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Arabia puso como requisito incluir la Supercopa femenina para ampliar el acuerdo con la Federación cinco años más

La disputa de la competición femenina será condición para avanzar en las negociaciones de la prórroga del contrato actual.

Rafael Louzán preside la recepción oficial previa al partido por el título de la Supercopa de España. /RFEF
Rafael Louzán preside la recepción oficial previa al partido por el título de la Supercopa de España. RFEF
Natalia Torrente

Natalia Torrente

Han pasado algo más de tres días desde que Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, revolucionara la actualidad deportiva al anunciar, en plena final de la Supercopa masculina en Arabia, la posibilidad de migrar también la celebración de la competición homóloga femenina.

"Estamos trabajando también en que quieren desarrollar aquí el fútbol femenino. Por qué no, no puedo dar todavía la confirmación, pero por qué no una Supercopa de España femenina en Arabia Saudí", aseguró el gallego. Sin embargo, lo que parecía una posibilidad, según ha podido confirmar Relevo, es más bien un requisito. Una condición que sería indispensable si desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) quiere ampliar el acuerdo con el país saudí por cinco años más.

El primer paso que dio la RFEF en este sentido fue mostrar complicidad y compartir con los medios de comunicación una nota de prensa para poner en valor el impulso en el crecimiento del fútbol femenino que supone la celebración de la Supercopa masculina en Arabia Saudí. Para reforzar el mensaje, compartieron declaraciones de dos de los españoles que trabajan actualmente en la federación saudí: Lluís Cortes y Ana Ecube.

Para Cortés "los cambios de lo últimos años no se limitan al fútbol, sino al propio papel de la mujer en la sociedad que hasta hace poco no podía realizar actividades físicas y hoy en día compiten", decía. "La apuesta de Arabia Saudí por el fútbol femenino es total", reconocía Ecube, centrándose más en la parcela deportiva.

Aunque Louzán aseguró que no podía dar todavía la confirmación y así se lo trasladó a su regreso a Beatriz Álvarez, la presidenta de Liga F —cuyos clubes participan en la competición organizada por la RFEF—, lo cierto es que llevar la Supercopa femenina a Arabia es el punto de partida en las negociaciones que el fútbol español inició con el viceministro de Deportes saudí, Badr bin Abdulrahman Al-Qadi y del secretario general de la federación, Ibrahim Alkassim, para ampliar el contrato actual.

Un contrato que está bajo investigación en el Juzgado Nº4 de Majadahonda en el caso 'Supercopa Files'. En un reciente informe presentado por la UCO, la instrucción centra sus sospechas en cuatro claves: que la intermediación de Gerard Piqué fue con la RFEF y no con SELA —la empresa pública saudí—, como muchos de los investigados trataron de convencer a la jueza en sus declaraciones; la propuesta del reparto de la comisión de Kosmos entre los directivos de la RFEF; que la trama intentó seguir haciendo negocio con Arabia tras la salida de Luis Rubiales de la RFEF; y que el entramado empresarial, del que formaban parte los ejecutivos cercanos al expresidente, se creó a propósito para lucrarse presuntamente de los acuerdos entre la RFEF y Arabia.

Aunque la RFEF de Rafael Louzán procura alejarse de todo aquello que rezuma 'Rubialismo' y presume de una "nueva y exitosa edición", ahora quiere ampliar, con la misma excusa del impulso económico que supone para el fútbol modesto, un contrato con el país saudí que está bajo investigación judicial en España y que Arabia aceptó vincularlo a un documento paralelo que recogía el pago a Gerard Piqué para evitar que su nombre apareciera en el contrato de la Supercopa pues los estatutos federativos impiden el pago de comisiones a terceros. Una nueva operación con el fútbol femenino mediante para ampliar el sportswashing que el país saudí ejecuta a través del deporte.