La intrahistoria sobre Kroos: un virus diferente, el pacto con Ancelotti y la discusión de siempre
El alemán, baja durante una semana, se presentó por sorpresa en Liverpool, una vez que el Madrid había viajado y tras superar una prueba.
Más allá del homenaje a Karius ofrecido por Courtois y Alisson, y de la exhibición de Vinicius y Benzema en Anfield, la noticia más sorprendente de las últimas horas alrededor del Real Madrid la protagonizó Toni Kroos. La aparición por sorpresa del alemán en Liverpool, oficializada sólo tres horas antes de arrancar los octavos de final de la Champions, quedará para la historia. Pocas veces un futbolista ha pasado con tal rapidez de enfermo descartado de la convocatoria a revulsivo estelar del que presumir en el banquillo.
El compromiso del centrocampista también podrá estudiarse en las escuelas de fútbol. La semana pasada, sólo unas horas después de regresar de Rabat con otro título bajo el brazo, Kroos empezó a sentirse indispuesto. Hasta el punto de pasar por urgencias debido a un maldito virus que le había tenido en vela. Menos mal que la Clínica La Luz le pilla bastante cerca de casa. Unas severas molestias estomacales hicieron saltar las alarmas, por lo que el futbolista ingresó para someterse a una exhaustiva observación y se tuvo que olvidar de la rutina de Valdebebas. Se quedó fuera de la lista el miércoles 15 de febrero ante el Elche, no se entrenó el jueves ni tampoco lo hizo el viernes, así que pronto se descartó su concurso también en el duelo del pasado sábado ante Osasuna.
Justo esa misma semana, Carvajal, Alaba, Ceballos y algún que otro canterano de los que suele entrenarse con el primer equipo, estaban entre algodones. Unos llegaron al encuentro aplazado entre semana frente al colista de LaLiga sin estar al cien por cien, y otros directamente se vieron obligados a descansar. La fiebre se había disparado dentro del vestuario. En un principio, se creyó que todos los casos tenían una causa común, y que no era otra que los virus que los futbolistas suelen contraer, por contagio, al enfermar sus pequeños en el colegio. Sin embargo, lo de Kroos era algo diferente y lo mejor era tenerle aislado para no transmitir la enfermedad a más compañeros. El agua de Marruecos, para algunos, aunque no se bebiera y simplemente se utilizara para lavar o hervir los alimentos, tuvo bastante que ver.
Durante el pasado fin de semana, Kroos comenzó a sentirse mejor, así que reinició poco a poco los entrenamientos en solitario. El sábado, pese a la debilidad, ya estaba enchufado para unirse a la causa. Los médicos tuvieron que frenarle. Pero él ya tenía claro que no se iba a perder un partido tan importante en Europa. Vio el partido de El Sadar por televisión con la tensión del que va a saltar pronto a jugar.
Pese a las recomendaciones, sus miradas con Ancelotti, con el que tiene una sintonía especial, fueron cómplices durante los días posteriores. Simplemente acordaron seguir los protocolos y esperar. Así, la expedición puso rumbo a Liverpool el lunes mientras él se ponía a punto en la Ciudad Deportiva. El pacto de caballeros consistía en que Toni se probara el mismo martes, día del partido, para luego tomar una decisión conjunta. Justo lo que sucedió. La prueba definitiva fue positiva y el propio Kroos telefoneó a Carletto para decirle que estaba listo y que quería estar con el equipo para lo que necesitara. Las reglas UEFA no ponen ningún impedimento al hecho de retocar a última hora la convocatoria.
Un caso raro
Aunque el modus operandi no es el habitual, en los partidos que cualquier equipo juega en casa es más normal ver casos similares a este. Las clásicas pruebas de última hora. Lo extraño y lo que hace especial esta anécdota es que se haya producido en un partido en el extranjero, con el viaje del equipo por un lado y el del protagonista en solitario por otro. Lo que ya es una constante es la falta de comunión entre Ancelotti y el cuerpo médico. La relación personal es muy buena. La profesional es algo peor.
Algunos diagnósticos, como el de Courtois y Benzema en un par de ocasiones, y varios plazos de recuperación han hecho saltar chispas a lo largo de la temporada. Sin ir más lejos, el capítulo más reciente se vivió en el Mundial de Clubes. La misma mañana de la final, en el desayuno, el técnico italiano no sabía todavía al cien por cien si podía contar con Militao y algún otro... Por eso tuvo que ponerse algo más serio de lo normal. El inesperado episodio de Kroos no es más que otro baile de opiniones saldadas con la buena noticia de su reaparición.
Su llegada a Liverpool fue una motivación extra en el hotel de concentración del Real Madrid. A mediodía todo el mundo tenía claro el once y que, de primeras, Kroos no participaría. Pero contar con su experiencia y poso era agua de mayo en una expedición que estaba de luto debido al fallecimiento de Amancio Amaro, la leyenda y presidente de honor del club blanco. Ancelotti se mostró radiante antes del partido: "Toni está bien, lo hemos evaluado hoy pronto, se encontraba bien, no tenía problemas y se ha entrenado". Y mucho más tras acabar. La lección de fútbol del Real Madrid fue tal que no hizo falta ni arriesgar con él ni forzarle. Jugó los últimos ocho minutos del encuentro para dar algún respiro y recuperar las sensaciones. Modric ya se había encargado de correr por los dos.