acción de su buen amigo. "Yo estaba en el banquillo y saltamos todos corriendo hacia Pablo como locos, fue una carrera increíble. Además me hizo mucha ilusión que metiese él porque llevamos ya un par de años jugando juntos en el Promesas y nos tenemos mucho cariño", contaba días después a Relevo.

Aquel día, Jagoba intervino en el descanso y modificó la presión de sus jugadores. Sufrieron todos juntos y acabaron en la Plaza del Castillo en una fiesta inolvidable. Algo que quieren repetir este jueves. El reto es conseguir lo que nadie consigue desde el 2003: eliminar al conjunto rojiblanco de Copa en partido único. Y la mejor receta para conseguirlo es que Aimar vuelva a brillar y dé un golpe en la mesa en la casa de un Athletic que suspira por él.