¿Por qué el Real Madrid no juega en Brest el partido de Champions?
El Stade Brestois - Real Madrid de la última jornada de la Champions League se disputa en Guingamp.

El Real Madrid cierra su participación en la fase de liga de la Champions League 2024/25 con una visita al Brest. El conjunto francés es una de las grandes revelaciones del torneo. De hecho, llega a la última jornada con posibilidades matemáticas de conseguir el pase directo a los octavos de final y con su presencia en la repesca asegurada. Es verdad que quizá ha tenido un calendario asequible, con victorias frente a equipos de la parte baja de la tabla como: Sturm Graz, RB Salzburgo y Sparta de Praga. Aunque también firmó un meritorio empate a uno contra el Bayer Leverkusen.
El conjunto francés posee la oportunidad de recibir al campeón de Europa ante su afición, que no en su estadio. Porque el Brest - Real Madrid de la jornada 8 de la Champions League se disputa en el Stade de Roudourou, de Guingamp. Una localidad situada a unos 115 kilómetros de Brest. Es decir, los aficionados del Stade Brestois 29, que es como se llama el club, deben viajar alrededor de una hora en coche para poder ver a su equipo en uno de los encuentros más importantes de la historia moderna del club. Pero, ¿por qué sucede esto?
¿Por qué el Real Madrid no juega en Brest?
El disputar los partidos de competición europea en un estadio diferente al propio no es algo inhabitual. Por norma general, esto sucede cuando un equipo modesto, procedente de una localidad pequeña, logra la clasificación para la máxima competición europea sin estar preparado para ello. En este caso se da la paradoja que Guingamp, con unos 7.700 habitantes, es una ciudad sensiblemente más pequeña de Brest, que cuenta con unos 140.000 habitantes.
Sin embargo, el Stade Francis-Le Blé, hogar habitual del Brest, no cuenta con la homologación de la UEFA para albergar partidos de índole europeo. En concreto, tres de las cuatro gradas del estadio, que posee una capacidad para 15.200 espectadores, están fabricadas con estructuras que no están permitidas por el máximo organismo del fútbol europeo. No solo eso, además la UEFA considera que el estadio no cuenta con las instalaciones necesarias para albergar un encuentro de su máxima competición en aspectos tales como: accesos, zonas de prensa o seguridad de los futbolistas.
Por ello, en cada partido como local, el Brest tiene que desplazarse unos 115 kilómetros en autobús al Stade de Roudourou de Guingamp, que sí cumple con todas las directrices impuestas por la UEFA para ser sede de un encuentro de Champions. De hecho, la casa temporal del Stade Brestois 29 tiene un aforo ligeramente superior incluso, de 18.462 espectadores, lo que les permite ingresar más dinero en concepto de ticketing.
Sin embargo, desde el club francés han expresado su malestar por la obligación de la UEFA. En una entrevista concedida al diario As, su entrenador Eric Roy se quejó amargamente de tener que desplazarse tanto en sus partidos como visitante y como local. "Jugamos siempre fuera de casa. Una hora y media en carretera para ir al partido... El estadio (Roudourou) tiene algunos parecidos con el nuestro y creo que nos hemos acoplado bien. Pero la realidad es que vamos a jugar los ocho partidos de esta fase fuera de Brest", dijo. Aunque quiso verle el lado positivo: "Es otra manera de demostrar lo bien que lo estamos haciendo".
El Brest es un equipo sin mucha tradición en Francia. En total ha disputado nueve temporadas en la máxima competición gala y sus vitrinas no cuentan con ningún título importante. Aún así, por sus filas han pasado futbolistas de renombre como Jorge Higuaín, padre de Gonzalo, David Ginola o Franck Ribéry. En la temporada 2024/25 logró una histórica clasificación para la Champions League tras terminar de manera sorprendente terceros de Ligue 1.