La intrahistoria de la rajada del portero del Barcelona: "Una pelota de mierda, una pista que engancha y unos árbitros que no dejan jugar"

El Barça vuelve a la Final Four de la UEFA Futsal Champions League tras un año de ausencia. Luchar por la máxima competición continental era "un objetivo marcado en el calendario", tal y como reconoció el técnico azulgrana, Jesús Velasco. La realidad es que era una obligación para el equipo con el mayor presupuesto del mundo, en tiempos de ajustes económicos en las secciones culés. Tras quedar líder del Grupo A, disputarán su décima fase final en los últimos doce años.

Dídac Plana fue el encargado de poner en valor la clasificación europea. "Hemos conseguido pasar e intentaremos volver a jugar la gran final. La situación es la que es y nosotros tenemos que responder jugando las finales y ganando títulos. Así demostramos que la inversión está bien hecha y que la afición culé lo disfruta. Nuestra misión debe ser seguir ganando y haciendo disfrutar a la afición culé, porque el fútbol sala es importante y tiene mucha gente detrás", aseguró el portero.

El fantasma de lo sucedido la pasada temporada ante el Anderlecht y el goalaverage siempre estuvo presente, pero el guardameta de Arenys de Mar se erigió en el portavoz del equipo culé al afirmar que "cuando teníamos alguna duda, algún miedo o cansancio, era muy importante recordar la frustración vivida la temporada pasada, cuando caímos eliminados y después no pudimos disputar la Final Four. Fue una sensación que nos amargó el día a día y, por suerte, este año hemos podido pasar".

El Barça se medirá al Sporting, al Benfica y al vigente campeón, el Palma Futsal, del 2 al 5 de mayo. UEFA tiene que escoger sede y Mallorca ha vuelto a postularse, tras organizarla la pasada temporada. Pero lo tiene complicado para repetir teniendo en cuenta que Portugal (Lisboa) también podría presentar candidatura y hay otras ciudades interesadas como Atenas (Grecia), Erevan (Armenia) y Basilea (Suiza). Tampoco hay que descartar a Gliwice (Polonia), la sede anunciada en 2023 y que fue descartada por las tensiones geopolíticas derivadas de la invasión rusa de Ucrania.

El Barça buscará su quinta corona, después de la de Lleida 2012, Baku 2014, Barcelona 2020 y Riga 2022. Siendo uno de los pesos pesados de la plantilla, Dídac Plana también hizo autocrítica de cara al futuro. "Cuando consigues algo que te ha costado mucho es gratificante. Pero, sin embargo, tenemos que salir con la lección bien aprendida. Las circunstancias eran las que eran, es cierto, pero hemos vivido momentos en los que hemos concedido demasiado. Nos relajamos y perdemos la concentración. Si queremos ser campeones de Europa, hay errores que no podemos permitirnos", aseveró.

El equipo azulgrana llegó a Riga notablemente mermado por las ausencias de los lesionados Sergio Lozano,Ferrao,Álex Yepes y Sergio González. Y disputó los 3 partidos de la Elite Round con Catela, tocado, y Matheus y Miiquel Feixas, recién salidos de dos lesiones. Los jugadores del filial han ejercido de salvavidas y en el caso del todoterreno francés Touré, ha sido una de las claves en la clasificación a la Final Four. "Aquí nadie regala nada", afirmó el técnico Jesús Velasco. "Dijimos que era el grupo más duro y se ha visto un altísimo nivel de todos los equipos", remarcó el toledano.

En la misma línea que su entrenador, el guardameta catalán también quiso reiterar que "el mérito real sólo lo sabemos nosotros, que somos los que venimos aquí y debemos jugar con las condiciones que jugamos a veces" y explicó que "desde fuera parece que son tres pachangas y si no ganamos cada día 8-0 es un fracaso. Pero esto cuesta muchísimo y, por tanto, lo valoramos mucho. Es un paso muy importante".

Dídac Plana fue especialmente duro con la UEFA y la organización del torneo. Los partidos se disputaron en el Zemgales Olympic Center de Jelgava, en las afueras de Riga, la capital de Letonia en lugar de en el Arena Riga, donde se ganó la última Champions de la sección, la del 2022. La realidad es que no se presentaron más candidaturas, al igual que para el resto de los grupos y eso provocó la ausencia en el Benfica, por motivos diplomáticos, del ruso Iván Chiskala en Pristina (Kosovo).

Además, los anfitriones de cada sede en las diferentes rondas son los encargados de elegir el esférico con el que se juega, desconocido para los rivales y que suele ser con el que juegan en sus Ligas. Paradójicamente, el máximo organismo europeo sí elegirá el balón oficial de la Final Four. Y a eso hay que añadir los arbitrajes como los del inglés Marc Birkett ante el Riga en el partido decisivo, absolutamente permisivos con el uso de los brazos en el juego. "Ahora que hemos ganado lo diré: con una pelota de mierda, con una pista que engancha y con unos árbitros que no dejan jugar", sentenció Dídac Plana.

El portero del Barça ha sido el primer jugador en alzar la voz para criticar aspectos manifiestamente mejorables de la máxima competición continental, cuyo formato actual empieza a quedarse obsoleto a nivel organizativo y comercial y a generar desafección entre los aficionados. Sin embargo, UEFA se niega a introducir ninguna modificación para mejorarlo. Basta con señalar que el coste medio de la competición para un equipo que llegue a la Final Four ronda los 60.000 euros en desplazamientos y el ganador no recibe ningún premio en metálico.

El Illes Balears Palma Futsal ya se encuentra en Foz de Iguazú para disputar en la madrugada del miércoles al jueves (00:30 hora española, IB3 en directo) la final de la Copa Intercontinental. Sin tiempo para saborear la clasificación para su segunda Final Four consecutiva, el campeón de Europa se medirá al Cascavel Futsal brasileño, que ha ganado las dos últimas ediciones de la Copa Libertadores. Un nuevo reto para el equipo mallorquín, que busca el segundo título internacional de su palmarés para poner un extraordinario colofón al 2023.

La escuadra de Antonio Vadillo siguen sin perder ni un partido en la UEFA Futsal Champions League en sus dos temporadas en la competición. Ha disputado catorce encuentros con un espectacular balance de once victorias, contando la de la final en los penaltis ante el Sporting portugués, y tres empates. Palma Futsal quiere emular ahora a otros dos equipos españoles como Movistar Inter y Playas de Castellón, que lograron revalidar el máximo título europeo en dos años consecutivos y solo los castellonenses lo lograron en sus dos primeros años en Europa.