REAL MADRID

El cambio societario que definirá el Real Madrid del futuro se aferra a una explicación y tiene pocas certezas

Florentino Pérez emplazó a otra Asamblea para explicar el modelo societario del futuro. Aunque dijo que lo hace para proteger a la entidad, no señaló qué cambio lograría blindarla.

Aficionados del Real Madrid celebran el título de Liga. /EFE
Aficionados del Real Madrid celebran el título de Liga. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

En los años 90 del pasado siglo, cuando Florentino Pérez se presentó por primera vez a la presidencia del Real Madrid, sus oponentes anunciaban a bombo y platillo que el gran empresario quería llegar al club para arrebatárselo de las manos a sus socios, privatizarlo, convertirlo en una sociedad anónima y quedárselo para él y sus amigos. Era otro Madrid, uno con unas deudas disparatadas en los que la conversación iba siempre en la línea de la supervivencia.

Florentino: "Me mataré para que los infresos económicos sigan siendo del Real Madrid". EFE

Ganó las elecciones en 2000 y ha sido presidente 22 de los siguientes años 24. El Madrid sigue manteniendo hoy su misma forma jurídica, es un club deportivo en el que sus socios tienen elecciones cada cuatro años y son, al menos en teoría, propietarios del club. Ahora, sin embargo, está sobre la mesa un cambio en la sociedad, un volantazo a lo que durante tantos y tantos años ha sido una constante en el club.

Florentino remarca en la Asamblea en diversas ocasiones que esto no significará que los socios pierdan la propiedad del club. Más bien al contrario, el dirigente cree que el término actualmente es algo evanescente, poco concreto, y que con la nueva modificación serán propietarios de verdad, con todas las letras. Lo que dice que busca es que los socios sean "propietarios reales, de nuestro patrimonio económico y de pleno derecho, porque ahora cuando decimos que los socios somos los propietarios del club hablamos de las copas de Europa de la imagen en el mundo... pero el dinero nosotros lo tenemos colectivamente".

Todo eso, sin embargo, se tiene que sustanciar todavía. En 2023 habló de un estudio para reconfigurar al club, en 2024 ha anunciado una nueva Asamblea en la que se explicará pormenorizadamente en qué consistirá ese cambio normativo en el club. También remarcó que cualquier cambio que se quiera hacer será tras un referéndum de todos los socios, es decir, no quedará solo en la mano de los compromisarios.

Del cambio en sí, sin embargo, se sabe poco. No se explicó demasiado en la Asamblea, y sólo se pueden interpretar cosas como que, el hecho de hacer que la propiedad económica sea algo más directo, no simplemente sentimental, implica que el modelo sea más parecido a una sociedad anónima. En ese modelo los socios serían propietarios de acciones concretas y no, como ahora, miembros de un colectivo que es dueño de un todo, sin distinción.

Los motivos

Hay muy poco detalle en el cómo, pero bastante en el por qué. Florentino se aferra a un momento en el pasado, a finales de 2022, en el marco de su guerra con LaLiga, para dar entender que la sociedad actual no está preparada para resistir indemne algunos ataques de lo que él considera sus enemigos.

"Nuestro patrimonio y nuestro dinero están siendo severamente amenazados. Todo empezó en la Ley de 2015 que regula los derechos que LaLiga puede comercializar en nombre de los clubes y lo limita exclusivamente a los derechos audiovisuales de los partidos en competición, nada más. Desde entonces, la Liga ha desplegado diversas estrategias para intentar hacerse con el control de los derechos que son propiedad individual de cada club", explicaba Florentino, un relato que posteriormente sería puesto en duda por Javier Tebas en Twitter.

En aquel momento, bajo el mandato de Miguel Cardenal en el CSD, LaLiga logró que el Congreso sacase adelante una Ley por la cual los derechos de retransmisión, anteriormente propiedad individual de los clubes, se centralizaba y se ponía en manos de la patronal. Algo que no gustó al Real Madrid —tampoco a la Federación, por ejemplo— pero que salió adelante en el Congreso por amplia mayoría.

Florentino Pérez responde preguntas en la Junta.  EFE
Florentino Pérez responde preguntas en la Junta. EFE

El problema, según el presidente del Madrid, es que LaLiga no se conformó con eso sino que desde entonces ha tratado de apropiarse —expropiar, en su terminología— otros derechos de los clubes: "Entre los episodios más destacados de sus intentos de expropiación, por orden cronológico, se encuentra la operación con el fondo CVC. Como recortarán, la Liga anunció en agosto del 21 que pretendían expropiarnos con CVC el 11% de nuestros ingresos audiovisuales de la Liga durante medio siglo, 50 años, quisiéramos o no. Preparamos esta operación a nuestras espaldas. Nos defendimos y tuvieron que dar marcha atrás".

También hay otro episodio, algo más reciente, en el que, siempre dentro del discurso del mandatario blanco, LaLiga trató de quitar derechos comerciales a los clubes. Concretamente, en el último cambio de Ley del Deporte.

"Contrataron un lobby político que intentó introducir enmiendas en dicha Ley al dictado de LaLiga ¿en qué consistían? Consistían en que nos expropiara nuestros derechos comerciales. Elevaron sus presiones a nuestros políticos incluso con la amenaza de llevarlo a la huelga, una huelga patronal algo realmente histórico y que por supuesto nunca se llevó a cabo. Barcelona, Real Madrid y Athletic Club reaccionamos unidos en este ataque. Esas enmiendas, esa agresión, fueron rechazadas rotundamente en el Parlamento gracias al Partido Socialista y el Partido Popular", relataba Pérez.

Con esto en la mano, Florentino explica que esa inseguridad jurídica es la que puede llevar al Madrid a la ruina y, ahí sí, a que sus socios pierdan el control sobre el futuro del club.

"Voy a traer un sistema organizativo, imagino que otros clubes lo harán, para que nadie pueda decir que esto que ingresa el Madrid mañana sea para LaLiga. Si, por ejemplo, nosotros hemos pedido 1.100 millones para hacer el estadio, nosotros lo hacemos contando con los ingresos futuros. Pero si en el camino viene una ley que nos quita los ingresos comerciales para darselos a la Liga, no podríamos pagarlo. Se lo quedarían los bancos. Y esto es tan simple de entender como eso. Yo me mataré para que los ingresos económicos del Real Madrid sean del Madrid, los del Barcelona sean del Barcelona y los del Athletic club sean del Athletic club".

¿Resiste más una empresa que un club?

Toda esta es la explicación de Florentino Pérez, pero queda coja en un flanco. No explica por qué un cambio de forma en el club lo hará realmente más resistente ante un cambio regulatorio. Es más, Florentino aporta dos ejemplos, CVC y la Ley del Deporte, en los que con el modelo actual de socios el Real Madrid se llevó el gato al agua. Por lo tanto, si se asume que aquellos fueron ataques por parte de Javier Tebas, y que el club blanco se defendió de los mismos, habría que concluir que con la forma tradicional del club fue suficiente para que todo permaneciese igual y los derechos comerciales del Madrid se mantuviesen en el mismo sitio.

De hecho, si el club se divide en acciones, aunque sean estas de los socios, se encaminaría, por lo menos aspectualmente, a una forma de empresa privada, no de club deportivo. Es decir, algo más parecido a lo que hay en todos los demás clubes de LaLiga, que sí han terminado efectivamente —y voluntariamente, pues hubo un momento en el que pudieron salirse como hicieron Madrid, Barcelona y Athletic— bajo el manto de CVC.

¿Es más capaz una empresa privada que una sociedad deportiva de defenderse de un cambio regulatorio? En realidad, es difícil de decir. Lo cierto es que si el Estado cambia una Ley tiene cierta manga ancha para beneficiar o perjudicar, según sea, tanto a unas como a otras. Y tendrán que explicar muy bien por qué la nueva forma del club será, realmente, más resistente ante los posibles cambios regulatorios que es algo a lo que, en realidad, de un modo u otro están expuestas todas las empresas del mundo.

Es más, si se plantea una cuestión de la influencia sobre los políticos, el conocido lobby, es posible que un club deportivo, sin ánimo de lucro, sea visto con mejores ojos por algunos grupos, estimando que lo que quieren el Madrid o el Barcelona no es un simple beneficio económico sino un bien mayor.

El precio del Real Madrid

¿Cuánto vale el Real Madrid? Pues hasta el momento ha sido una pregunta algo absurda, porque la única respuesta posible a eso era que no se puede saber, ya que el modelo de sociedad hacía imposible comprarlo. Sin embargo, en el turno de preguntas, ante una cuestión de Ramón Álvarez de Mon, Florentino le puso cifras al club.

"Es verdad que lo más importante es cómo estructuramos el futuro y que tenemos que estar todos de acuerdo y que somos 100.000 socios y que tenemos que repartir un patrimonio que no quiero exagerar, que dicen que vale 7.000. Yo creo que vale más de 10.000 millones de euros. Y eso sí es lo importante, que no nos lo quiten, que es muy apetitoso. Yo quiero que todos seamos propietarios de esos 10.000 millones de euros. Y ahí es donde hemos luchado más", respondió Florentino.

Comentarios de esta índole no terminan de aclarar nada, pero una valoración es siempre el primer paso de cara a una privatización, saber exactamente una cifra, para luego dividirla en acciones —en este caso, digamos, tantas como el número de socios— y hacer así un vínculo directo entre el socio, como propietario, y el capital de la empresa. Esto, por supuesto, puede tener cientos de matices: que la Fundación del club tenga un papel o no, que haya una parte que no se transforme, que existan acciones de oro...

La cifra en sí, por cierto, será siempre una conjetura hasta que no se lleve a cabo una venta. Por ejemplo, el Chelsea costó 5.000 millones, pero en ese precio no se incluía ni Stamford Bridge ni el uso del escudo, el United no llegó a encontrar del todo el precio que querían los Glazer, y por eso solo vendieron una parte. Y es posible que los equipos españoles vean lastrada su valoración por el hecho de que el campeonato ha sido tradicionalmente mucho más restrictivo con las finanzas, lo que puede ahuyentar algunos inversores. ¿7.000, 10.000 millones? Además, el hecho de que el Madrid no funcione como una empresa normal, sino más bien como una fundación, pues no busca beneficio, hace que con las cuentas presentadas sea complicado saber el potencial real en el mercado. La respuesta exacta es imposible de saber.

Algunos miembros de la Junta Directiva.
Algunos miembros de la Junta Directiva.

La directiva

Aunque no esté tan directamente relacionado con el modelo societario, hay una cuestión más sobre la mesa que tiene sentido introducir en esta conversación y tiene que ver con los tiempos y el mandato presidencial.

Florentino Pérez ha propuesto una nueva Asamblea y un referéndum para analizar la cuestión y llevarla a cabo si procede. El caso es que en el año 2025 tiene que haber elecciones en el Real Madrid, pues se cumple el siguiente mandato del presidente Pérez.

Es verdad que en las últimas convocatorias nunca ha encontrado un rival que le enfrente, y también es cierto que su grado de aprobación en el madridismo es altísimo, pero en este proyecto, que es un cambio radical en la historia del club, tendría que tenerse el cuenta el hecho de que, por el camino, y salvo que se den una prisa importante, debería haber unas elecciones.

Florentino no ha dicho ni que se vaya a presentar una vez más ni lo contrario, pero resulta complicado que se marche del club mientras está poniendo en marcha un cambio tan radical en la historia de la institución. Si Pérez decide seguir para rematar este proceso y gana sumaría cuatro años más en la presidencia y se iría hasta los 82 años. En el Madrid puede haber comentarios sobre la sucesión en los corrillos, en los despachos y reservados de restaurantes de alto copete, pero todas esas historias nunca llegan a la Asamblea de compromisarios. Si Florentino Pérez tiene alguna idea sobre su sucesión, nunca la ha hecho pública.

Hay también una paradoja en todo esto. La transformación, que cambiaría sin duda el futuro del club, va a ser programada por un presidente y una Junta Directiva en la que los miembros tienen una media de edad superior a la de jubilación. Es decir, están pensando en cómo será el Madrid del futuro sin los que hoy en día son los jóvenes que más tendrán que disfrutar en ese futuro.

En una Asamblea llena de temas, como suelen ser las del club, con mensajes de todo tipo, la pregunta más importante quedo sin concretar: ¿Hacia dónde vas, Real Madrid?