STURM GRAZ 1 - GIRONA 0

A dos metros de la línea de gol y sin portero: así fue el "no me lo puedo creer" que condena al Girona en Champions

Los catalanes perdieron inesperadamente en el campo del Sturm Graz.

Acción del gol que falló Iván Martín. /CAPTURA MOVISTAR +
Acción del gol que falló Iván Martín. CAPTURA MOVISTAR +
Marc Mosull

Marc Mosull

La derrota en Eindhoven escoció porque el PSV apabulló a un Girona al límite, asolado por las bajas. Y la de esta semana ante el Sturm Graz, mucho menos contundente, dolió especialmente por la entidad del rival, que todavía no había sumado en la presente Champions, y porque prácticamente deja fuera al conjunto catalán de la Copa de Europa. A falta de tres jornadas, los de Míchel necesitan de una "machada", como el mismo reconoció, para pasar de ronda. Y eso supone vencer a dos de los tres rivales que les quedan: Liverpool, Milan y Arsenal.

La clave en Klagenfurt estuvo en los primeros minutos de juego, brillantes por parte de un Girona comandado por un estelar Bryan Gil que está de dulce. El extremo de Barbate se asoció, desbordó y asistió. De hecho, en una acción fugaz, de funambulista encima de la línea de fondo, dejó sentado a Gazibegovic y regaló un balón a Iván Martín para que la empujara y pusiera el 0-1 en el marcador en el ecuador del primer tiempo. Pero no fue gol.

"No me lo creo, no me lo creo. El balón se ha ido arriba. Bryan le pone el balón en bandeja a Iván Martín que mete el pie muy abajo", así relató la acción Adolfo Barbero, el narrador del Sturm Graz-Girona en Movistar Plus, mientras de fondo se oía el lamento de incredulidad de sus comentaristas, Àxel Torres y Gerard López, ante el incomprensible fallo por parte del futbolista bilbaíno.

El error es grotesco, sí. Pues Iván Martín estaba enfocado a la portería y a apenas dos metros de la línea de gol, sin ningún tipo de oposición. Ni portero ni ningún defensor. Según se aprecia en la repetición, no impactó bien con el interior de su bota derecha, que es lo que presuntamente buscaba. Da la sensación, quizás por exceso de confianza, que se le giró el pie en el último momento y remató prácticamente con el tobillo o el talón. Y la pelota se marchó arriba. Unos centímetros por encima del larguero. Ver para creer.

A partir de entonces, el conjunto austriaco fue a buscar más arriba al Girona, y le comenzó a poner en apuros hasta que a la hora de partido encontró el premio del gol. Y ahí se terminó porque, por más que lo intentó, el Girona ya no pudo cambiar el signo del encuentro.

“Todos fallamos”

Los compañeros de Iván Martín que comparecieron antes los medios tras la derrota le quitaron hierro al asunto. "Son lances del partido… todos fallamos, solo queda que animarlo", comentó Abel Ruiz. Por su parte, Juanpe, reconoció que el tanto hubiera cambiado la película: "Sobre todo porque era muy pronto y quedaba mucho partido por delante. Nos hubiera dado mucha confianza".

También le preguntaron a Míchel, que trató de esquivar el asunto: "Les he dado la enhorabuena por el trabajo y nada más. Más allá del error de Iván no hemos hecho un mal partido, aunque nos ha faltado agresividad. Hemos llegado a zona tres, pero hemos hecho demasiado pase corto y sencillo, que impedía avanzar líneas. Nos ha faltado velocidad de juego y nos hemos podido poner por delante".

Para el entrenador vallecano fue un problema de agresividad, pero claro, también de efectividad porque en rueda de prensa se acordó de las tres ocasiones, incluida la de Iván, que marró su equipo al comienzo del encuentro y que terminaron por complicar sobre manera el futuro del Girona en la Champions League: "Si metemos una de esas, ya te digo que el partido habría cambiado".