¿Por qué la UEFA no considera a Dani Olmo un jugador 'Made in la masía'?

Uno de los fichajes más relevantes de este mercado estival ha sido Dani Olmo por el FC Barcelona, el regreso a casa de una de las figuras 'Made in La Masia' de la última Euro. Sin embargo, la paradójica normativa de UEFA rechaza esa afirmación de "made in La Masia" a la hora de inscribir al jugador como tal. Situación contraria a la del Real Madrid, con Vinicius o Rodrygo, dos de las grandes inversiones de los merengues en las últimas temporadas. Para UEFA sí son considerados jugadores formados en el club blanco. ¿Por qué?

La normativa es la siguiente. UEFA establece que los clubes que participen en competiciones continentales requieren de un mínimo de ocho jugadores formados en la federación a la que pertenecen, sin tener en cuenta el club, denominados canteranos del país. De los cuales, al menos cuatro de ellos sí deben de ser formados en el propio club, es decir, lo que conocemos coloquialmente como canteranos.

Para que un jugador pueda ser considerado canterano de su club o federación tiene que cumplir los siguientes requisitos:

La importancia de tener jugadores formados en el país reside en el número de jugadores disponibles que vas a tener en la lista A. El cupo máximo es de 25 jugadores, ocho de ellos jugadores formados en el país. De modo que, si la cantidad de jugadores es inferior, por ejemplo 6, el número máximo de jugadores inscritos será de 23, por lo que existiría una penalización en ese sentido respecto a otros clubes que sí consiguen el cupo máximo.

Una vez conocida la norma, traemos un caso práctico, como es Dani Olmo y el FC Barcelona. El jugador originario de Terrassa pasó su etapa de fútbol base en el Barça y Espanyol. En el conjunto perico tan solo en categoría cadete, cerrando esta etapa en categoría juvenil, cuando, con 16 años, fichó por la cantera del Dinamo de Zagreb. El resto de la historia ya la conocemos, un joven español que explota en la cantera croata y categorías inferiores de la Selección hasta consolidarse en el RB Leipzig Alemán y en la absoluta de España, siendo campeón de la Eurocopa 2024.

Este mismo verano es cuando regresa a España y al FC Barcelona, con 26 años; es decir, diez años después de dejar La Masia, lo que significa que tan solo pasó un año de los tres necesarios en el intervalo de cinco años de formación. Por lo que, para UEFA, Dani Olmo no es canterano ni del Barça ni del país.

Todo lo contrario ocurre con tres piezas claves del Real Madrid. Vinicius, Rodrygo y Fede Valverde llegaron al conjunto de Chamartín habiendo debutado ya en el fútbol profesional de sus respectivos países y, en el caso de los brasileños, la cuantía de su fichaje llega a los 40 millones de euros por su traspaso.

Sin embargo, el hecho de llegar con la edad de 18 años, Vinicius y Rodrygo, y a los 19 en el caso del uruguayo, determina que hayan pasado cuatro y tres años en el club antes de llegar a los 21; es decir, los años necesarios para que UEFA sí les considere canteranos del Madrid y de la Federación (España).

Más allá de estos grandes nombres de Barça y Madrid, vemos más casos similares en el futbol nacional, Giménez en el Atlético de Madrid es uno de ellos, que llegó a las filas del conjunto colchonero con 19 años, al igual que su compatriota Fede Valverde, y desde entonces ha continuado en el club; es decir, sí ha cumplido el requisito de tres años de formación en el club, por lo que sí es canterano del Atlético de Madrid. Al igual que le ocurre a otro central charrúa, como es Ronald Araujo en el FC Barcelona.

Mientras, Robin Le Normand, considerado por muchos como canterano txuri-urdin y que jugó tres años en el filial, no cumple este requisito, ya que llegó a San Sebastián con 20 años de edad, disputando tan solo un año de los tres necesarios para ser considerado canterano del club.

Esta normativa nace con la intención de favorecer la formación de jugadores locales, objetivo necesario en el fútbol actual que vive en una burbuja de fichajes constantes, y cada vez más costosos, a punto de explotar. Sin embargo, la ejecución de esta es contradictoria, al constatar que jugadores que realmente sí han sido formados en dichos clubes no computan como tal, mientras que grandes inversiones sí. Una norma que, a priori, tiene un objetivo beneficioso para el fútbol local, es la que incita a los clubes a buscar fichajes de jugadores extremadamente jóvenes y en ocasiones menores de edad, lo que termina fomentando el mercadeo en canteras y la marcha de jugadores locales al extranjero a edades tempranas.