SPARTA PRAGA - ATLÉTICO

Una charla con Simeone y un símil con el ketchup esperan en Praga la mejor versión de Sorloth

El delantero noruego puede volver al once después de su decisivo gol ante el Alavés.

Sorloth celebrando su gol ante el Alavés. /Reuters
Sorloth celebrando su gol ante el Alavés. Reuters
Isabel Pacheco

Isabel Pacheco

Un día antes del partido frente al Alavés, Simeone tuvo una charla con Alexander Sorloth. El delantero, que todavía no ha logrado convertirse en un futbolista indiscutible para el argentino, venía de volver a anotar con Noruega en el último parón de selecciones. Con la elástica de su país, el ex del Villarreal sí tiene galones de líder -suma cuatro goles en los últimos cuatro partidos- y goza de la absoluta confianza del seleccionador. El Cholo, consciente de que necesita la mejor versión del nórdico, decidió mantener, como el mismo confesó tras la victoria ante el conjunto babazorro, una "linda" conversación con él.

"Cuando le llegó ese balón sabía que podía ser gol. Nos tiene acostumbrado a este tipo de movimientos. El viernes tuvimos una charla muy linda sobre lo que nos puede aportar, ya sea en cinco, 20 ó 90 minutos". Y el diálogo, para fortuna de ambos, surtió efecto. Sorloth, que empezó el encuentro ante los de Luis García desde el banquillo, provocó un penalti y, acto seguido, anotó el tanto decisivo que dio los tres puntos a su equipo con un derechazo inapelable en el minuto 85. Tras el gol, Simeone, que corrió como un loco por la banda para ir a celebrarlo con los suyos, le dio unas collejas cariñosas en la celebración. Su killer, que apunta a titular ante el Slavia de Praga, lo necesitaba.

"Cuando marcas coges confianza y eso es lo más importante en el fútbol. Y los goles son como el ketchup, cuando empiezas a marcar sigues haciéndolo. Tenía buenas sensaciones antes del partido. Estoy muy contento", decía sin poder ocultar la sonrisa de la cara, el '9' rojiblanco.

Porque para quien terminó con 26 dianas el pasado curso con la camiseta del Villareal, las últimas semanas no han sido fáciles. Su pobre actuación ante el Lille, donde el Atleti cayó por 1 gol a 3, le dejaron como uno de los principales señalados de la noche. Desacertado de cara a puerta, pese a que Simeone le defendió en sala de prensa, ("es parte de la vida del delantero, se podía haber ido con dos o tres goles, pero si seguimos trabajando así, el gol llegará"), aquella, quitando el duelo de Copa del Rey ante el Vic, resultó ser su última titularidad.

Suplente ante Betis, Las Palmas, Mallorca, Alavés y llegando a no disputar ni un solo minuto en el decisivo encuentro ante el PSG en París, desde aquella noche, el segundo máximo goleador del equipo por detrás de Julián Álvarez (7) y empatado con Antoine Griezmann (5), ha ido reclamando su sitio en el 11.

Querido por sus compañeros, "el sicario", como le apoda cariñosamente el Cholo por eso de ser un depredador del área, ha logrado salir reforzado de una situación que quizás no esperaba cuando fichó por el Atlético el pasado verano. Tras la salida de Álvaro Morata rumbo al Milan, él estaba llamado a ser el hombre gol del equipo. "Nos harás disfrutar de grandes tardes", le avisó Enrique Cerezo el día de su presentación. De momento el gigante de 1,95 m parece haberse desperezado y en Praga quiere contribuir a que los de Simeone sigan enrrachados.