FÓRMULA 1

Max Verstappen augura un final catastrófico de 2024: "No vamos a volver a ganar más"

El neerlandés naufragó en Monza, donde su sexto lugar dejó en evidencia que Red Bull no está en disposición de llevarse victorias.

Max Verstappen, en Monza. /EFE
Max Verstappen, en Monza. EFE
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

Baréin, Arabia Saudí, Japón, China, Emilia-Romagna, Canadá, España... y paren de contar. Max Verstappen ha sacado su bola de cristal, ha echado algún cálculo que otro y el resultado ha sido un 2024 sin más victorias además de las siete que ya acumula. Sigue siendo el más vencedor de la temporada con una diferencia apabullante, ya que Lando Norris, Lewis Hamilton y Charles Leclerc empatan a dos victorias como segundos más ganadores, pero su ventaja en el mundial se reduce cada fin de semana y augura una catástrofe para Red Bull.

"Ganar ambos campeonatos no es realista", aseguraba tras Monza. No ve posible sostener una distancia que ya se reduce a 8 puntos con McLaren y 62 con Norris. Detrás, Ferrari también empuja fuerte, y redujeron a 39 su desventaja en Italia. Así que tampoco es descabellado pensar en que ni siquiera sean subcampeones.

Su coche no está equilibrado, no encuentran el problema que ha convertido al coche bicampeón de todo "en un monstruo" y el pronóstico, por tanto, es catastrófico. Verstappen, que en Monza solo pudo escalar una posición en carrera (de la séptima a la sexta), no encuentra argumentos positivos a los que aferrarse para pensar en que la situación pueda revertirse pronto. Tampoco le importa "cuántas semanas tarde", solo quiere que sigan "empujando y trabajando a tope", tal como puntualizó en tierras italianas. Pero a alturas de septiembre y con todavía ocho rondas más en el horizonte, el camino pinta oscuro.

Bakú y Singapur aguardan antes de otro parón más. Después de un mes de 'descanso' viajarán por América, donde su consejero Helmut Marko pone la fecha de regreso a la pelea para los austriacos según las declaraciones que ofreció a De Telegraaf, pero Verstappen no lo tiene tan claro. "Tal como van las cosas, no vamos a ganar más carreras, pero es lo que hay".

"En la situación actual, estamos mal en todas partes. Por eso necesitamos muchos cambios", especificó sobre su sentir. Básicamente piensa que tendrán que "poner el coche patas arriba" para arreglar el 'Frankenstein' en el que lo han convertido tras las múltiples mejoras (convertidas en lo que llamamos 'peoras') en los últimos meses. Y, por supuesto, mientras su monoplaza siga siendo la aberración que él mismo pinta, no ve posible revalidar el título. Ni siquiera estar cerca de ello.

Desde primavera, invierno

Muchos pueden achacar la caída en picado en el rendimiento a una baja sensible para Red Bull: Adrian Newey. Es sabido desde el 1 de mayo de este año que el gurú británico no formará parte de la estructura austriaca a partir del año que viene, aunque, es más, Newey no mete mano en el RB20 "desde primavera", según ha reconocido el propio Marko a los medios. Lo exculpa de haber sido culpable de la decadencia, "dejó de participar en todos los detalles de desarrollo", casi inmediatamente después de anunciar su marcha.

Coincide prácticamente a la perfección con el bajón (Miami, donde Norris ganó su primera carrera, se disputó el 5 de mayo), lo que da de qué pensar sobre la gran incidencia directa de sus directrices sobre el desempeño de ingenieros y mecánicos. La batuta ya no está en las manos del mejor director de orquesta y en Red Bull se han saltado dos estaciones para pasar a un frío invierno por culpa de su pérdida.