Un verdadero rival y su 'no' a irse del Atlético de Madrid están detrás del cambio radical de Jan Oblak
El conjunto rojiblanco intentó buscar una salida al esloveno, que en ningún momento se lo pensó.
Oblak es uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla del Atlético de Madrid. En su día renovó hasta 2028, con mejora de salario, una demostración del club para el segundo capitán del equipo. Pero con el paso de los años, varios futbolistas y el entrenador modificaron sus contratos, aunque él no lo hizo. Continuó con el suyo. Y estuvo en la rampa de salida en varias ocasiones.
Este último verano, quizá, fue el más complicado para el portero. Porque comenzó a entrenar tarde por unas molestias físicas, se perdió gran parte de la pretemporada y, además, el Atlético decidió cambiar de meta suplente, dejando ir a Moldovan para traer a Musso, el primer guardameta que de verdad le puede pelear la titularidad desde que está afianzado en el Atlético de Madrid. Este fue uno de los cambios que espoleó al esloveno.
La realidad es que al agente de Oblak, durante todo el verano, le llegaron muchas ofertas y no quiso escuchar ninguna. El portero y su representante tenían claro que no se iban a mover del club a pesar de que la entidad sí estaba abierta a una posible salida siempre que llegase una oferta importante por el guardameta.
Oblak, como no podía ser de otra manera, se quedó en el club. Quería volver a ser el de siempre. Y poco a poco lo está logrando. Ahora está al nivel que mostró en sus mejores temporadas. Su partidazo en París lo corrobora. Desde septiembre ha sido decisivo en muchos partidos e incluso salió reforzado en la noche fatídica de Lisboa, cuando encajó cuatro goles pero si no hubiera sido por él seguramente hubieran sido más.
En Liga lleva siete goles encajados en 11 partidos, siendo el portero menos goleado de todo el campeonato, con cinco porterías a cero. Ha realizado 29 paradas y sólo ha concedido un gol desde fuera del área, una faceta en la que ha mejorado mucho a pesar de que estemos en noviembre y en la que la temporada pasada terminó encajando 9 sólo en liga.
Ocho paradas ante el PSG... y una 'asistencia'
El PSG remató 22 veces y ocho de ellas fueron paradas de Oblak.El portero las paró de todos los colores, a Barcola, a Kolo Muani, a Dembélé, a todos. Lo hizo por arriba y por abajo, con la mano derecha y con la mano izquierda. Fue su mejor registro en Champions League desde un partido en Anfield de marzo de 2020, quedándose sólo a una de la noche milagrosa de Múnich donde consiguió nueve paradas.
𝐍𝐎.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 6, 2024
𝐏𝐔𝐄𝐃𝐄𝐒.
𝐏𝐀𝐒𝐀𝐑.
Oblak evita el gol de Achraf. ⛔️🧤#UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/XiwO1cAsQz
Pero no sólo eso, fue clave en el gol de Correa porque tras una parada, no se quedó con el balón 'durmiendo' el partido buscando el empate, que era lo que demandaba el encuentro. Buscó a Griezmann en largo con un pase largo con su mano derecha y el francés asistió a Correa para el gol de la victoria.
«A veces el fútbol te da y a veces te quita»
En zona mixta también habló el esloveno, que defendió la postura de su equipo y también a Nahuel Molina, ganador del MVP del partido: "El equipo siempre puede ganar, siempre tiene que entrar con esta mentalidad al partido, pero el fútbol a veces es raro, porque ante el Lille parecía que merecíamos mucho más y no consigues, pero hoy para algunos no merecíamos los tres puntos y los conseguimos".
"Yo entiendo a Luis Enrique, cuando no ganas un partido donde estás atacando, cuando lo pierdes al final es muy difícil de asimilar y aceptar, nos ha pasado a nosotros muchas veces también. Los puntos son lo importante, Nahuel se lo merecía el MVP porque estaba pasando un momento complicado y ha hecho un gran partido", concluyó el esloveno.