FÚTBOL

A mí me entrenó Abelardo: "Me llama mucho la atención, ahí da otra imagen más cortante, pero no es así"

Tras su último enganchón con un periodista, Lora, Casquero, Tomás Pina, Javi López y Víctor Sánchez nos ayudan a conocer a Abelardo, con quien coincidieron en Sporting, Alavés y Espanyol.

Abelardo en un entrenamiento del Cartagena. /
Abelardo en un entrenamiento del Cartagena.
Cristina Bea

Cristina Bea

Hay una palabra que repiten los cinco protagonistas de este artículo: cercano. Con ella Javi Casquero, Alberto Lora, Tomás Pina, Javi López y Víctor Sánchez definen al que fuera su entrenador en diferentes etapas en el Sporting de Gijón, Espanyol y Alavés. Un Abelardo que ha vuelto a estar en el foco por un enganchón con un periodista en la rueda de prensa posterior a la derrota del Cartagena, su equipo desde principio de campaña, en Oviedo por 1-0. Dos días después, el técnico asturiano llamó por teléfono a Juan Pedro Hurtado, el periodista de Onda Regional implicado, y se disculpó por lo sucedido. Nosotros tratamos de perfilar cómo es Abelardo lejos de los micrófonos; en el vestuario y en el cara a cara con los futbolistas. Unos se sorprenden por su reacción. Otros no.

Sus primeros pasos como técnico en el Sporting de su vida

"Primero me entrenó con el filial del Sporting, que estábamos en Segunda B, y luego me volvió a entrenar en el primer equipo, que fue cuando ascendimos en la temporada 2014-2015. Son diferentes etapas. De ser un entrenador de un filial, que son gente muy jovencita y que está en ese último periodo de formación del jugador, a lo otro que es fútbol profesional, la relación con los jugadores quieras o no cambia un poco, pero lo recuerdo como un entrenador muy cercano, siempre intentando sacar el máximo del jugador. Como también fue jugador de fútbol y encima a muy buen nivel la verdad es que nos era de muy buena ayuda", dice Alberto Lora de sus dos etapas comunes con el técnico gijonés en el club de su vida, en la campaña 2008-2009 en el filial y de 2014 a 2017 en el Real Sporting.

Por un par de meses Lora no coincidió con Javi Casquero en el primer equipo, pero ambos tuvieron a Abelardo como entrenador en su entonces incipiente carrera como técnico. Casquero colgó las botas al finalizar la campaña 2013-2014 en la que Abelardo se estrenó al frente del primer equipo; sustituyó en el banquillo rojiblanco a Ramón Sandoval el 4 de mayo de 2014. 

"Él todavía no tenía experiencia en el fútbol profesional pero sí conocía muy bien lo que era el Sporting y Mareo. Yo ya le conocía de su etapa en el filial, coincidíamos en Mareo y hablábamos un poco de fútbol, del equipo, ya habíamos jugado en contra, incluso alguna vez había coincidido en Ibiza, porque él veranea también en Ibiza. Nos conocíamos, teníamos una relación cordial y lo primero que hago es acercarme a él y le digo: 'Míster, en todo lo que te pueda ayudar aquí estoy, más allá de que juegue o no lo que quiero es que al equipo le vaya bien'. Fui de la mano de él y no le creé ningún problema, al revés. Conseguimos meternos en playoff y mi predisposición en todo momento fue la de cercanía hacia un cuerpo técnico que llegaba nuevo. Yo era el más veterano del equipo, creo que estaba en mi papel el intentar ayudarle. Para él era un reto muy importante coger a su Sporting y me lo agradeció", recuerda el exmediocentro toledano, que califica su relación de "cercana y un trato fantástico, de hablar con sinceridad, de mirarnos a la cara y, sobre todo, de respeto: yo a su carrera y a lo que había sido como futbolista y como entrenador que estaba empezando también, y él hacia a mí también por mi carrera y por intentar ayudarlo cuando coge el equipo".

Una ayuda que terminó siendo mutua. "Nos metemos en playoff y yo ya tenía vista mi retirada y que quería sacarme el curso de entrenador. Empecé el nivel 2 de entrenador y le avisé de que tenía que ir a Madrid y me ayudó, me echó una mano para un par de permisos que me tuvo que dar. Teníamos una relación más allá de jugador-entrenador, porque hablábamos mucho de fútbol, de vestuario, de cosas que pasaban, porque yo tenía ya otro rol e intentaba ayudarle a él y a los jóvenes también, que cuando él llegó tiró mucho de Mareo y de la gente que conocía del filial, obviamente", cuenta Casquero.

Alberto Lora, que llegó al primer equipo desde ese filial precisamente, también habla de ayuda cuando se refiere a aquel Abelardo que vivía su primera temporada en el Sporting como entrenador, en Segunda división. "Era cercano, intenso en querer sacar lo máximo al jugador, se ponía muchas veces en nuestro lugar y sabía lo que estaba viviendo en ese momento el futbolista o le podía pasar por la cabeza, e intentaba ayudarnos en todo momento. Al año siguiente del ascenso, el de la permanencia, tuvimos muchas dificultades. El Sporting en ese momento tenía restricciones, no podía fichar a jugadores y sufrimos mucho, pero lo sacamos adelante. El club pasó unos apuros económicos bastante grandes y estuvimos como cuatro o cinco meses sin cobrar y fue un año difícil. Trataba de ayudarnos muchísimo. Como había sido futbolista había vivido ya muchas experiencias que a lo mejor estábamos viviendo los jugadores. Nos brindó su ayuda para que todos los jugadores, sobre todo los más jóvenes, pudiesen estar lo más cómodos posible", señala Lora, que no esconde que también había momentos para ver el carácter más serio y recto del técnico.

"A mí es algo que me gusta de los entrenadores, que sean sinceros, que te vayan de frente, que te digan las cosas a la cara"

Alberto Lora Exjugador del Real Sporting de Gijón

"A mí es algo que me gusta de los entrenadores, que sean sinceros, que te vayan de frente, que te digan las cosas a la cara. Cuando se enfadaba y sacaba el genio, pues lo tenía que hacer y me parece correcto, pero siempre era tratando de sacar lo mejor posible al grupo. Intentó exprimirnos al máximo para conseguir los objetivos y aquel año que ascendimos fue brutal, porque para el Sporting fue un año que a principio de temporada no esperábamos luchar por ese objetivo y lo conseguimos", recalca Lora, que se ríe cuando dice que no le sorprendió la reacción de Abelardo en la rueda de prensa: "No, no, no me ha sorprendido. La verdad es que ya le conocíamos y sabíamos cómo era".

Es más, el exfutbolista madrileño rememora otra rueda de prensa de Abelardo en aquella etapa en el Sporting "muy sonada, salió a nivel nacional, cuando estaba con el jefe de prensa ahí al lado y le estaban criticando". Fue el 29 de noviembre de 2016 tras caer 1-2 contra el Eibar en el Molinón en la ida de los dieciseisavos de la Copa del Rey, cuando un periodista de Marca le preguntó por el cambio pitado por la afición de Burgui por Carlos Castro y el asturiano se alteró. "Siempre vais a lo puto negativo. Tú y tu puto periódico Marca. No sois sportinguistas porque siempre buscáis la mierda, es así de claro", espetó Abelardo, a quien el jefe de prensa del equipo, Leli Rubiera, quiso calmar, sin éxito: "Calla, Leli, que estoy súper tranquilo. Me estoy quedando más a gusto que la madre que me parió".

"A lo mejor en otro momento él coge y se calla y está calmado, pero en ese momento le pillaría con ganas de contestar y se calentó bastante", recuerda jocoso Lora, que asegura que "hasta lo puedo entender" y señala la diferencia de trato del técnico asturiano dentro y fuera del vestuario. "No es lo mismo la manera de ser o de mostrarse con tus jugadores que con la prensa. Hay muchas cosas y muchas partes importantes en el mundo del fútbol, pero el futbolista puede ser la parte más importante. Nosotros nos debemos al club y él era el que nos manejaba porque era el entrenador, con nosotros tampoco podía ir a la gresca. Tampoco quiero decir que vaya a la bronca con los periodistas, pero entiendo que los periodistas a veces buscan las cosquillas a jugadores o entrenadores y que él pueda estar a la defensiva y pueda defenderse de ciertos ataques, que también te digo que en aquel momento sufrimos ataques que para nada nos merecíamos por todo lo que te estaba diciendo antes de que pasamos tantos apuros", relata Lora.

Las pocas semanas que compartieron Casquero y Abelardo, un día a día "de comprensión y correcciones en el juego", hace que el exfutbolista de Sevilla, Getafe o Sporting, entre otros, sí se sorprenda de esta otra versión del técnico. "Me sorprende mucho, me llama muchísimo la atención porque ahí da otra imagen, más distante, más cortante y como más inaccesible, y no es así para nada. Él en el trato es un tío muy cercano, muy llano, muy normal. Es un tío muy simpático, muy buen tío, muy amable y de la escuela de entrenadores que intenta tener más relación directa con el jugador, de cuidar el vestuario. Era un tío también muy comedido en los entrenos y luego le ves sus reacciones en las ruedas de prensa y no lo reconozco", dice y se ríe Casquero, que reflexiona sobre el posible porqué de esos picos del actual técnico del Cartagena ante los medios.

"Es un tío muy simpático, muy buen tío, muy amable, que cae bien a todo el mundo y, sin embargo, se transforma en las ruedas de prensa"

Javi Casquero Exjugador del Real Sporting de Gijón

"Es un tío que cae bien a todo el mundo y, sin embargo, se transforma en las ruedas de prensa. Hay que ver un poco su currículum y experiencias en otros clubes y lo que le tiene que haber sucedido con periodistas o en ruedas de prensa para ponerse mejor en su lugar y entender la reacción y que se ponga esa coraza, que a lo mejor no tiene toda la culpa este último compañero y lo ha pagado con él por otras situaciones. Yo no te puedo decir nada malo del Pitu porque fíjate que yo no jugaba y te estoy hablando bien", comenta entre risas Javi Casquero.

El excentrocampista toledano cree que cuando Abelardo se vea en imágenes en estas situaciones "no se debe reconocer". "Con tantos amigos que él que tiene y que son de fútbol le habrán dicho: 'Oye, ¿qué te ha pasado?'", plantea Casquero, que al hablar de amigos hace esta valoración sobre ciertas similitudes en reacciones con la prensa entre Abelardo y Luis Enrique. "Los dos son muy amigos y no sé si puede haber algo de coincidencia en la opinión que tienen con respecto a la prensa. El Pitu, además, ha trabajado en los medios, tendrá muchos amigos periodistas y con muchos se llevará fenomenal. Hay que entender un poco las situaciones y ver también qué es lo que pasa en Cartagena. Habían perdido, encima contra el Oviedo, estaría jodido, pero sí que estuvo ahí un punto de mal educado, cómo le miraba… Yo creo que cuando se haya visto habrá dicho: 'Esto no lo puedo hacer'", afirma.

Abelardo posa con una imagen de la exposición 'Héroes del Deporte« en Gijón, en 2014.  EFE
Abelardo posa con una imagen de la exposición 'Héroes del Deporte« en Gijón, en 2014. EFE

Dos etapas muy distintas en el Alavés, donde también fue jugador

En el Sporting de Gijón Abelardo logró un ascenso, una permanencia en la última jornada ante el Villarreal en la campaña 2015-2016 -la que citaba Lora-, y el 17 de enero de 2017 rescindió su contrato de mutuo acuerdo con el club en medio de una grave crisis de resultados y de identidad. Abelardo renunció a los tres años de contrato que le restaban porque "el sportinguismo es más importante que el dinero", dijo entre lágrimas en su despedida ante los medios. Casi un año después, el 1 de diciembre de 2017, llegó al banquillo del Alavés, el que fue su último equipo como jugador la temporada 2002-2003 y donde viviría dos nuevas eras al frente del equipo vitoriano: de 2017 a 2019 y en 2021. En ambas vestía de blanquiazul Tomás Pina.

"En un caso conseguimos salvarnos holgadamente y en el otro no sé si dimitió o volvió a ser cesado. La primera vez él llegó en una situación muy difícil, llevábamos muy pocos puntos y sí que recuerdo que llegó con ganas de acercarse a todo el mundo y de ayudar a la gente, de acompañar. Éramos gente más joven en general, que veníamos todos de alguna experiencia un poco peor y estábamos muy abiertos a escuchar y a acoger todo lo que nos aportase. Era el principio de Liga también, porque era diciembre, y la temporada fue muy bien a partir de ahí", refresca la memoria Pina, que establece grandes diferencias entre una etapa y otra en el cara a cara con el vestuario, no por el técnico, sino precisamente por el equipo y sus circunstancias acumuladas.

"La otra vez que vino, aunque también era una situación muy complicada, pero era muy diferente por el ambiente que había en el vestuario, fue muy diferente la acogida de la gente. Ahí quiero resaltar la diferencia de un vestuario a otro dependiendo de las personalidades que hay, porque él es de una manera pero es importante que sea un vestuario en el que esa forma de ser suya pueda encajar bien. Era febrero o así, el equipo venía de salvarnos dos años al final de Liga, en los últimos partidos, y el ambiente estaba ya un poco contaminado. Esas temporadas al final pasan factura y si tampoco revitalizas un poco el vestuario o haces cambios, sumar otra temporada más estando abajo, pasando tantas semanas sin ganar, es complicado. Además, recuerdo que cuando llegó también nos eliminaron de Copa. Se genera un ambiente de trabajo más difícil. Luego vino Calleja y nos acabamos salvando, pero el equipo estaba tocado. De hecho, al año siguiente sí que se acabó descendiendo", comenta el exmediocentro.

Tomás Pina, que colgó las botas en el Real Murcia el mismo día que Toni Kross se despidió del Real Madrid y del fútbol -"eso siempre lo podré contar como anécdota"-, también recuerda cómo Abelardo hablaba con el equipo de las suyas propias en épocas anteriores: "Contaba mucho de sus experiencias pasadas, sobre todo como jugador, pero también como entrenador, empezando en el Sporting. Él te daba también mucho pie a que tú contases cómo estabas viendo las cosas. Recuerdo alguna conversación contando de su época en el Barça, de cuando fue al Alavés como jugador, que fue muy diferente a cuando estaba él en su mejor momento", cuenta Pina.

"Yo de Abelardo sólo tengo palabras buenas. Con el jugador es muy cercano y bromista, campechano, no es un entrenador que mantenga las distancias como otros"

Tomás Pina Exjugador del Alavés

"Yo de Abelardo sólo tengo palabras buenas. Con el jugador es muy cercano y bromista, campechano, no es un entrenador que mantenga las distancias como otros. Luego la temporada tiene un devenir, van ocurriendo cosas y obviamente la relación con cada jugador lleva un curso diferente. Y es verdad que en ruedas de prensa tiene otro talante si ve que no le gusta por dónde van, que yo personalmente lo entiendo. No quiero decir que comparta sus reacciones, pero entiendo que esté a la defensiva", analiza.

El exmediocentro manchego explica así su punto de vista. "Yo he sido futbolista y también he tenido esa sensación. Si eres una persona con más pronto entiendo que puedas reaccionar así. No hablo de este caso en particular. Vi las imágenes pero no me acuerdo exactamente cuál fue la pregunta y también me quiero poner en la parte de todos, entiendo al periodista, pero cuando tú pones tanto trabajo en preparar un partido, una temporada y llegas a la rueda de prensa cuando no han salido las cosas y te hacen una valoración del partido como haciéndote de menos de lo que has preparado… Creo recordar que hay como una frase que le dice: '¿Esto era lo que habías preparado?' El rival te supera, son cosas que en el fútbol pueden pasar. Si eres alguien que tampoco tienes que mantener las formas porque tienes un bagaje de mucha experiencia pues entiendo que puedas saltar así, porque hay mucho trabajo detrás, porque pones mucho de tu parte y normalmente la prensa no suele tenerlo en cuenta. No sé cómo se podría hacer si no es así por parte de la prensa, pero entiendo que pueda reaccionar de esa manera", reflexiona Tomás Pina.

Fue el tercero de los cuatro entrenadores que dirigieron al Espanyol 19-20

El 27 de diciembre de 2019 llegó a un Espanyol colista, la misma posición en la que dejó al equipo cuando fue destituido el 27 de junio de 2020. Tanto en su segunda etapa en el Alavés como en ésta en el Espanyol, Abelardo llegó a su nuevo banquillo para sustituir a Pablo Machín. 

"Igual que te digo que Machín tenía más carácter, que le costaba más gestionar, con Abelardo fue todo muy, muy, muy rodado, independientemente de que no fueran bien los resultados", recuerda Víctor Sánchez sobre el que fue su tercer técnico en una campaña 2019-2010 en la que llegaron a estar al frente del equipo blanquiazul Gallego, Machín, Abelardo y Rufete.

"Me sorprende que se salga un poco de tono porque me parece un tío muy recto, muy afable. Es uno de los tíos que te irías a comer con él tranquilamente, a hablar de fútbol porque es buena gente, es buena persona. Hay otros entrenadores que dices: 'Hostia, qué buenos son a nivel de fútbol pero no lo aguanto como persona', pero Abelardo en ese sentido es un tío muy, muy llano y que tendrías tranquilamente una relación fuera del vestuario", recalca el exmediocentro perico.

"Hay entrenadores que dices: 'Hostia, qué buenos son a nivel de fútbol pero no lo aguanto como persona', pero Abelardo es un tío muy llano y que tendrías tranquilamente una relación fuera del vestuario"

Víctor Sánchez Exjugador del RCD Espanyol

En la misma línea se pronuncia su excompañero y capitán de aquel Espanyol, Javi López: "Mi experiencia no dejó de ser en una temporada en la que tuvimos cuatro entrenadores y que, cuando estás en una situación difícil, son experiencias complejas, difíciles, pero a nivel personal, a nivel humano, tengo un grandísimo recuerdo, me dejó un muy buen sabor de boca. Sinceramente, de los entrenadores que destacaría por su humanidad, por su cercanía y que quitando la parte deportiva que no nos fue bien, que eso no depende sólo de él -depende de él, de los jugadores-, tengo un grato recuerdo de él".

"Cercanía es la palabra. Es verdad que yo era el capitán y a lo mejor la experiencia de otros compañeros no fue la ideal, pero yo en el cara a cara con él, era un tío muy claro conmigo, intentaba sacar lo mejor de mí, hablábamos de todo. De hecho, es el primer entrenador que tuve que trajo su propio psicólogo dentro del staff, y ¿eso qué quiere decir? Para mí, que le da mucha importancia al tema humano y que quiere tener en las mejores condiciones mentales al equipo, que en ese momento difícil tener en el cuerpo técnico a una persona como Joseba, que era el psicólogo de Jon Rahm, también dice mucho de él como entrenador", recuerda Javi López sobre Joseba del Carmen, coach del golfista y en esta etapa, del RCD Espanyol.

"Abelardo es el primer entrenador que tuve que trajo su propio psicólogo dentro del staff, a Joseba, que era el psicólogo de Jon Rahm"

Javi López Exjugador del RCD Espanyol

"Aparte, nos pilló también en la época del COVID, con lo difícil que fue para todo el mundo, pararon la competición durante varios meses, que teníamos que estar encerrados en casa, y teníamos un meeting cada semana o cada dos semanas todo el equipo, con el psicólogo y con él, y cada uno explicaba cómo le estaba yendo. Nos dedicaron mucho tiempo y mucho cariño", echa la vista atrás el excapitán espanyolista, al tiempo que reconoce que Abelardo "no se casaba con nadie y lo dejó claro. Teníamos algún que otro jugador importante en el equipo e incluso llegaba a no jugar o no lo ponía de inicio, porque no se casaba con nadie. Y cuando él se tenía que poner serio, se ponía serio. Recuerdo el partido que perdimos en casa contra el Levante, que era una de nuestras últimas oportunidades, y después del partido nos echó una buena bronca, la que merecíamos. Es verdad que en esas situaciones sientes tanta presión que es muy difícil coordinar tu cabeza con tus pies. Es lo más difícil", señala López.

Difícil deportivamente fue la etapa de Abelardo en el Espanyol desde el arranque. Sufrieron tres expulsiones en los primeros seis partidos de tres futbolistas de peso en el equipo. Dos son Javi López, expulsado en Villarreal, y Víctor Sánchez, en Sevilla. El tercero fue David López en Valladolid. "Lo recuerdo", dice Sánchez, "y recuerdo que, además, jugamos un partido en el campo de Osasuna, íbamos 0-0 y perdimos 1-0 por un penalti mío, por mano, que es verdad que es prácticamente involuntario, pero me pitan una mano. Normalmente el entrenador te quiere matar en ese momento, porque al final se está jugando también el puesto, y estuvimos hablando después y me dijo: 'Joder, hostia, Víctor, no sé qué', y le estuve explicando un poco y me dice: 'Sí, sí, al final, cuando todo nos viene de culo, pasan estas cosas'. Estuvimos hablando muy bien, no me dejó en evidencia delante de nadie", recuerda el exjugador de Terrassa.

"'Cuando las cosas no van bien se alinean los astros para que sigan sin salir bien', me dijo, pero es verdad que él te apoyaba, e incluso te pasaban esas cosas y él estaba del lado del jugador y te apoyaba. En las ruedas de prensa daba la cara por el jugador", recuerda Javi López, que destaca que "ahora ha salido lo de esta rueda de prensa, y ha tenido también otras, pero tú sabes que el trato contigo es fenomenal. Tú no prestas atención a cómo era el trato de él con la prensa o los antecedentes que él haya podido tener con los periodistas".

"No he visto la escena, leí que le preguntaban y contestaba mal pero no he visto el vídeo. Me dejó extrañado. Yo es que con Abelardo sólo tengo buenas palabras, sobre todo, a nivel de trato. Yo lo considero un trozo de pan, un bonachón. Él con nosotros fue súper franco, hablaba mucho con nosotros, se apoyaba mucho en nosotros, formamos como una pequeña familia, porque nosotros teníamos una situación muy delicada y siempre el trato fue muy bueno, un poco fraternal: siempre intentándonos ayudar, hablando mucho y no recuerdo nada fuera de tono ni que se enfadara. Me lo encontré después, al cabo de un año y medio o así y estuvimos hablando otra vez, y la verdad que genial. A nivel de resultados las cosas no fueron bien, pero a nivel de trato fue siempre muy bueno", analiza Víctor Sánchez.

Al otro lado del teléfono, el exjugador del Espanyol trata de analizar los porqués del enfado del técnico teniendo en cuenta su buena experiencia personal. "Lo que te vengo a decir es que me resulta extraño el comportamiento que tuvo el otro día de tan alterado con poca cosa. La única interpretación que le puedo dar yo es que él no viene de hacer buenas temporadas donde ha estado y ya sabes cómo va esto, el fútbol es presente: si llegas a un sitio donde no estás bien, te echan; otro sitio donde no estás bien, te echan, y en el tercero te vuelven a echar, igual ya no entrenas más en Segunda y ya veremos dónde entrenas. Entonces, yo lo llevo un poco por ahí, el que a lo mejor se vea un poco en la cuerda floja: 'Como este proyecto no me salga bien, estoy fuera'", sentencia Sánchez.