Estado de shock en el Barça: nadie en el club vio venir la tragedia
La dimensión de la catástrofe es tan grande que en el club azulgrana aún necesitan tiempo para encajar la dura realidad.

"No pasará, porque ganaremos los tres partidos que nos quedan". Esa fue la respuesta que Relevo obtuvo cuando, antes del Barça-Inter, preguntó al club catalán por la tormenta que supondría el quedar fuera de la Champions League en la fase de grupos. Esa contestación resumía el sentir de una entidad convencida de ganar al conjunto italiano y allanar el camino a octavos. Tanto es así que en las horas posteriores al empate frente a los 'neroazzurri' desde el club azulgrana admitieron haber entrado en un estado de shock.
La dimensión del terremoto es tan grande que ni siquiera en el Barça han podido procesarla. Ni a nivel económico, ni deportivo, ni institucional ni de imagen. El hundimiento sufrido no lo esperaba absolutamente nadie.

De las buenas sensaciones de Múnich a la cruda realidad
Tras el sorteo, y pese a admitir la dificultad del grupo, el mensaje interno fue el de luchar por la clasificación sin renunciar a la primera plaza de grupo. Después de perder en Múnich, la conclusión fue solo positiva. "Hemos sido mejores que ellos", deslizaban desde el club. En Milán, la bochornosa actuación arbitral centró el protagonismo. Hasta que, este miércoles, lo que pudo ser y no fue dejó paso a la cruda realidad: el Inter aprovechó las facilidades defensivas del Barça para mandarlo a la cuneta.
La noche fue un funeral. El enfado irá apareciendo con el paso de las horas, pero antes hay que pasar el duelo. La imagen de Enric Masip, adjunto a la presidencia del Barça, mirando al horizonte en el palco del Camp Nou con el estadio ya vacío sirve como perfecto ejemplo. '¿Qué ha sucedido para, en cuestión de días, pasar del cielo al infierno?', podría estar preguntándose Masip. Antes del parón, el Barça de Lewandowski se subía por los pianos. Ahora, la 'Xavineta' ha descarrilado en la primera vuelta. La Champions se ha ido y, con ella, más de 20 millones de euros presupuestados.

Sin dar nombres, todas las miradas apuntan a un mismo punto
En medio del colapso hubo quién sí pudo ir un poco más allá en su análisis. Igual que Xavi o Busquets ante los medios, aunque en su caso de forma más sibilina, en la directiva azulgrana reiteraron que la Champions exige un ritmo e intensidad que algunos no tienen. El técnico y el capitán no dieron nombres. Desde el club tampoco quieren hacerlo, pero la opinión de puertas hacia dentro es clara: esperan que ciertos jugadores vean que el momento de dar un paso al costado no puede esperar más.

Con poca fe, como si de un mensaje pregrabado se tratara, Relevo también recibió algún que otro 'input' de esperanza desde el club catalán. Ciertamente, todo debe jugarse y el Viktoria Plzen es capaz de puntuar en Milán -el Barça debería superar al Bayern en el Camp Nou-. Mientras la eliminación no sea matemática, hay quien prefiere ganar tiempo para digerir la tragedia. Es la única vía de escape cuando todavía no hay respuesta a las preguntas ni un diagnóstico claro de qué ha fallado para sufrir tal hecatombe.
Sin consuelo a corto plazo
La temporada sigue y las hipotéticas conquistas de Liga, Copa del Rey, Europa League y Supercopa de España todavía pueden dejar el presente curso en un notable. Hoy, lo que aún hay en juego no consuela a nadie en Can Barça. Ni lo haría, seguramente, el ganar el Clásico del domingo. La Champions era una ilusión y ahora ya, un sueño imposible. La herida culé sangrará durante varias semanas.