El Barça revive en la competición que le esperaba ver caer: "Hemos sabido sufrir"

Comentó Hansi Flick la víspera del partido que el Barcelona no necesitaba un partido de esta magnitud para recalibrar su "temperatura". Pero con el equipo sumido en un mar de sensaciones agridulces, el Westfalenstadion se presentaba como el escenario ideal para dar un golpe sobre la mesa. En octubre, contra el Bayern de Múnich, el Barça trasladó a la Champions su enorme inicio de temporada. Este miércoles, otra vez en Europa, evidenció que las nuevas generaciones ya no le temen al balón de las estrellas.

Si antes el Barça acudía a la Champions temeroso de sufrir una de las caídas que deja cicatriz, ahora viaja a Europa con sensaciones muy distintas. En el hipotético caso de haber terminado el partido en empate, las conclusiones tampoco habrían sido catastróficas. "Es un partido que hace grupo, que hace piña, porque hemos sabido sufrir", dijo Ferran al acabar el encuentro. En Dortmund rompió el techo por segunda vez este curso.

"Nos empataron dos veces y en lugar de venirnos abajo hemos reaccionado muy bien. Siempre se puede mejorar. Somos muy jóvenes y hay mucho margen de mejora", añadió el valenciano. Con él, y también con la entrada de Fermín, con el instinto especial que tiene merodeando el área -de un disparo suyo nació el 0-2- Hansi Flick ganó con la carta de la segunda unidad. "Después del Betis, era importante ganar hoy", reconoció Lamine Yamal.

Flick dijo estar "orgulloso" de todos los jugadores. "Esta victoria nos tiene que dar confianza. Tenemos una plantilla muy joven y partidos cada tres o cuatro días", valoró el entrenador, que deslizó la posibilidad de rotar el próximo partido, el domingo contra el Leganés. Insistió en que el objetivo sigue siendo estar entre los ocho primeros. Con Benfica y Atalanta por delante, solo el Liverpool, invicto, ha cosechado mejores resultados en Champions.

Guirassy empató el gol de Raphinha ocho minutos después. El 2-2 llegó tres minutos más tarde del primero de Ferran. Era el minuto 80 y el Westfalenstadion entró en ebullición, todo se encaminaba hacia el 3-2. Y en un contragolpe liderado por Pedri y prolongado por una genialidad -una más- de Lamine, Ferran hizo el 2-3. El equipo aguantó hasta el final.

Dijo Flick en sala de prensa que un vecino le comentó que viajaría a Dortmund con sus tres hijos para seguir en directo el encuentro. La última vez que este aficionado se desplazó en Champions fue a Liverpool. Han pasado más de cinco años, pero hasta no hace tanto aquella eliminación todavía pesaba en el imaginario barcelonista. Tuvo que venir una nueva generación, la de unos jóvenes rodeados de talento diferencial de fuera, para que el Barça volviera a asustar en Europa.