El Frente Atlético estará en Lisboa

Como ocurre en cualquier gran desplazamiento del Atlético de Madrid en Europa, el equipo estará acompañado. Esta vez toca Lisboa, seis horas de coche, alguna más en autobús El rival, el Benfica y el objetivo conseguir la segunda victoria en esta nueva Champions League tras la que se vivió ante el Leipzig.

Pero a pesar de todo no será un partido más. Los incidentes que se vivieron el pasado domingo en el Estadio Metropolitano ante el Real Madrid y la decisión del club de expulsar a un socio que ya ha sido identificado deja alerta a todos, tanto en España como en la capital lusa.

Se espera un desplazamiento de 2.000 aficionados del Atlético, que entrarán por la puerta 23V y estarán situados en una de las esquinas, exactamente en la parte alta, aunque habrá aficionados del club detrás del banquillo de Simeone como ocurre en todos los desplazamientos por Europa, aunque desde el club afirman no conocer si viajará parte de la facción más radical.

Como ocurre en cada viaje fuera de casa en Champions, los socios solicitan entradas y el club las otorga dependiendo la antigüedad de los mismos. Al igual que ocurrió en los últimos dos grandes viajes por Europa del Atlético (Milán y Dortmund), se espera que no haya incidentes graves. Es habitual que todos los aficionados del club se den cita en una zona céntrica de la ciudad y sean escoltados por la policía.

En Milán el mayor problema se vivió fuera porque muchos aficionados no pudieron entrar a tiempo para el inicio del encuentro debido a la retención por parte de la policía italiana. En Alemania, por su parte, no hubo muchos problemas en los accesos pero parte del Frente Atlético consiguió introducir bengalas en el estadio del BVB Dortmund, algo que conllevó multa para el club rojiblanco. Viendo lo ocurrido el último fin de semana, lo más lógico es que la policía portuguesa esté más pendiente de la afición rojiblanca.

Hace 9 años ya hubo problemas entre los ultras de Atlético y Benfica. Los lusos tiraron bengalas en el Calderón a la afición local y en el partido de vuelta se citaron ambas aficiones, aunque la policía lusa estaba prevenida.