La noche europea más difícil del Atlético de Madrid es una puñalada directa al corazón del proyecto rojiblanco

"Pf, no lo sabes bien", respondía Lola Romero el lunes, en la gala de Liga F, a Noemí de Miguel, la presentadora del evento. La directora del fútbol femenino del Atleti ponía voz a la agonía del curso pasado a la vez que le brillaban los ojos por lo que estaba por venir. Al día siguiente, cogía un vuelo rumbo a Londres con la ilusión de las primeras veces. Allí esperaba la Champions. El último partido colchonero en Europa pasó el 10 de marzo de 2021, ante el Chelsea.

Sin embargo, nada fue como se esperaba. El Atleti sucumbió ante el Rosenborg y volvieron los fantasmas. Un día después del mal trago, si bien es cierto que el fútbol es uno de los deportes más resultadistas del mundo y que un proyecto no se puede juzgar por un encuentro, el cuerpo sigue tiritando y la derrota se sintió como una puñalada directa al corazón del proyecto colchonero.

Tiembla porque el club rojiblanco es uno de los que mejor se había reforzado en el mercado estival -hasta ocho caras nuevas, porque la pretemporada y las sensaciones que se desprendían desde el seno del equipo llamaban al optimismo y porque el batacazo en Londres provoca que el Atleti empiece el curso con el pie cambiado.

Cuatro años después, y tras una agónica última jornada, el Atleti había conseguido el objetivo: volver a la Champions. Es verdad que a medias y con mala suerte. El conjunto colchonero todavía necesitaba superar la ronda previa y si ganaba al Rosenborg y el Arsenal hacía lo propio ante el Rangers, se verían las caras ellas. Además, con Mariona y compañía como anfitrionas.

UEFA había decidido que la fase de clasificación -disfrazada de minitorneo- se celebrase en Meadow Park, la ciudad deportiva gunner. Los esfuerzos del Atleti, que presentó su candidatura, por albergar los encuentros y sacar provecho de su condición como local, fueron en vano. "Apelamos hasta al clima", bromeaban desde el club. Finalmente, la máxima institución del fútbol europeo se decantó por Londres por cercanía geográfica con los clubes participantes. Londres les pillaba mejor que Madrid.

El caso es que el Atleti se plantó en Meadow Park con la ilusión por la nubes y tras una buena pretemporada. Si bien es cierto que el Arsenal imponía, el Rosenborg era un rival asequible, y una derrota ante inglesas entraba los planes colchoneros. El batacazo ante las noruegas, no. 

El penalti errado por Andrea Medina fue -sigue siendo- difícil de digerir. La joven lateral del Atleti, una de sus jugadoras más representativas, se llevó las manos a la cara y escondió su rostro en el interior de su camiseta. Cargaba en su espalda con el peso del inicio de un proyecto entero. Caras largas, lloros y una noche eterna por delante. Y todavía les queda el 'marrón' del tercer y cuarto puesto. Las rojiblancas, por cuestiones de coeficiente UEFA, se tendrán que enfrentar al Rangers el sábado, a las 13:00h, y en el mismo escenario. Sin ningún aliciente deportivo.

"Peleamos y no dejamos de creer hasta el final. Seguiremos trabajando para volver la próxima temporada a la @UWCL. Ahora, toca centrarse en el partido del sábado para arrancar el próximo miércoles una nueva temporada en la @LigaF_oficial", posteaba en X la cuenta oficial del club. Estamos en septiembre, pero la inesperada derrota ante el Rosenborg retrotrae al seguidor rojiblanco a un bucle en el que su equipo siempre se queda fuera de la Champions.