FÚTBOL

El caganómetro dicta sentencia: Lamine Yamal gana a Vinicius pero ninguno puede con... ¡Trump!

"El primer superventas fue Ronaldinho. Pero enseguida llegó Messi y...", cuentan a Relevo Marc y Sergi Alòs, responsables de la empresa Caganer.com.

El propietario de la firma caganer.com, Marc Alós. /EFE
El propietario de la firma caganer.com, Marc Alós. EFE
Lu Martin

Lu Martin

En el King Abdullah City de Yeda, en Arabia Saudí, el Real Madrid y el FC Barcelona se juegan a las 20:00, hora peninsular, la final de la Supercopa de España y, obviamente, la afición tendrá los ojos puestos en los pies de Vinicius Jr. y de Lamine Yamal, las rutilantes estrellas de los candidatos al título, ídolos ya no sólo de vikingos y culers, ídolos mundiales llamados a reemplazar –si acaso eso es posible- el pulso que en su día mantuvieron Messi y Cristiano Ronaldo y que iluminó al mundo del fútbol durante casi una década. Llegan los dos, brasileño y catalán, después de cerrar un año en que han llenado sus vitrinas de premios individuales y en el caso del jugador del Real Madrid, también colectivos.

Así, ganó el delantero blanco a final del año el premio The Best que entrega la FIFA y que vino a calmar el sufrimiento que para él y para el madridismo supuso que el mundo del fútbol señalara a Rodri, jugador español del Manchester City, como Balón de Oro del 2024 y, por consiguiente, mejor jugador del mundo. Además, ganó la Champions, la Liga, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.

Lamine Yamal, con 16 años, vivió en el 2024 una impresionante irrupción en la élite: campeón de Europa con España, elegido mejor jugador joven del torneo, autor del escogido mejor gol del campeonato, jugador del campeonato de Liga, premio Kopa en la gala del Balón de Oro, también firmó un contrato como imagen de Adidas por un millón de euros al año hasta el 2030. Y tiene apalabrada su renovación con el FC Barcelona cuando cumpla 18 años el próximo 17 de julio.

Pero estas navidades han vivido una peculiar competición, la que anualmente se recrea en Catalunya en la Fira de Santa Llúcia y en la de la Sagrada Familia: la de los caganers, figuritas que adornan los belenes, en una tradición muy arraigada en Catalunya, pero también en otras partes de España e incluso en Italia y Portugal.

El barómetro es el caganómetro, que señala a la figurita, normalmente de un famoso o deportista, más vendido en la Navidad y lo marca la empresa Caganer.com, propiedad de la familia Alòs. Una empresa que nació en 1992 cuando la primera generación, Josep Maria Alòs y su esposa, Anna María, ella ceramista, compraron el fondo de un artesano que se retiraba. Básicamente eran piezas clásicas, que representaban el Pagés, el cura, una monja... figuras tradicionales del pesebre.

La primera vuelta de tuerca la dieron con un Papá Noel, siguieron con oficios varios y en el 2003 empezaron a liarla cuando, coincidiendo que en noviembre hubo elecciones a la Generalitat, "le pusimos cara de políticos al caganer, la de Artur Mas, Jordi Pujol Pascual Maragall, Saura, hicimos a Aznar... Fue un boom. El primer hit, el primero que la rompió fue el caganer de Carod Rovira", explican Marc y Sergi Alòs, la segunda generación, responsables ahora de la empresa. Y a partir de ahí decidieron entrar en otros mundos: el del comic, el de la música, el de la cultura, el del famoseo, el del deporte... y especialmente el de los futbolistas.

Caganer de Messi.
Caganer de Messi.

A día de hoy, en sus siete tiendas –cinco en Barcelona, una en Madrid y otra en Bilbao- el fondo reúne más de 700 referencias. "Básicamente vendemos en tienda. Aunque también recibimos muchos pedidos por la página web, especialmente desde el mercado norteamericano". Por eso, de pedido en pedido, vaticinaron la victoria de Obama en su día y también la de Trump, hace ocho años, para el New York Times. "Sí, nos llamaron y les dijimos que por el volumen de pedidos intuíamos quién iba a ganar. Y acertamos las dos veces", explica Sergi.

De hecho, esta Navidad el caganer de Trump ha sido el más vendido, por delante del de Lamine Yamal y a cierta distancia del de Vini. Jr. No le quitan méritos al "cagador" del brasileño dado que el mercado se circunscribe básicamente al mercado catalán. Y recuerdan los hermanos que "el primer superventas fue Ronaldinho. Pero enseguida llegó Messi". Y Messi sigue siendo, de largo, el caganer más vendido de la historia de la empresa, aunque se supone, claro, que de la historia de los belenes, de los pesebres, debe ser el clásico pastor con barretina, el típico gorro rojo del Pagés catalán.

Caganer de Trump.
Caganer de Trump.

Según el etnógrafo Joan Amades, el caganer era una figura habitual en los pesebres del siglo XIX, porque se creía que el personaje fertilizaba [simbólicamente] el terreno de los belenes. Amades explica en su obra Costumari català que, de origen, la presencia de la figurita, un pastor en cuclillas defecando, traía buena suerte a la familia, ya que los campos fertilizados eran "sinónimo de buenas cosechas". Por tanto, el caganer –literalmente 'el hombre que caga'- es un símbolo de prosperidad y buenos augurios para el nuevo año. Históricamente su existencia no se limita a Catalunya: "El Bernat que caga se le conoce en Menorca, existen referencias en Valencia, Murcia –'los cagones'-, 'el cagador' le llaman en las islas Canarias –' el cagador'- e incluso en Nápoles –'cacone' o 'pastore che hace la caca'- y hasta Portugal, los llamados 'cagões'".

Explican que las "réplicas" de los presidentes de equipos de fútbol se venden mal: los de Florentino, Rosell o Bartomeu, especialmente, algo mejor el de Laporta, pero tampoco, y excepto el de Pep Guardiola y Mourinho en su día, tampoco los de los entrenadores, ya fueran Vilanova, el Tata, Luis Enrique, Koeman o Xavi. O eso dice el caganómetro, el ranking con el que la familia que dirige la empresa Caganer.Com –se acaba de incorporar este año Alba, la hija mayor de Sergi, a las ventas al pie del cañón en la tienda de la Fira de Santa Llúcia- mide el nivel de ventas, el mismo barómetro que advierte de que Messi es mucho Messi.

"Nadie ha vendido más que él, pero es que tenemos al menos 14 variantes de Messi: con el pelo corto, con el pelo largo, con barba y sin barba, con el Balón de Oro, con la Copa del Mundo, con la Copa de Europa, con la de la Liga, vestido del Barça, de Argentina, del Inter de Miami...".Y a su rebufo crearon a todo el Barça de Pep, de Valdés a Pedrito, pasando por Puyol, Piqué, Busquets...

"¿Que quién los hace? El diseño, básicamente yo", responde Marc. "¿La elección de los personajes? Bueno, aceptamos ideas, los clientes piden novedades a las dependientas, que nos dicen a nosotros, los amigos también aportan... Luego, nosotros decidimos". Y... ¿quién los confecciona? "Los moldes, nosotros, y al final, 60 internos de la prisión de Puig de Les Bases, en Figueres, a través del CIRE, un programa de reinserción, elaboran las figuras".

Tan reales que en la Navidad 2024-25, Lamine Yamal ha ganado el campeonato de caganers a Vinicus Jr., pero ninguno de los dos ha podido con Trump. Aunque también en el Belén, Messi sigue siendo el Rey. Y es que Messi es mucho Messi... hasta cagando.