REAL MADRID

Florentino Pérez rebaja la importancia de los conciertos en el Santiago Bernabéu: "Es como mucho un 1% del presupuesto"

El presidente blanco repasó la actualidad social y deportiva del club, anunció una nueva Asamblea para un cambio societario y cargó contra la UEFA, la FIFA o LaLiga.

Florentino Pérez, en una Asamblea del Real Madrid. /EFE
Florentino Pérez, en una Asamblea del Real Madrid. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Florentino Pérez suena enfadado, casi iracundo. Se pasa el año en silencio hasta que llega el discurso de la Asamblea de socios del club, el senado blanco en el que se expone la situación del club, las idas y venidas que ha tenido el Real Madrid los doce meses anteriores. Este 2024 es el año de las ligas de fútbol y baloncesto, de la Copa ACB, de la Champions, de varias supercopas ―fue realmente largo el vídeo de éxitos― o de la llegada de Mbappé, pero también el del ruido, en el que el estadio Santiago Bernabéu, que llegaba para cambiar una vez más la historia del club, se ha quedado atascado en un mar de dudas. Él, en todo caso, las rebaja al máximo, cree que hay más humo que fuego. Si es un problema será, como mucho, uno para la ciudad más que para el club.

El discurso empezó por lo positivo, por lo deportivo, difícilmente reprochable. Hubo recuerdo de un año lleno de victorias y también cariño para los jugadores. Para los que se han ido (Nacho, Kroos, Rudy, Sergio Rodríguez...), para los lesionados Carvajal, Alaba o Militao y, también, para Vincius.

"Estamos también muy orgullosos de Vinicius, llegó con 18 años y fue elegido mejor jugador de la Champions. Para nosotros y gran parte de los aficionados al fútbol, el mejor jugador del mundo. El Madridismo está orgulloso de ti, por tu sacrificio y tu talento, pero también por todo lo que has tenido que soportar de manera injusta, que te han hecho ser el jugador que eres", proclamaba Florentino cuando destacó la labor del brasileño, que fue, de la plantilla actual, el nombre en el que más se detuvo junto a los lesionados.

El mensaje sobre el Balón de Oro no era del todo velado, en la voz monocorde de Florentino Pérez el extremo brasileño es el mejor jugador del mundo, digan lo que digan los premios que así lo designan. También hubo detalles para los fichajes, para ese Mbappé que ya ha ganado un título con "aquella camiseta que quería vestir desde que era niño" y Endrick, que recordó que ya ha marcado goles con el Madrid.

Lo importante en la Asamblea, en todo caso, suele ser lo que va después del pitido final. Los números, la vida del club, los proyectos y, por supuesto, las múltiples andanadas con las que Florentino Pérez suele trufar su discurso anual. En esta ocasión fueron receptores de sus críticas la UEFA, la FIFA, los medios de comunicación, France Football, L'Equipe y, por supuesto, muy especialmente, LaLiga. 

Lo primero los números, un análisis triunfalista de unas cuentas, sin valorar algunas de las salvedades presentes, como el anómalo ingreso no replicable por la venta a futuro de derechos sobre plazas vip.

"El Madrid se ha convertido en el primer club en superar los 1.000 millones de ingresos. Esta cifra no solo consolida nuestro liderazgo sino que nos permite seguir creciendo y compitiendo. A pesar de que el Bernabéu no ha estado a pleno rendimiento, el club ha conseguido potenciar los ingresos y su atractivo. No solo como un lugar de fútbol sino como uno de los centros de Madrid, este enfoque innovador incrementará nuestros ingresos de futuro", explicaba el presidente, poniendo énfasis en la "responsable" gestión del club, una bandera de la que está orgulloso y que resalta que se ha dado incluso en tiempos de zozobra con el estadio en construcción y una pandemia de por medio.

El siguiente punto a tener en cuenta fue el estadio, que es evidentemente el lugar por el que actualmente más sangra la institución. Antes de llegar a los conciertos o los parkings, Florentino recordó que la obra ya está dando gran producción, por sus zonas vips, sus bares, la tienda o el museo. El orgullo del presidente no se queda en lo económico, sino también en lo patrimonial y la aportación a Madrid que le da un coliseo como el Bernabéu.

"El Bernabéu es icono del madridismo y emblema arquitectónico para que la capital de España siga siendo uno de los lugares más visitados del mundo. A junio hemos invertido ya 1.163 millones y no es solo una referencia a nivel futbolístico", proclamaba el mandatario.

Para explicar la reforma, como hace con tantas otras cosas, Florentino mira al pasado, al presidente Bernabéu. "En unos días nuestros templo cumplirá 77 años, casi ocho décadas de lo que era sin duda un proyecto visionario en unas circunstancias adversas. Fue un desafío, Bernabéu recurrió a los socios para financiar la obra y ellos supieron responder en tiempo récord. Mucha gente no creyó en él, pero su firmeza y el apoyo del madridismo hicieron posible hacer el mejor estadio", explicaba. Son épocas distintas, pero Pérez siempre ha querido trazar el paralelismo.

Ese era el propósito, crear un estadio más productivo y mejor, también un emblema de la ciudad, pero la realidad es tozuda y explica que por el camino han surgido algunas complicaciones llamativas como son la imposibilidad de hacer conciertos y la detención de las obras del parking.

Florentino rebaja la importancia de ambas. No cree que ni una cosa ni la otra sean centrales para el futuro del Real Madrid. Es más, casi lo vende como un regalo a la ciudad, un obsequio del club para que la capital de España sea una ciudad más grande, atractiva y poderosa. El Madrid, en su obra, incorporó un sistema para proteger el césped en las entrañas del estadio, un invernadero novedoso que costó más de 200 millones, pero en el discurso del presidente los conciertos son una cosa menor.

"Los conciertos no son especialmente lucrativos. Esto no es más que un invento como se puede comprobar en las cuentas y en el presupuesto. Entendemos que es una actividad importante porque es un refuerzo para la imagen de Madrid y es importante. Por eso ponemos nuestro estadio a disposición de los madrileños y serán ellos los que decidan si quieren ser parte de las giras mundiales Esto es prestigio y es importante para la marca España, estamos a disposición para lo que estimen oportuno. El tema económico es como mucho un 1% del presupuesto", remarcaba el mandatario.

Es decir, aunque el proyecto implicaba que el feudo madridista se convirtiese en un espacio multievento, algo parecido a un Wizink Center con esteroides, eso, en palabras de Florentino, no es tanto un esfuerzo por el futuro económico del club como por darle a la ciudad un lugar de ese tamaño y leyenda para poder ponerse guapa.

En la misma línea dibuja los parkings que estaban construyendo junto al Bernabéu y que también han sido parados por la Justicia. Pérez los señala como una aportación del club a Madrid, a su movilidad y a la capacidad para el turismo, no como un beneficio directo para una entidad en los días de partido.

"Las ciudades jan querido siempre grandes aparcamientos para mejorar la calidad de vida. El Ayuntamiento sacó a concurso el aparcamiento porque entendió que era el mejor modo, reservando para los residentes una tercera parte de las plazas. Nos presentamos al concurso haciendo un gran esfuerzo. ¿Se necesitan 100 millones de euros por 25 partidos de dos horas? estamos dispuestos a hacerla para este barrio de Chamartín. Si las autoridades consideran conveniente la construcción, el Madrid está encantado. Nunca serían una fuente importante de ingresos. Insisto, nos ponemos a disposición y ofrecemos nuestras infraestructuras a una ciudad que ha crecido alrededor del estadio", remarcaba Florentino Pérez en su discurso.

Es curiosa la interpretación de la obra que hace Florentino, prácticamente como un regalo del club a la ciudad de la que es emblema. En esta teoría se podría decir que la obra ha pegado en el centro de todas las dianas que buscaba el Madrid, las mejoras económicas, y los tiros que ha fallado no son de ninguna importancia. Esto es algo que, sin duda, requiere un análisis más pausado.

Los palos

No hay Asamblea en el Real Madrid sin que Florentino Pérez saque la fusta. La cosa empezó con la FIFA y la UEFA, a las que culpó de los males del calendario que, según los estudios que maneja, han redundado en problemas graves de lesiones para los jugadores.

"El calendario está relacionado con un aumento alarmante de lesiones, nuestros jugadores pueden disputar 82 partidos. Hace diez años eran 22 partidos, este año UEFA y FIFA han añadido 14 partidos suyos, casi dos meses de competición normal. Solo en tres meses hemos tenido 14 jugadores lesionados y en nuestra liga se han dado numerosas lesiones de cruzado. La temporada pasada fueron 9 cruzados y hace dos 13, en lo que llevamos de esta ya son 9. Solo en la última jornada fueron tres cruzados. En el Real Madrid hemos sufrido siete en 15 meses. Las causas vienen por la fatiga, la mayor carga de partidos con menos descansos aumenta el riesgo. Los horarios son más tardíos, los partidos más largos", relató.

Es significativo que, aunque UEFA ha sido tradicionalmente el principal adversario de Pérez en todo esto, no se cortó también en criticar la idea de FIFA de cerrar la temporada con un Mundial de clubes que aumenta significativamente la carga de encuentros.

Como es de sobra conocido, la solución que ofrece Florentino para todos estos males es la Superliga, una competición que en su opinión está ahora mucho más cerca gracias al fallo del TJUE del pasado mes de diciembre.

"Del mismo modo que Bernabéu sacó la Copa de Europa ante la FIFA y la UEFA, el Madrid ha vuelto a honrar su historia. Podemos sentirnos orgullosos, no hemos dado la batalla solo para una sentencia, toca ponerla en práctica. Tenemos una oportunidad única para un nuevo modelo de gobernanza. Hay una oportunidad real de cambiar el fútbol y cuanto antes lo hagamos mejor. Están enfrentados, este sistema no funciona, ha llegado la hora de actuar. A22 está hablando con todas las familias, su intención es encontrar un equilibrio que pueda satisfacer a todos los actores del fútbol. Será un formato meritocrático. Estamos ante un momento histórico, la sentencia nos ha deuvelto la libertad", relataba el directivo.

Para llegar a esto, además, señaló una historia tecnológica, la de la muerte de Blockbuster por su incapacidad de adaptación, una idea a la que da vueltas porque cree que la situación actual del fútbol es irremediablemente mala.

"Vengo advirtiendo que nuestro deporte está herido de gravedad. Nunca la situación estuvo tan deteriorada como ahora, todas las grandes ligas sufren un retroceso, como la liga italiana o la alemana. El desastre absoluto se ha producido en Francia, llegó a valer 1.000 millones de euros y ahora ingresa menos de 500, es desastroso y es junto la española la única liga participada por CVC. La liga española no está mejor, la última subasta fue decepcionante. El Real Madrid ha ingresado prácticamente lo mismo que hace diez años, los clubes están en crisis y CVC no ha hecho más que empeorar la situación. Si las ligas nacionales tienen cada vez más dificultades, las europeas no están mejor. La nueva Champions no ha solucionado nada, es un sistema injusto que nadie entiende y el valor de cada partido ha bajado sensiblemente", disparaba el presidente blanco.

Las guerras internacionales de Florentino se quedan en nada si se las compara con su odio a Javier Tebas y a LaLiga. En esta ocasión apunta a dos conceptos que cree muy lesivos: la falta de transparencia y el intento, en su opinión, de atacar el patrimonio blanco.

"Tenemos dos problemas con LaLiga, la falta de transparencia y rigor en su gestión y los continuos ataques contra nuestro patrimonio. Nos sorprende, pese a nuestra insistencia, cómo justifica LaLiga el dinero que distribuye a los clubes y medios. Pensamos, claro, que si no serán algunos de esos medios... los que nos atacan recurrentemente. Y creemos que sí. Hemos solicitado que identifique a los medios subvencionados, porque imaginamos que si algunos reciben más dinero, será por un fin. Que nos lo diga.

Más importante todavía es el segundo. Florentino se retrotrae a 2022, cuando unas enmiendas a la Ley del Deporte, que no salieron adelante "por el esfuerzo del Madrid, el Barcelona y el Athletic y gracias al PP y al PSOE" pretendían en su opinión quitarle al Real Madrid los ingresos comerciales del club.

Ese episodio, de hecho, es en el que se encarama Florentino para su propuesta más ambiciosa, una que apuntó pero no terminó de explicar: la reorganización de la sociedad.

"Estamos trabajando para defendernos de todo ataque de nuestro patrimonio económico. Nuestro club tiene que tener una organización que nos proteja. Haremos todo lo posible para que siga siendo de sus socios, para que nadie pueda quitarnos nuestro patrimonio económico", remarcaba. Pocos datos sobre ese nuevo modelo, quizá lo más importante es que convocará una nueva Asamblea para explicarlo y que solo se cambiará, si así lo desean los socios, después de un referendum.

Aunque no explicó cómo, cree que con un cambio en la sociedad conseguirá blindar los derechos comerciales del club, que ahora ve en peligro. "Voy a traer un sistema organizativo para que nadie pueda con una ley quitar algo que pertenece al Madrid, les tendré informados". La justificación apunta a un ejemplo. El club, como el Barcelona, ha financiado la reforma del estadio poniendo como garantía sus bienes comerciales. Si estos, por las citadas enmiendas, se hubiesen transferido a LaLiga, el club no podría mantener ese aval y, por lo tanto, dejaría de ser de los socios para pasar a manos de los bancos.

El final llegó con el Balón de Oro, una cosa que en una sociedad como el Madrid es o debería ser algo menor, pero que ha escocido en el madridismo y que además permitió al presidente dar otra cornada a Ceferin.