PSG 1 - ATLÉTICO 2

Oblak es el Ángel del Atlético de Madrid en París y deja a Luis Enrique tiritando

El Atlético gana en París gracias al papel del esloveno y un gol del revulsivo de siempre.

Marcos Durán

Marcos Durán

Menos de 500 aficionados del Atlético de Madrid viajaron a París. La sanción impuesta por el club para los hinchas de la Grada de Animación de no viajar no se notó mucho en liga, pero sí en Champions. Por parte de los franceses, no contentos con un tifo, sacaron dos, uno para animar a los suyos y otro para defender a Palestina. El ambiente en el Parque de los Príncipes era espectacular y los de Simeone sabían que iban a sufrir, porque la mayoría de equipos allí sufren.

Pero el Atlético primero salió vivo del Parque de los Príncipes y después rompió el partido en el último segundo. Gracias a Jan Oblak, por supuesto. Y a Ángel Correa. No hay muchas más razones que el esloveno, que realizó paradas de todos los colores, por arriba, por abajo y por todos los sitios posibles. Ante el tanto de Zaire-Emery no pudo hacer nada, pero después mantuvo de pie a un equipo que por momentos hizo lo que pudo y que en el último segundo del encuentro se encontró con un gol milagroso del revulsivo de siempre, Ángel Correa.

El partido inició con todas las emociones a flor de piel. Porque el PSG se comió al Atlético en los primeros 15 minutos e incluso se puso por delante gracias a un error clamoroso de Lenglet en la salida del balón, pero poco después, sabiendo que necesitaba una reacción, el Atlético empató gracias a un tanto de Nahuel Molina cuando nadie lo esperaba.

En 20 minutos dos goles, varios errores y una cosa clara: sin activarse al fútbol no se puede jugar y lo demostró el Atlético de Madrid, que cuando empezó a presionar, a salir de atrás y a atacar al PSG, cambió e igualó el partido, no sólo en el marcador, sino también en las sensaciones.

Simeone plantó un partido con Molina de lateral derecho, Giuliano por delante y con Gallagher jugando por delante de Javi Galán, cubriendo la salida de Archaf, un sitio en el que no se sentía muy cómodo. El lateral de Badajoz sufría con Dembélé pero el PSG, tras el empate, se achicó y comenzó a jugar mal, sin llegar con mucho peligro al área de Oblak y empezando a recibir pitos de su público.

El Atlético, en el primer tiempo, hizo muchas cosas bien, comenzando por la reacción. Después comenzó a juntar pases y con la presencia de Gallagher el equipo se fue estirando, pero la verdad es que no creó muchas preocupaciones en el área de Donnarumma y eso, en Champions, es peligroso, sobre todo porque tu rival se crece y sabe que no tiene que preocuparse por la parte defensiva tanto como pensaba.

Un paso adelante

En ataque, todos los balones pasaban por los pies de Julián Alvarez. El argentino participaba en casi todas las jugadas peligrosas, ya sea aguantando o dando continuidad para que sus compañeros se pudieran sumar en ataque. El Atlético, en los primeros minutos de la reanudación, intentó mostrar una versión más ofensiva, de más peligro... pero la realidad es que el PSG, cuando sumaba pases y movimientos, con Dembélé encarando y Vitinha rompiendo, siempre creaba ocasiones.

Triple cambio, más energía

Casi en el minuto 60, cuando Simeone suele hacer los cambios, entraron Koke, Riquelme y Reinildo por Javi Galán, Giuliano Simeone y Rodrigo Riquelme. Todos hombre por hombre, para refrescar al equipo y que no se vuelva a meter atrás. A pesar de eso, en el segundo tiempo la figura comenzó a ser Oblak, que paraba todo lo que le tiraban, desde la izquierda, desde la derecha o desde el borde del área.

Un cambio inentendible

Poco antes del minuto 70, Simeone volvió a mover el banquillo. Metía a Correa, un jugador que te puede agitar el partido pero quitaba del campo a Julián Alvarez. El argentino, a pesar de no tener ninguna oportunidad, le estaba dando cosas al equipo pero Simeone optaba por quitarlo a él y no a Griezmann, que hasta el momento estaba haciendo un partido que está muy lejos de la calidad del jugador francés.

Tres puntos vitales

Viendo cómo se desarrolló el partido, el Atlético puede irse muy pero que muy feliz del Parque de los Príncipes. Porque comenzó perdiendo y lo ganó, porque le faltaban jugadores claves y supo sobreponerse. Hacía nueve partidos fuera de casa en Champions que el Atlético de Madrid no ganaba y hoy volvía al triunfo de una manera difícil, pero espectacular. La clasificación está más cerca y ahora hay que soñar con estar entre los ocho primeros.

Ficha técnica

1- París SG: Donnarumma; Hakimi, Marquinhos, Pacho, Nuno Mendes; Zaïre-Emery (Kolo Muani, m.73), Vitinha, Joao Neves (Fabian Ruiz, m.67); Dembelé (Doué, m.90), Asensio (Lee, m.67), Barcola

2- Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Witsel, Lenglet, Galán (Reinaldo, m.60); Simeone (Riquelme, m.60), Gallagher (Lino, m.78), De Paul (Koke, m.60), Barrios; Álvarez (Correa, m.67), Griezmann

Goles: 1-0, m.14: Zaïre-Emery; 1-1, m.18: Nahuel Molina; 1-2, m.93: Correa

Árbitro: Szymon Marciniak (POL), amonestó a Correa

Incidencias: Partido de la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 48.000 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de aplausos por las víctimas del temporal en el levante español.