El banco de pruebas de Sampaoli continúa en Dortmund

En apenas tres días, el Sevilla de Jorge Sampaoli afronta su segundo compromiso, esta vez en la Liga de Campeones. La visita al Dortmund aparece en el escenario mientras el entrenador argentino sigue conociendo de primera mano a la plantilla y no sólo por los vídeos que repasó antes de llegar el pasado jueves a la capital hispalense. El partido en tierras alemanas será un nuevo banco de pruebas para Sampaoli, que trabaja a marchas forzadas para hallar a un once fiable y competitivo.

Al trabajo de campo que viene realizando el cuerpo técnico se unen también las charlas cara a cara que ha protagonizado el de Casilda desde el primer momento. Limpiar las mentes y elevar la autoestima de sus jugadores es considerado esencial en estos primeros días, en los que el técnico quiere convencer a la plantilla de su estilo. "El equipo tiene que encontrar un punto de conexión colectiva, más allá del partido que nos toque. El primer paso es competir de igual a igual contra cualquier rival. Estamos tratando para convencer a un equipo que no viene de etapas anteriores negativas sino positivas, y tiene que recuperar la memoria rápido", señaló el argentino como punto de partida para revitalizar a su equipo.

Si en ese primer partido, Sampaoli ya subió al barco a algunos jugadores como Montiel y Acuña, desaparecidos en los últimos tiempos para Lopetegui, o Marcao, al que pidió expresamente un paso adelante para ayudar al equipo en un momento complicado, el duelo ante el Borussia Dortmund permitirá ver nuevas caras sobre el césped. A la necesidad de darle una oportunidad a más jugadores se une también la dosificación de esfuerzos, teniendo en cuenta la vital trascendencia del duelo del sábado ante el Mallorca.

Activo se ha mostrado Sampaoli hasta en el avión en el que trasladaba al equipo a Dortmund. Visionando partidos y manteniendo diálogos con el preparador físico, Pablo Fernández, y con el propio director general deportivo, Monchi, el argentino incluso ha llamado a capítulo a algún jugador. No tiene tiempo que perder el entrenador para revertir una situación complicada.

"Tenemos que descubrir qué somos y para eso tenemos que crecer grupalmente a través de una idea. Los jugadores están haciendo un esfuerzo enorme, pero no encuentran resultados y se desaniman. Este equipo necesita jugar mejor. Si no tiene el balón le va a costar, es un conjunto construido para jugar", agregó Sampaoli en su conferencia de prensa previa al partido.

Aunque en el Sevilla no se quieren encender las alarmas, la situación del equipo, en zona de descenso, sí preocupa. Una victoria se hace necesaria con celeridad para espantar fantasmas y, además, permitir que Sampaoli pueda consolidar su estilo de trabajo, con pautas distintas a las de Lopetegui sobre todo en el terreno de juego.

Quiere el argentino un Sevilla que defienda más adelante y que sea capaz de controlar los partidos desde la posesión, pero también llegando con más futbolistas a zonas de remate. El mal momento de los delanteros los considera una consecuencia del pobre juego del equipo, de ahí en esa insistencia de correr menos para desarrollar un mejor fútbol.

Como es habitual, el presidente, José Castro, atendió a los medios de comunicación a su llegada a Dortmund y ahí mostró su confianza en el trabajo del nuevo cuerpo técnico. "Hay que tener paciencia, acaba de llegar, pero empezamos a ver buenos síntomas. Deseamos que con esa fe y ese nuevo ímpetu vamos a salir de ahí. Tenemos una buena plantilla y un entrenador magnífico. Vamos a estar más pronto que tarde en los puestos que nos corresponden", indicó el máximo dirigente sevillista, que le quitó importancia a esa mala situación en la Liga: "Estar en descenso es algo anecdótico, como estar el primero. Tenemos que pensar en todo, este equipo está construido para lo máximo, ahora toca Champions y después la Liga".

Si Castro era optimista, también se apuntaba a ese carro Papu Gómez, un hombre de confianza de Sampaoli. "Hay un nuevo cuerpo técnico, es otra idea completamente diferente de ver el fútbol. No es que una sea mejor o peor, son ideas diferentes. Queda en nosotros agarrar la idea del míster y tratar de llevarlo a cabo dentro de la cancha", indicó el atacante, que admitió que al equipo le están pesando los malos resultados: "El hecho de no ganar es una mochila que pesa, te va llevando a jugar sin confianza y a estar negativamente dentro del campo de juego y a jugar con miedo".