GIRONA - FEYENOORD

La intrahistoria de la foto del niño del Feyenoord haciendo una peineta que se convirtió en meme

La imagen forma parte del imaginario popular futbolístico.

El niño del Feyenoord haciendo una peineta. /Jasper Juinen
El niño del Feyenoord haciendo una peineta. Jasper Juinen
Marc Mosull

Marc Mosull

El Feyenoord visita Girona en el debut de Montilivi como estadio Champions y más de mil seguidores venidos desde Países Bajos inundan la ciudad de los cuatro ríos desde hace unos pocos días. Dejando de lado la de los ultras neerlandeses, no hay imagen más icónica de la afición de este equipo que la de un niño vestido con la camiseta del club, rubio y con cara de mala leche, que lanza un corte de mangas.

No hay futbolero que se precie que no la reconozca. Es de lo más recurrente para escenificar pasión en el juego -malentendida, por cierto-, y desde hace años que esta imagen, a modo de meme, corre como la pólvora a través de WhatsApp y Twitter, donde más de uno la tiene como foto de perfil. No hay duda de que la instantánea, convertida en todo un símbolo para la afición del equipo neerlandés, es popularmente conocida. Pero la historia que se esconde detrás de ella quizás no tanto.

Para empezar, la foto es de hace 22 años; la equipación que lleva el niño, la tercera del Feyenoord de la temporada 2001-02, lo confirma. La imagen fue tomada en la final de la Copa de la UEFA de 2002 que enfrentó, a partido único, al conjunto neerlandés contra el Borussia Dortmund y que se disputó, precisamente, en el estadio del equipo de Rotterdam. El cuadro de Países Bajos ganó 3-2 y levantó el que hasta día de hoy es su último título internacional. Pero la foto es de antes del partido.

¿A quién iba dedicado el corte de mangas?

El niño se llama Mikey Wilson y entonces tenía cinco años. En el momento de la fotografía, que fue inmortalizada por Jasper Juinen, el crío estaba a hombros de su padre, Ronald. La peineta iba dirigida a la afición del Borussia Dortmund, pues durante el minuto de silencio previo al encuentro que se realizó en memoria de Pim Fortuyn, un político holandés conocido por su posicionamiento en contra del islam que había sido asesinado dos días antes, los seguidores alemanes no respetaron el tributo. Y esa fue la manera que encontró Mikey para reprobárselo, mientras su padre lo hizo silbando a los seguidores rivales.

Según explicó Mikey Wilson en una entrevista a SPORTbible, aquel gesto lo aprendió en un desplazamiento junto a su padre a Milán para ver las semifinales de aquella Copa de la UEFA ante el Inter: "En un bar unos aficionados del Milan me dijeron que levantara el dedo medio y que dijera algo en italiano. Recuerdo que me dieron una bolsa de patatas fritas y unas monedas a cambio".

Padre e hijo, por cierto, repitieron la foto 20 años después; en 2022, en un bar de Tirana durante la previa de otra final europea del Feyenoord, que se jugó el título de Conference League contra la Roma. Esta vez el conjunto neerlandés perdió.