Catar recluta a cuatro 'cerebritos' españoles para potenciar el futuro de su selección: "Muchos de las canteras de allí encajarían aquí..."
Jordi Benavent, con pasado en el Villarreal y ahora en el Al Gharafa, desgrana las claves del proyecto de una federación catarí que no pierde de vista el fútbol formativo español.
Hace algo más de un mes, la vida de Jordi Benavent (39 años) cambió de manera radical. Después de toda una vida en la cantera del Villarreal, donde había desempeñado diferentes roles (primer entrenador, entrenador asistente, analista...), el Al Gharafa de Joselu llamó a su puerta. "Bueno, no fue el Al Gharafa en realidad... Fue la federación [de Catar], que nos trajo aquí a mí y a otros tres españoles más, y eligió el club en el que creía que íbamos a poder ayudar más", desliza en una charla con Relevo. Lleva cerca de 40 días en Doha, todavía en proceso de adaptación a las altas temperaturas, y tiene claro cuál es su cometido: "Ayudamos al club en su organización, idea de juego, modelo de entrenamiento... La federación ha puesto un cuerpo técnico en el que estamos los cuatro para eso. Les preocupa que, con los habitantes que tiene el país [alrededor de 3 millones, con sólo 310.000 catarís], en dos años no tengan jugadores para la selección".
Además de Jordi Benavent, ahora asistente y encargado de "los pequeños, desde los siete o seis años hasta los doce", el Al Gharafa ha sumado a su infraestructura a otros tres españoles más: Gerard Nus, que ostenta el cargo de technical director; Basel Bawed, "enfocado en la coordinación física en todas las etapas"; y Pablo Doñate, en el área de porteros. Todos ellos forman parte de la importante apuesta de la federación de Catar en su intento por asegurarse el futuro de su selección, "que ha experimentado un cambio importante desde el Mundial" de 2022.
No es la primera vez que Catar intenta algo así: con anterioridad, se había perseguido esta misma premisa incorporando gente de Holanda, Portugal e incluso Brasil. En el caso de los futbolistas profesionales, aterrizar en la liga catarí puede suponer desaparecer del mapa y, en muchas ocasiones, caer en el olvido. No obstante, Jordi Benavent lo tiene claro: "Lo que intento siempre es crecer y mejorar, esté donde esté. Venir aquí [a Catar] te exige enfrentarte a unos dirigentes diferentes, a unas condiciones diferentes, a un idioma diferente... Es verdad que puedes tomar un rumbo que no tenga tanta repercusión o seguimiento, pero lo importante es crecer".
The new challenge!
— JORDI BENAVENT (@JordiBenavent) September 9, 2024
With great enthusiasm. @ALGHARAFACLUB pic.twitter.com/2ldiXWMRAX
"Al final, de tres millones de habitantes que tiene el país y creo que 300.000 catarís, solo pueden competir los locales y los extranjeros que llevan aquí más de cinco años o 20 años el padre. Es como si hablamos de que Alicante debe tener 12 equipos en la élite. Aquí hay un nivel, que es el que te permite el número de jugadores que hay, y dentro de ese nivel intentamos mejorarles, ver qué cosas pueden aportar", añade Jordi Benavent. Así, la decisión de 'reclutar' a un cuerpo técnico íntegramente español (aunque "Basel Bawed nació en Palestina, pero lleva toda la vida allí") por parte de la federación catarí responde precisamente a eso: al miedo ya generalizado a que, en un futuro, no se produzcan jugadores para la selección.
"En España hay mucha gente a la que no le compensa o tiene que combinarlo con otros trabajos"
Su día a día consiste en volcarse en el proyecto de mejorar la infraestructura del Al Gharafa, hasta el punto de no haber librado "ni un sólo día", poniendo especial énfasis en el fútbol formativo desde los seis años hasta los doce. "Somos cuatro personas enfocadas en un mismo objetivo. Tenemos la sensación de que nos queda mucho trabajo por hacer. Tenemos muchas ideas, pero tenemos que respetar el día a día que ya había. Trabajo por la mañana con el ordenador, con alguna videollamada con el staff del Al Gharafa, luego marchamos al club sobre las dos del mediodía y estamos allí hasta las diez de la noche, más o menos. En esas horas, preparamos material más de contenidos, vemos entrenamientos y preparamos algún meeting con la etapa que nos toque", explica.
Las dificultades para dedicarse al fútbol formativo en España
Después de diez años en las categorías inferiores del Villarreal, donde ejerció como primer entrenador, entrenador asistente y analista, Jordi Benavent se llenó de valor y tomó una decisión complicada con el objetivo de seguir creciendo y dedicarse plenamente a su sueño, algo complicado de conseguir en España. "Hay una cosa que cualquier profesional del deporte tiene como sueño, que es trabajar íntegramente en ello. En España hemos mejorado, pero ahora la gente tiene que buscarse sus caminos para seguir siendo profesional. Hay mucha gente a la que no le compensa o tiene que combinarlo con otros trabajos".
"Un entrenador U7 [categoría benjamín] aquí es profesional...", continúa. Ante la imposibilidad de vivir únicamente de enseñar a los más pequeños, y muchas veces teniendo que compatibilizar dos trabajos, decidió embarcarse en una aventura que, ahora, le ha llevado a Doha. Allí, con mejores condiciones económicas y unas instalaciones sobresalientes ("hay cinco campos de césped natural y eso en España es inviable en cualquier club, porque con mucha suerte un jugador va a empezar en césped natural con 20 años"), espera encontrar su sitio. "El Villarreal tiene unas condiciones para los entrenadores muy buenas, pero en España se ha puesto más difícil que en otros países", explica, relatando su propia experiencia.
En España, a excepción de primeros equipos y filiales importantes, es cada vez más complicado subsistir: "Ha subido el alquiler, la compra del día a día... La vida es mucho más cara. Lo que puede cobrar un entrenador de cantera, que antes le permitía tener una vida holgada, por decirlo así, pues ahora tiene que buscar otras soluciones en otro trabajo".
Canteras españolas... y normas rocosas
En agosto de 2023, el Al-Arabi de Catar anunció la contratación de Simo Keddari, del Espanyol, por una cantidad cercana a los cinco millones de euros. El fichaje, que pilló por sorpresa al fútbol español al tratarse de un habitual en las categorías inferiores de la Selección española, supuso el inicio de lo que parecía una nueva era: la liga catarí centró, por momentos, toda su atención en las jóvenes promesas, lejos de los fichajes de renombre por cantidades estratosféricas que enseñaron los tentáculos del estado árabe.
Sin embargo, las rocosas normas del fútbol catarí limitan los movimientos a realizar por los diferentes equipos. "No es tan fácil, porque, al final, tienes limitaciones de extranjeros y prefieren emplearlas en jugadores importantes como puede ser Joselu, Rodrigo...", explica Jordi Benavent. El resto de plazas, así, tienen como propietarios a futbolistas locales, de ahí la importancia de producir cada vez más jugadores y de mayor nivel.
En el momento de su llegada al Al Gharafa, y conocedor del talento de las categorías inferiores del Villarreal y también de toda España, a Jordi Benavent se le "venían a la cabeza muchos jugadores que podrían dar un alto rendimiento" en el club catarí. En esta línea, añade: "Es verdad que entre Primera RFEF y Segunda División no hay un salto tan grande, quizá lo que no tiene el jugador de Primera RFEF es la oportunidad o el espacio para hacerlo, pero sí el talento a nivel motriz y a nivel físico. Esos jugadores de las canteras españolas encajarían increíble aquí. Tú dices 'ostras, este jugador aquí daría un rendimiento muy grande', pero es verdad que, como te digo, aquí todo está enfocado a que la selección tenga un rendimiento alto".