CHAMPIONS | ATALANTA - REAL MADRID

¿Por qué todos los lesionados del Real Madrid vuelven antes de tiempo? Detrás están una 'red de seguridad'... y Ancelotti

Vinicius, para el que se especificó una ausencia de entre tres y cuatro semanas, ha regresado a los 14 días y puede ser titular hoy en Bérgamo.

Vinicius, en el entrenamiento del pasado domingo en Valdebebas. /REAL MADRID
Vinicius, en el entrenamiento del pasado domingo en Valdebebas. REAL MADRID
Manuel Amor
Jorge C. Picón

Manuel Amor y Jorge C. Picón

El pasado viernes saltó la sorpresa: Vinicius, al que se le diagnosticó con entre tres y cuatro semanas de baja por una lesión muscular, empezó el entrenamiento con el grupo a los 12 días de sufrir una pequeña rotura en Leganés. Hoy, 16 después, puede ser titular en la 'final' de Bérgamo contra la Atalanta (21:00, Movistar Plus+). El caso del brasileño supone sólo el último de una larga ristra de ejemplos de futbolistas a los que se esperaba para mucho más tarde… y anticiparon de manera casi milagrosa los plazos. El asunto tiene su explicación.

Primero, los acontecimientos. Camavinga cayó en agosto, se le estimó un período de ausencia de 6-7 semanas y volvió a las cinco; Bellingham, K.O. el mismo mes, cambió su mes en el dique seco por 21 días. Lo mismo ocurrió en septiembre con Ceballos (cinco semanas en lugar de dos meses), Brahim (seis semanas en vez de 12) y Mbappé (se le daba por perdido para dos o tres semanas y regresó a los siete días para reaparecer en Lille). La dinámica se repitió en octubre con Rodrygo (de tres teóricas semanas a dos) y en noviembre con Tchouameni (de cuatro a seis y volvió al mes), Rodrygo (de cuatro a tres), Lucas (de tres a dos) y ahora Vinicius (de tres-cuatro a dos). Pero detrás de estos sorprendentes retornos, que rozan casi lo misterioso, no se esconde más que un modus operandi cuidadosamente redactado por los servicios médicos y apoyado por el departamento de comunicación, encargado de transmitir a los medios (y por tantos a los socios y aficionados del club) en qué intervalo se moverá la recuperación de cada futbolista.

Que el Real Madrid acostumbre a filtrar unos plazos más extensos de lo realmente diagnosticado obedece simplemente a un método de protección para los doctores y para los propios jugadores. Una especie de red de seguridad. Hace no tanto, la comunicación, en este sentido, trataba de ser más exacta, pero se generaron varios conflictos que motivaron a cambiar el rumbo: en ocasiones la baja del jugador en cuestión se extendía más de la cuenta y eso generaba dudas y runrún entre aficionados y prensa. ¿Realmente tenía la lesión que se dijo? ¿Había habido problemas con los métodos de la recuperación o con los readaptadores?

El Real Madrid se entrenó este lunes en el Gewiss Stadium de Bérgamo, escenario de la cita ante la Atalanta. EFE

Con este nuevo modelo de escurrir períodos de recuperación pesimistas, tanto los médicos de la entidad de Chamartín, con el prestigioso Felipe Segura a la cabeza, como el resto de trabajadores que se encargan de cuidar el cuerpo de los futbolistas trabajan con menos presión y nadie se pilla los dedos. Los futbolistas también se lo toman con más calma y sin necesidad de forzar para respetar los plazos establecidos y cumplir con su parte a ojos de la opinión pública. Y eso es lo que provoca que se vean recuperaciones exprés que, en realidad, no lo son tanto.

A todo esto hay que sumarle que existe un protocolo de actuación común pero que se adapta a las necesidades de cada lesión. Los futbolistas tratan de marcarse desde un principio cuánto tiempo trabajarán con los fisios, cuánto sobre el campo e incluso el intervalo que pueden llegar a disputar en el primer partido al que van convocados. En muchas ocasiones eso no se cumple y los plazos se anticipan por necesidades puntuales de Ancelotti, que se apoya más en las sensaciones del jugador, o porque el futbolista se considera apto para competir antes de lo esperado. Véase el caso de Rodrygo, que contra el Getafe, el pasado 1 de diciembre, debía jugar 20 minutos y finalmente disputó 60 y como titular. Unos días después sintió unas molestias que le obligaron a parar y a bajarse de la convocatoria para Girona.

Si entran es para jugar

Asimismo, y salvo contadas excepciones, Carletto considera que si un jugador entra en la lista es para jugar de inicio y no para tirar de él sólo en caso de que el encuentro se tuerza. Existen mil ejemplos. Vinicius aporta uno: se lesionó en los isquios en noviembre de 2023 con Brasil, estuvo siete partidos fuera (Cádiz, Nápoles, Granada, Betis, Unión Berlín, Villarreal y Alavés) y volvió directamente de inicio contra el Mallorca el 3 de enero. Esta noche, contra el líder de la Serie A, goza de altas opciones de reaparecer como titular tras faltar a las citas frente a Liverpool, Getafe, Athletic Club y Girona.

Fede Valverde: "Si Vinicius juega o no será culpa del entrenador". EFE

Con Bellingham siempre ha sucedido algo similar. A principios de noviembre de 2023 se lesionó en el hombro y volvió de inicio a finales de mes en el 0-3 al Cádiz (marcó), en febrero de este año se dañó el tobillo contra el Girona y luego volvió como titular en Mestalla (completó los 90') y en agosto sufrió una lesión muscular y reapareció en el once frente al Stuttgart el 17 de septiembre (80'). Tchouameni ha vuelto directamente a las alineaciones en San Mamés y Montilivi tras sufrir un esguince de tobillo frente al Milan.

Los casos abundan y resumen el modo de actuación del Madrid ante sus lesiones; los períodos se acortan porque el primer diagnóstico suele servir para cubrirse las espaldas en caso de eventualidad y para restar presión al futbolista. Sólo en situaciones aisladas como la de Mbappé, que forzó para regresar en Lille en un partido clave, quien regresa lo hace para partir desde el banquillo. Vini espera su turno y la decisión de Ancelotti en Italia.