Otro puñetazo al estómago del Real Madrid Femenino
Al equipo blanco sólo le queda la Liga para subsistir esta temporada tras tres duras eliminaciones en Copa, Champions y Supercopa.
"Nos va a venir bien porque tendremos semanas completas para trabajar". Aunque Alberto Toril intentaba restarle importancia al nuevo fracaso de su equipo, esta vez en Copa de la Reina ante el Atlético (2-1), no pudo evitar que el runrún que le ha perseguido durante estos últimos meses vuelva a explotar. Con la Liga -segundo clasificado- como única baza para salvar la temporada, el equipo blanco no ha dejado de encadenar problemas en esta temporada. El malestar y las críticas no han cesado desde finales de año, con un juego que deja dudas, problemas físicos (plaga de lesiones), una mala planificación deportiva y una plantilla desmotivada. Aún así, desde dentro, se empeñan en lanzar un mensaje de conformismo: "Estamos en los objetivos que el club nos marca".
Tras estas palabras se esconden dos meses de crisis deportiva con tres duras eliminaciones en Champions, Supercopa de España y Copa de la Reina. Las blancas cayeron en la competición europea de manera prematura y con sólo un punto de dieciocho posibles. Lo más preocupante no es la eliminación, que puede entrar dentro de una normalidad al hablar de un torneo de este nivel, es la forma. El conjunto de Toril no consiguió ganar a rivales como el Häcken o el Paris FC, con presupuestos y plantillas modestas.
Tras caer en Europa llegó la bala de la Supercopa. Era exigente, pues le esperaba el Barça en semifinales. Sigue habiendo distancia entre ambos proyectos -presupuesto, plantilla, trayectoria...-, pero nadie esperaba un partido que arrancó con un equipo azulgrana arrollando a su paso. El Madrid quiso reaccionar en la segunda parte, pero ya era tarde, con otro mazazo ante su eterno rival. Volvemos a eso de: no es el qué, es el cómo.
De la Supercopa, torneo en el que menos se le puede reprochar por la exigencia del rival, a la Copa de la Reina. Después de un plácida goleada al Betis, el destino quiso que Real Madrid y Atlético, finalistas en la anterior edición, se cruzaran en cuartos de final en casa de las rojiblancas. Un duelo clave para plantarse en semifinales e intentar rascar un trofeo nacional con la Supercopa ya decidida -la ganó el Barça- y la Liga casi imposible -el Barça es líder con nueve puntos de distancia con el Real Madrid-.
«Las jugadoras están pasando un mal rato»
El fútbol dictó sentencia en Alcalá y el triunfo fue para las rojiblancas, que plantearon un partido más serio, supieron manejar los tiempos y fueron más efectivas. Aunque la derrota fue mínima, no pierde importancia y sigue minando la imagen de un equipo al que le empieza a costar atraer grandes estrellas internacionales -condicionados también por el presupuesto- y en el que un gran número de futbolistas (Misa, Athenea, Feller, Teresa Abelleira...) acaban contrato.
Con la eliminación copera, el Real Madrid ha perdido otra vía de escape en un proyecto que se aferra a la clasificación para la previa de la Champions con una plantilla tocada. "Las jugadoras están pasando un mal rato", declaró Toril tras la derrota copera. Ahora, el cuadro madridista quiere hacer reset y poner todos los focos en su único objetivo en Liga, sin ninguna 'distracción' en otra competición y para el que no habrá excusas de no conseguirlo.